El jefe del Grupo Wagner admite el fracaso de la campaña militar rusa en Ucrania
Moscú, 24 mayo (AGENCIAS).- El jefe de la compañía de mercenarios Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, admitió el fracaso de la campaña militar rusa en Ucrania, al constatar que no se ha cumplido ninguno de sus objetivos.
En un entrevista publicada en su canal de Telegram, Prigozhin asegura que la operación militar especial se lanzó con el objetivo ‘desnazificar’, pero “convertimos a Ucrania en una nación conocida en todo el mundo. Son (los ucranianos) como los griegos y los romanos de los tiempos del florecimiento”.
La desmilitarización de Ucrania, la otra misión planteada por el presidente ruso, Vladímir Putin, también es un fracaso para Prigozhin.
“Si antes del comienzo de la operación especial ellos (los ucranianos) tenían digamos 500 tanques, ahora tienen 5.000. Si entonces sabían combatir 20.000 efectivos, ahora son 400.000. ¿Así la desmilitarizamos? Ahora resulta que nosotros militarizamos Ucrania, y de qué manera”, resumió.
Elogios al ejército ucraniano
Para el líder de Grupo Wagner sus mercenarios conforman “el mejor ejército del mundo” y añadió que, “para ser correcto, debiera decir que el segundo es el ruso”.
No obstante, ha alabado a las tropas ucranianas, al asegurar que spn “uno de los ejércitos más fuertes” que maneja con éxito cualquier sistema de armamento, ya sea de origen soviético o de la OTAN.
Además, comparó la motivación de los soldados ucranianos con la de los soviéticos durante la guerra con la Alemania nazi.
“Hacen todo en aras del logro del objetivo supremo, como nosotros durante la Gran Guerra Patria (como denominó la Unión Soviética el periodo de la Segunda Guerra Mundial entre el comienzo de la invasión de la URSS en junio de 1941 y la capitulación de Alemania)”.
Prigozhin arremetió también contra los hijos de la élite del país por la vida de lujo que exhiben en las redes sociales, cuando “a la gente de a pie les devuelven sus hijos en ataúdes de zinc, despedazados”.
El jefe de los Wagner ha advertido de que “no hay que pensar que son cientos, ahora son decenas de miles de familiares de muertos. Y seguramente serán cientos de miles” y que este doble rasero “puede terminar como en 1917, en una revolución”.