61 aniversario del Golpe de Estado contra Juan Bosch: El inicio de una era de inestabilidad en República Dominicana

Por la Redacción

Santo Domingo, 25 de septiembre – Hoy se conmemora el 61 aniversario del golpe de Estado contra el presidente Juan Bosch, un evento clave en la historia de la República Dominicana que marcó el inicio de una era de inestabilidad política y social, y que culminaría dos años después con la sangrienta Revolución de Abril de 1965.

El golpe, ocurrido el 25 de septiembre de 1963, derrocó al primer gobierno democrático elegido tras la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y precipitó una serie de acontecimientos que cambiarían el rumbo de la nación.

Juan Bosch, fundador del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fue electo presidente en las elecciones del 20 de diciembre de 1962, consideradas las primeras libres y democráticas tras la caída de la dictadura de Trujillo en 1961. Bosch asumió la presidencia el 27 de febrero de 1963, en medio de grandes expectativas de cambio y modernización.

Su gobierno implementó una serie de reformas progresistas que incluyeron la promulgación de una nueva Constitución en abril de 1963, la cual garantizaba libertades individuales, el fortalecimiento de los sindicatos, una reforma agraria y límites al poder militar.

Estas medidas generaron tensiones entre sectores conservadores, incluyendo la oligarquía empresarial, la Iglesia Católica y las fuerzas armadas, que veían en las políticas de Bosch una amenaza a sus intereses.

El clima de confrontación se intensificó cuando Bosch empezó a perder el apoyo de los militares, quienes recelaban de su postura a favor de un control civil del ejército.

En un contexto de Guerra Fría, el temor a que el gobierno de Bosch se inclinara hacia el comunismo exacerbó los conflictos internos, a pesar de que Bosch siempre rechazó cualquier asociación con las ideas marxistas.

El Golpe de Estado del 25 de septiembre de 1963

El 25 de septiembre de 1963, solo siete meses después de asumir la presidencia, Juan Bosch fue derrocado por un golpe de Estado militar. El golpe fue liderado por un grupo de altos oficiales de las fuerzas armadas que, con el apoyo de sectores conservadores y empresariales, pusieron fin al primer intento de democracia tras la dictadura. Bosch fue arrestado y luego exiliado a Puerto Rico, dejando el país sumido en una incertidumbre política.

El golpe de Estado instaló un gobierno provisional encabezado por el Triunvirato, un órgano colegiado que pretendía restaurar el orden, pero que rápidamente perdió legitimidad debido a su carácter represivo y su incapacidad para resolver los problemas económicos y sociales que agobiaban al país.

La Revolución de Abril de 1965

Dos años después del golpe, el 24 de abril de 1965, estalló un movimiento insurreccional en Santo Domingo que exigía el retorno de Juan Bosch al poder. La rebelión fue encabezada por sectores militares constitucionalistas que se enfrentaron a las fuerzas leales al Triunvirato.

El conflicto rápidamente se transformó en una guerra civil, con los constitucionalistas luchando por la reinstalación de Bosch y los leales al gobierno provisional tratando de mantener el status quo.

La insurrección escaló y desató una brutal represión por parte del gobierno. En medio del caos, Estados Unidos intervino militarmente el 28 de abril de 1965, bajo la administración del presidente Lyndon B. Johnson, quien justificó la intervención alegando el riesgo de que la revuelta derivara en un gobierno comunista, similar al de Cuba. Esta fue la segunda intervención militar estadounidense en la República Dominicana, tras la ocupación de 1916-1924.

La intervención norteamericana, con más de 40,000 marines desplegados en Santo Domingo, buscaba restaurar el orden y evitar lo que percibían como un avance de la izquierda en el hemisferio. Sin embargo, la intervención agudizó el conflicto, causando la muerte de más de 5,000 personas, en su mayoría civiles, y dejando la ciudad de Santo Domingo en ruinas.

Consecuencias del Conflicto

La Revolución de Abril de 1965 terminó con la imposición de un gobierno provisional respaldado por Estados Unidos, que organizó nuevas elecciones en 1966. En esos comicios, Joaquín Balaguer, un excolaborador de Trujillo, resultó electo presidente, iniciando una nueva etapa de gobierno autoritario que duraría 12 años.

El golpe de Estado contra Bosch y la posterior revolución marcaron un profundo quiebre en la historia dominicana. La democracia que Juan Bosch intentó establecer se vio truncada por la intervención militar y la manipulación de los intereses internacionales en la región. Aunque Bosch regresaría al país y seguiría siendo una figura influyente en la política, nunca volvió a gobernar.

A 61 años del golpe de Estado, los ecos de ese momento aún resuenan en la sociedad dominicana. El legado de Juan Bosch, como líder intelectual y político, sigue siendo una referencia en la lucha por la democracia, la justicia social y los derechos humanos en el país.

Mientras tanto, los sucesos de 1963 y 1965 son recordados como una advertencia de los peligros que enfrentan las naciones cuando la democracia es amenazada, tanto desde dentro como desde fuera.

El golpe de Estado de 1963 y la Revolución de Abril de 1965 no solo dejaron profundas cicatrices en la República Dominicana, sino que también sentaron las bases de un sistema político que continuaría bajo la sombra de intervenciones y dictaduras durante décadas. Hoy, en el 61 aniversario del golpe, el país reflexiona sobre la importancia de proteger la democracia y aprender de los errores del pasado.

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