Congresista reclama atención urgente de la comunidad internacional a la crisis en Haití
Nueva York, 12 Dic – El congresista dominicano en Estados Unidos, Adriano Espaillat, sostuvo este lunes que la actual crisis política y humanitaria que sacude al vecino país de Haití necesita una respuesta inmediata y efectiva de la comunidad internacional a través de la Organización de las Naciones Unidas.
A través de un artículo de opinión publicado en El Nuevo Diario, titulado Investigando la crisis de Haití en la ONU, Espaillat recordó que el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, que declaró en octubre una crisis humanitaria en Haití, reveló que alrededor de 4.7 millones de personas, casi la mitad de la población, se enfrentan al hambre y más de 100,000 niños en Haití menores de cinco años sufren de desnutrición severa, lo que los hace especialmente vulnerables al brote de cólera.
Indica que cerca de dos millones de niños, de 4 millones que hay en edad escolar, no están asistiendo a la escuela.
Reseña que, desde junio del 2021, un recrudecimiento de los enfrentamientos violentos entre pandillas ha generado una situación de inseguridad generalizada en varias comunas de la zona metropolitana de Puerto Príncipe y desplazado a decenas de miles de personas.
“De acuerdo al informe de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH), más de 50 mujeres fueron víctimas de violaciones colectivas durante los enfrentamientos en el mes de julio entre las bandas armadas en Cité-Soleil de Puerto Príncipe en Haití, muchas de ellas frente a sus hijos. Recientemente, 58 mujeres fueron violadas por estas bandas armadas que se disputan el control de territorios”, establece Espaillat en su publicación.
Reveló que, ante estos crímenes, firmó una carta junto a otro congresista solicitándole al Departamento de Estado de EE.UU. que aplique la Ley Magnitski a los líderes de bandas haitianas, y a los políticos que las respaldan.
“Esta ley congela los bienes a personas que han violentado los derechos humanos y que, entre otras cosas, han cometido crímenes horrorosos”, explicó Espaillat.
Manifestó que la inseguridad en Puerto Príncipe, que se aceleró tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, unida a los desastres naturales, como terremotos y tormentas, han agravado las ya terribles condiciones económicas y políticas que enfrenta Haití.
“De acuerdo a la Dirección General de Protección Civil de Haití, al 31 de agosto de 2022 en la zona metropolitana de la capital, 87,895 personas han sido desplazadas por la violencia de las pandillas, incluidas 21,684 en 36 sitios espontáneos y 66,211 en 160 comunidades/barrios de acogida”, significó.
Explicó que, ante esta situación, del 8 al 9 de diciembre, encabezó una delegación del Congreso de los Estados Unidos en las Naciones Unidas, junto a los congresistas Sheila Cherfilus-McCormick (D-FL), Andy Levin (D-MI), Frederica Wilson (D-FL), María Salazar (R-FL), y Yvette Clarke (D-NY), con el objetivo de investigar la crisis de Haití y evaluar las acciones que se están tomando e impulsar las que se deben tomar para asistir a la nación caribeña.
“Como congresista de Estados Unidos, estoy abogando para que se asigne un equipo de respuesta rápida que asista a Policía Nacional de Haití contra las pandillas que mantienen en estado de zozobra a la población ―no una ocupación o intervención militar―, y asistencia humanitaria al pueblo haitiano, que merece vivir en paz y progresar”, propone Espaillat.
Reveló que en estos momentos hay una representación de Canadá en Haití evaluando la posibilidad de que sea esta nación la que encabece un equipo élite de respuesta contra las pandillas, para ayudar a la Policía a mejorar la seguridad del país.
“La Organización de las Naciones Unidas es el organismo facultado para llevar ayuda al pueblo haitiano, y redoblaremos nuestros esfuerzos para que esa ayuda llegue lo antes posible”, concluye el congresista.