¿Regular o seguir tal cual vamos?
Angel Barriuso
Los últimos veinte años del siglo XX fueron de progresión de las ideas neoliberales, y nuestros políticos se convirtieron en sus principales promotores, aunque algunos abrazaron las ideas de la economía social de mercado…casi lo mismo.
Teóricos de distintas parte del mundo coinciden en que el modelo de crecimiento de nuestros países basado precisamente en principios neoliberales hizo crisis. Mientras, ¿qué haremos y/o hacemos? ¿Nos quedaremos esperando fórmulas mágicas?
República Dominicana vive sumida en su día a día. Y me parece que la cotidianidad es embarazosa. Yo, por lo pronto, jamás soportaría vivir en el día a día sin cuestionarme. Por ejemplo, presentamos poca curiosidad por estos neoliberalismos que se expresó visiblemente en los tratados de Libre Comercio. De inmediato, tendrían ventajas, como se dijo reiteradamente, porque –entre otros puntos- enseñarían a reorganizarnos, a vernos en un espejo de competencias y competitividad. Ignoro si tuvimos ese aprendizaje.
Recordemos que fruto de esas transformaciones hubo el gran debate sobre el Estado regulador o el Estado abierto, permitiendo operar libremente a las leyes del mercado, a cada quien desenvolviéndose a cómo fuere. De pronto, sin apenas darnos cuenta, desapareció, por ejemplo, la Dirección General de Control de Precios. Quizás teníamos la necesidad de que algo así ocurriera en un país sumido, relativamente, en un letargo o en ciertas comodidades, sin desafíos inmediatos.
Son las circunstancias de nuestros países isleños, con tendencia a aislarse.
De pronto, pasó el tiempo. Y la pandemia nos desnudó. Ahora algunos nos vemos desamparados. Otros, atropelladores. Y más allá de las inmediateces, tenemos a un mundo modificándose en torno a nuevas relaciones de poder.
República Dominicana, tratando de recuperar su economía, optó por las herramientas que tenía a su alcance, y trabajó por la estabilidad de las zonas francas y el turismo.
Sin embargo, ¿qué hacer? ¿Qué decisiones adoptar? ¿Seguir como vamos?
Creo que tendremos que revisar el papel del Estado como eje de nuestra economía.
¿Seguiremos como un Estado promotor de las inversiones? ¿Un Estado facilitador? ¿Un Estado regulador e interventor? Si se agota el neoliberalismo (libre mercado, reducción del gasto público, privatización y desregularización económica), ¿qué camino nos espera para que República Dominicana pueda competir y continuar su crecimiento económico con base a avalar precios internos y/o calidad de vida?
No se percibe un cambio de mentalidad en nuestros políticos. Y en estos momentos, nuestras autoridades reafirman una vocación neoliberal, cuando se ven casi impedidos de elevar la calidad de vida de los dominicanos, con precios internos sustentables y una producción de rubros alimenticios de bajo costo.
¿Seguiremos convencidos de que el libre mercado absolutamente es la solución, sin la intervención estatal?