115-105: Los Suns doblegan a los Lakers de un Davis descomunal e histórico

Los Ángeles (EE.UU.), 22 nov – Tras tres victorias seguidas, Los Angeles Lakers perdieron este martes ante los Phoenix Suns pese a que Anthony Davis, en su mejor momento de los últimos años, volvió a firmar una actuación descomunal (115-105).

El pívot, que sufrió algunos problemas en el brazo izquierdo, tuvo una noche majestuosa con 37 puntos (11 de 17 en tiros, 15 de 16 desde la línea de personal), 21 rebotes, 2 asistencias, 5 tapones y 5 robos.

Davis se unió así a Bob McAdoo (1974) como el único jugador en la historia de la NBA que consigue en un partido 30 puntos, 20 rebotes, 5 tapones y 5 robos.

Además, Davis lleva cuatro encuentros consecutivos con al menos 30 puntos, 16 rebotes y 60 % en tiros de campo.

Pero todo eso no fue suficiente para que los Lakers vencieran a unos Suns que les han derrotado en sus últimos ocho enfrentamientos.

Ambos equipos tuvieron bajas importantes por lesión ya que LeBron James no jugó por quinto partido consecutivo en los Lakers y Chris Paul se perdió su séptimo encuentro seguido con los Suns.

Mikal Bridges y Devin Booker sumaron 25 puntos por cabeza para los Suns (11-6) en un duelo en el que el factor diferencial fueron los triples: Phoenix metió 16 de 34 y los Lakers fracasaron con 4 de 22.

El gran momento de Davis no oculta, sin embargo, el triste arranque de temporada de unos Lakers (5-11) que son el único equipo de la liga que aún no ha ganado fuera de casa (0-6).

DAVIS ARRASA

Ninguno de los dos equipos destacó en un primer cuarto marcado por los errores en el tiro y las imprecisiones.

Devin Booker impulsó a los Suns con 11 puntos en ese periodo y Anthony Davis, que empezó algo frío, sumó 7 para unos Lakers negados desde el triple (0 de 5).

Mikal Bridges, que llegaría al descanso con 16 puntos, lideró a Phoenix en un segundo cuarto en que llegó a ponerse con +10.

Los angelinos respondieron al desafío desde la fuerza del colectivo con nombres como Austin Reaves, Lonnie Walker o Thomas Bryant uniendo esfuerzos.

Así, un gran parcial de 6-18 en los últimos cuatro minutos permitió que los Lakers se marcharan al descanso por delante cubriendo sus carencias en el perímetro (2 de 10 en triples) con mucha potencia en la pintura (28 puntos).

Davis cerró la primera mitad con doble-doble (14 puntos y 10 rebotes) pero también asustó a los seguidores angelinos cuando se hizo daño en el codo y la muñeca del brazo izquierdo en un golpe con Booker.

No abandonó el partido, pero desde entonces se le vio moviendo la mano como si tratara de recuperar sensaciones.

Dentro de sus múltiples problemas esta temporada, los Lakers se han especializado en firmar lamentables terceros cuartos.

No cambiaron el guion esta noche y un 10-2 de partida en la reanudación le devolvió el control a los Suns (63-57 con 8.38 por jugarse).

Davis, un auténtico portento en la zona, sostenía todo el peso de los Lakers sobre sus hombros pero eso no impidió que los Suns empezaran el último periodo controlando el marcador (86-79).

Con la frescura de Duane Washington Jr desde el banquillo, los Suns se pusieron con +11 y obligaron a volver a la cancha a un Davis que apenas había podido tomarse un respiro.

El pívot y Russell Westbrook dieron energías nuevas a unos Lakers que no lograban estrechar la diferencia.

A falta de 4 minutos llegó el momento polémico de la velada cuando Patrick Beverley tiró al suelo a Deandre Ayton con un empujón por la espalda y sin el balón en juego.

Beverley pareció responder así a Ayton, al entender que estaba provocando a Reaves por mirar a éste tirado en el suelo tras una falta, pero su empujón solo le sirvió para irse a la ducha antes de tiempo.

Con el lío ya resuelto, Booker y Bridges pusieron la puntilla en los últimos minutos a unos Lakers que no pudieron celebrar con victoria la histórica noche de Davis.

David Villafranca

EFE

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