Inundaciones en Puerto Plata dejan a decenas de familias atrapadas y en constante alerta

Puerto Plata, 28 de diciembre. – Dos semanas después del inicio de los aguaceros que han devastado la región atlántica de la República Dominicana, decenas de familias en los sectores La Ciénaga y La Laguna, en el distrito turístico de Cabarete, permanecen atrapadas en sus hogares debido a las inundaciones. Con cerca de 1,300 viviendas afectadas, las aguas continúan impidiendo que los residentes retomen una vida normal.

Danny Zarzuela, intendente del Cuerpo de Bomberos, reveló que la situación en La Ciénaga, hogar de aproximadamente 4,500 personas, y La Laguna, donde más de 300 viviendas han quedado inhabilitadas, mantiene a las familias en un estado de constante alerta. “Si se producen nuevas lluvias, tememos que ocurra algo peor”, advirtió.

A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Obras Públicas, que envió maquinaria pesada para drenar las aguas, las corrientes subterráneas han complicado las tareas, dejando a los residentes con pocas opciones para desplazarse.

Las calles, completamente anegadas, solo son transitables en pequeños botes que los mismos vecinos han puesto a disposición de manera solidaria. “No cobramos por el servicio, pero algunos dan un aporte voluntario por agradecimiento”, explicó Ángel Luis, uno de los jóvenes que presta este servicio.

Ramona Francisco, residente de La Ciénaga desde hace más de 20 años, vio cómo las inundaciones destruyeron su hogar. “Gracias a las ayudas del Gobierno hemos podido sobrevivir”, afirmó mientras trataba de mantener la esperanza en medio de la adversidad.

Por su parte, Manuel Peralta, quien vive en La Laguna con sus tres hijos pequeños, describió una Nochebuena angustiante: “Cenamos de pie, con el agua hasta la cintura. Nuestra casa está bajo agua”. Su llamado es claro: “Esperamos que el Gobierno siga ayudándonos porque no podemos solos”.

En contraste, María Hernández, otra residente de Cabarete, expresó su fe en que estas dificultades traerán bendiciones futuras. “Debemos aceptar lo que Dios nos ha enviado a través de las lluvias. Al final, conectaremos con bendiciones divinas en abundancia”, reflexionó con serenidad.

Riesgos sanitarios y daños en la infraestructura

Hundimiento en la carretera de Puerto Plata por las lluvias


Mientras los residentes enfrentan las inundaciones, el temor a enfermedades causadas por las aguas estancadas aumenta. “El riesgo de brotes de dengue, leptospirosis y otras enfermedades es real”, indicó un representante de Salud Pública, que ha estado monitoreando la zona.

Además de las viviendas afectadas, las lluvias han causado severos daños en la infraestructura vial. La carretera turística Luperón, que conecta Puerto Plata con Santiago, presenta abultamientos y hundimientos peligrosos para el tránsito. Ingenieros del Grupo Estrella, responsables de su construcción, inspeccionaron la vía para evaluar los daños. Según los expertos, las lluvias torrenciales socavaron el terreno que sostiene el pavimento, poniendo en riesgo la seguridad de los usuarios.

En medio de la crisis, el Gobierno dominicano ha intensificado sus esfuerzos para asistir a las familias afectadas. El director general del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), Igor Rodríguez Durán, y la gobernadora provincial, Claritza Rochtte Peralta de Senior, encabezaron un operativo de entrega de enseres y alimentos en las comunidades más afectadas, como Nuevo Renacer en San Felipe de Puerto Plata, El Tamarindo en Villa Montellano y La Ciénaga de Cabarete.

Durante su recorrido, los funcionarios entregaron camas, neveras, estufas, raciones de alimentos crudos y cocidos. “Estas ayudas llegan gracias al Plan Social de la Presidencia, que está comprometido con el bienestar de las familias afectadas”, declaró Rodríguez Durán.

El presidente Luis Abinader y el ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, han supervisado constantemente los operativos, comunicándose a diario con las autoridades locales para garantizar que las ayudas lleguen a quienes más lo necesitan.

Ayuda del gobierno

Freddy Cruz, director distrital de Cabarete, expresó su preocupación ante la posibilidad de nuevas lluvias y destacó la necesidad de seguir vigilando las áreas más vulnerables. “Desde que comenzaron las lluvias, hemos evacuado a familias y las hemos alojado con amigos y parientes en zonas seguras. Pero la situación sigue siendo crítica”, señaló.

Además, líderes comunitarios y religiosos han desempeñado un papel crucial en identificar a los más afectados, trabajando de la mano con organismos como la Defensa Civil y el Plan Social. Sin embargo, muchos insisten en que se requieren soluciones a largo plazo para evitar que tragedias como esta se repitan.

El impacto emocional y la necesidad de soluciones duraderas

Más allá de las pérdidas materiales, el impacto emocional en las familias afectadas es incalculable. Las inundaciones no solo destruyeron hogares, sino que también dejaron cicatrices psicológicas en comunidades que aún enfrentan la incertidumbre de lo que vendrá.

“El Gobierno debe priorizar la construcción de sistemas de drenaje adecuados y soluciones habitacionales para estas zonas vulnerables”, señaló un experto en gestión de riesgos. La experiencia en La Ciénaga y La Laguna pone de relieve la necesidad de un enfoque integral que combine ayuda inmediata con medidas preventivas a largo plazo.

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