🔥 FUEGO CRUZADO

Por La Redacción

🏅 Un Nobel que arde en Caracas

El otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado ha generado reacciones encontradas. Pero más allá de las interpretaciones políticas, lo fundamental es que el mundo reconoce su lucha firme por la vigencia de los derechos democráticos en Venezuela, un país atrapado bajo el control de un régimen que se sostiene por la fuerza y la represión. Este reconocimiento internacional no es solo un premio personal, sino un grito de alerta ante una dictadura que ha dejado a su población sin voz y sin opciones. En Venezuela, el costo de la vida es brutal: la inflación pulveriza salarios, el acceso a bienes básicos es un lujo, y la migración forzada ha desmembrado familias. María Corina lo ha enfrentado casi sola, mientras sus hijos, hermanos y hasta su madre han tenido que marcharse al exilio huyendo de la persecución. Su valentía la convierte en símbolo de resistencia democrática en una región que no puede permitirse mirar hacia otro lado. Que se escuche alto: su lucha es también la de millones.

🇺🇸 Purga disfrazada de recorte

En Estados Unidos, más de 4 mil trabajadores federales están siendo despedidos en medio del cierre del gobierno. Lo escandaloso no es solo la cifra, sino la confesión abierta de que la mayoría de los afectados son identificados con el Partido Demócrata. Esto levanta sospechas de retaliación política, algo que golpea de lleno la imagen institucional de una democracia que hasta hace poco se consideraba modelo. El shutdown se ha convertido en arma política, y no es un caso aislado: ya se ha visto cómo se ha presionado a fiscales, como la de Nueva York que investigó a Trump, y se ha desplegado la Guardia Nacional en ciudades gobernadas por demócratas. Es evidente que los aparatos del poder están siendo utilizados para castigar, intimidar o silenciar al adversario. Una señal peligrosa que muestra cómo la polarización ha contaminado incluso las estructuras más sólidas de la democracia estadounidense.

💰 Reforma fiscal con mal calendario

En República Dominicana se vuelve a hablar de reforma fiscal. El ministro Magín Díaz ha dicho que se está consensuando con diversos sectores, tras el estrepitoso fracaso del intento anterior. Sin embargo, el problema no es solo técnico, sino político y estratégico. Presentar una reforma en la antesala de la Navidad es un error de cálculo, y el 2026, con la contienda interna de los partidos en efervescencia, tampoco es un terreno fértil. Además, el 2027 será preelectoral, lo que complica aún más el panorama. El gobierno debe hilar fino: una reforma sin narrativa convincente, que no deje claro quién paga y quién se beneficia, solo alimentará el rechazo. La gente entiende que una reforma es necesaria, pero no acepta que siempre recaiga sobre sus bolsillos.

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