Un libro escrito por indocumentados busca devolver la humanidad «robada» en EE.UU.
Tucson (EE.UU.), 27 jul (EFE).- El libro «Donde Somos Humanos», escrito en su totalidad por inmigrantes que fueron o siguen siendo indocumentados, busca devolver la humanidad «robada» al tema migratorio en un momento de incertidumbre sobre el futuro de esta comunidad migrante en Estados Unidos.
La obra, ilustrada también por inmigrantes, es una colección de ensayos, poesía y arte de autores de diversas nacionalidades, entre ellos refugiados y «soñadores», publicada en inglés en junio pasado y que saldrá en español en enero de 2023.
«En estas historias y poemas los autores nos cuentan sus propias experiencias no sólo lidiando con su estatus migratorio, sino cómo esta experiencia cambió la percepción de sí mismos y cómo tienen ahora el objetivo de cambiar la narrativa colectiva de la nación sobre los migrantes y refugiados», dijo a Efe Reyna Grande, una de las editoras del libro.
Indicó que solamente el título lleva un fuerte mensaje, de que «todos somos humanos» sin importar dónde estemos, a dónde vayamos o dónde hayamos nacido.
«Este es un punto muy importante, especialmente en estos momentos cuando se trata de robar la humanidad a los migrantes», dijo Grande, escritora mexicana que de niña cruzó la frontera de manera ilegal con sus padres.
Aunque otros libros escritos por indocumentados han sido publicados previamente, algunos por ellos mismos, este es el primer proyecto de esta magnitud a cargo de una editorial de gran alcance como es HarperVia.
La antología, que salió en junio a la venta en su edición en inglés con el título «Somewhere We Are Human», cuenta con más de 40 colaboradores, entre ellos inmigrantes de México, El Salvador, Ecuador, Perú y República Dominicana.
También hay escritores asiáticos y afroamericanos como un reflejo de que la inmigración es un tema global, así como miembros de la comunidad LGBTQ.
Entre los autores figura Javier Zamora, escritor y poeta mexicano residente de Arizona quien llegó a Estados Unidos como menor no acompañado cuando tenía nueve años.
Zamora escribió unos poemas para este libro en los que habla de su experiencia y sobre todo de tener ahora «la libertad y el privilegio» de vivir cerca de la frontera por primera vez en su vida después de que legalizó su situación migratoria.
Para Grande era muy importante que la voz de los autores fuera preservada. Es algo en lo que trabaja con su coeditora Sonia Guiñansaca, especialmente en estos momentos en que preparan la edición en español.
«El español tiene sus diferencias regionales, incluyendo en nuestro propio México, donde la gente del sur utiliza palabras diferentes al español del norte», expuso.
Grande, quien ha publicado varios libros sobre el tema migratorio entre México y Estados Unidos, lamenta que mucha gente en este país aún no entienda la dinámica de la migración.
No hay una fila, hay muy pocas oportunidades de migrar legalmente a Estados Unidos, hay muchas cosas que están empujando la migración, incluyendo el cambio climático, sostuvo.
Indicó que le molesta la «hipocresía» de algunas personas que dicen que «sus antepasados llegaron legalmente», siendo que en otros tiempos no había siquiera puertos de entrada o las mismas regulaciones vigentes ahora.
Por su parte, Guiñansaca, escritora originaria de Ecuador, dijo a Efe que este libro es una oportunidad de contar la historia de la comunidad inmigrante por ellos mismos.
«Fue una gran experiencia trabajar en este libro, sobre todo saber que todos los participantes en un momento de sus vidas fueron o siguen siendo migrantes indocumentados», refirió.
Indicó que actualmente, cuando se ven historias negativas sobre migrantes en las noticias o algunos políticos que hablan de inmigración «roban la humanidad» de los migrantes, era importante demostrar que todos «tienen historias, tienen un nombre, tienen metas».
«Acabamos de ver la tragedia en que murieron más de 50 migrantes en un tráiler en Texas; sin embargo, muchos solo hablan de números, sin recordar los nombres, las caras, el sufrimiento», señaló.
Como inmigrante que llegó al país a los cinco años, Guiñansaca considera que siempre ha existido racismo en Estados Unidos contra los migrantes, pero ahora se está demostrando el gran poder que tiene la comunidad para lograr un cambio.
La escritora comparte en este libro su propia experiencia y cómo por mucho tiempo no entendía por qué sus padres la habían dejado siendo pequeña en Ecuador para emigrar a Estados Unidos.
«Nuestra comunidad es muy fuerte. Estamos unidos, estamos trabajando juntos. La conversación sobre inmigración no va a parar, va a seguir creciendo y espero que este libro contribuya un poco a este tema», puntualizó.
María León