«El rap tenía que escucharse en quechua», afirma la peruana Renata Flores

Lima, 5 jul (EFE).- Renata Flores canta rap y trap en quechua, mezcla modernidad y ancestralidad al mismo tiempo que une estilos, y compone sobre feminicidios o el cambio climático, como muestra el último trabajo que presentó este martes en un encuentro virtual con la prensa extranjera en Lima.

«Sentí que el quechua tenía que escucharse en rap», dijo Flores al explicar que este género urbano permite contar historias, como lo hacen las canciones andinas que siempre ha escuchado, y a la vez tienen un componente de protesta, de ira y fuerza.

Además, la cantante comenzó a escribir sus propias canciones gracias a este género, «escuchando rap empecé a componer, sentí que así fluían mejor las letras y sentía que los sonidos andinos se mezclaban muy bien con los del rap y trap».

«Pachamama» (diosa de la tierra en quechua), es el nombre de su más reciente single que da también nombre al álbum que verá la luz en agosto, un trabajo que, como el resto de sus canciones, mezcla quechua y español.

Afirmó que canta en quechua para transmitir que es una lengua viva, pero también por un sentido práctico que busca que los propios peruanos lo aprendan y practiquen.

La cantante de 21 años ya ha cantado sobre problemáticas como la corrupción, el machismo o el maltrato al medio ambiente, pero también sobre el terrorismo que sacudió Perú a finales del siglo XX, que sobretodo afectó a Ayacucho, región de la que procede y que como ella quedó marcada por esta oscura etapa.

«Me considero activista», dijo Flores poco antes de opinar sobre la situación política que vive Perú, y declarar que la población joven «con la mano en el corazón va a despertar».

FUSIÓN DE ESTILOS

Flores se declara fan del grupo de pop coreano BTS, con 15 años empezó a admirar a la cantante americana de jazz y blues Nina Simone, y el rapero venezolano Canserbero (1988-2015) le ayudó a componer rap, pero la base de su inspiración es la música tradicional andina.

«No voy a parar de experimentar. Ahora estoy investigando ritmos afros y de la selva”, indicó con ilusión.

También declaró que en el presente está creciendo una comunidad de cantantes y artistas que reivindican sus orígenes y lenguas nativas, tanto en Perú como en Bolivia o Ecuador, “cada vez somos más”, dijo.

Flores destacó que además de preparar el lanzamiento de su nuevo álbum, con el cual pretende cruzar fronteras y llegar a públicos del resto del continente o de Europa, está liderando una campaña para salvar un centro arqueológico en su ciudad natal.

Vilcashuamán es una ciudadela inca en Ayacucho, deteriorada por el paso del tiempo y el abandono, y es también un lugar especial para la cantante que no duda en fusionar la modernidad de las redes sociales para defender los orígenes de su cultura y región.

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