La CEDEAO condena el nuevo golpe de Estado en Burkina Faso
Lagos, 1 oct (EFE).- La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) condenó esta madrugada el golpe de Estado perpetrado este viernes por soldados en Burkina Faso, el segundo levantamiento militar en ocho meses.
En un comunicado, la institución, con sede en la capital de Nigeria, Abuya, afirmó que «condena en los términos más enérgicos la toma del poder por la fuerza que acaba de tener lugar este viernes 30 de septiembre de 2022 en Burkina Faso».
El bloque regional, formado por quince países, ve «inoportuno» este nuevo golpe en un momento en que «se han logrado avances gracias a la diplomacia y los esfuerzos de la CEDEAO para un retorno metódico al orden constitucional a más tardar el 1 de julio de 2024».
La organización reafirmó «su oposición sin reservas a cualquier toma o mantenimiento del poder por medios inconstitucionales».
También exigió «el respeto escrupuloso del calendario ya acordado con las Autoridades de Transición para un rápido retorno al orden constitucional a más tardar el 1 de julio de 2024».
La CEDEAO criticó finalmente a «cualquier institución, fuerza o grupo de personas que con actos impidan el retorno previsto al orden constitucional o contribuyan al debilitamiento de la paz y la estabilidad en Burkina Faso y la región».
Un grupo de soldados dirigidos por el capitán del Ejército burkinés Ibrahim Traoré dio este viernes un golpe de Estado y derrocó al líder de la junta militar que dirigía el país, el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba.
En un mensaje dirigido anoche a la nación en la televisión estatal RTB, los golpistas acusaron a Damiba de desviarse del ideal del Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración (MPSR), nombre de la junta que tomó el poder en el golpe el pasado 24 de enero, y no atajar la inseguridad causada por el terrorismo yihadista.
Tras una jornada de confusión marcada por una sublevación militar y disparos en zonas estratégicas de la capital, Uagadugú, los nuevos golpistas anunciaron varias medidas como la suspensión de la Constitución y de la Carta de Transición.
Asimismo, los militares encabezados por Traoré, nuevo hombre fuerte del país, decretaron la disolución del Gobierno y la Asamblea Legislativa de Transición y el establecimiento de un toque de queda de las 21:00 hora local (misma GMT) a las 05:00 hora local.
Ordenaron, igualmente, el cierre de las fronteras nacionales hasta nuevo aviso y la suspensión de toda actividad política y de la sociedad civil.
Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, cometidos por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, cuyas acciones afectan especialmente al norte del país.
En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos (49 gendarmes y 4 civiles), lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré.
Unos meses después, el 24 de enero, los militares liderados por Damiba tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.