El jefe del espionaje ruso y el director de la CIA hablaron por teléfono de la situación en Ucrania
Moscú, 12 jul .- El jefe del Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia, Serguéi Narishkin, y el director de la CIA estadounidense, William Burns, hablaron por teléfono de la situación en Ucrania, informó hoy el propio Narishkin.
“Esta conversación tuvo lugar a finales del mes pasado”, dijo el alto funcionario ruso, citado por la agencia TASS.
Narishkin agregó que “como pretexto” para la llamada de Burns sirvió el fallido motín del Grupo Wagner, aunque “gran parte de la conversación se centró en el tema de Ucrania”.
“Reflexionamos y razonamos sobre qué hacer con Ucrania”, afirmó Narishkin, quien agregó que tampoco descarta mantener una reunión presencial con Burns en el futuro.
Medios de prensa informaron de que Burns visitó Ucrania el mes pasado, tema que no fue abordado durante la conversación telefónica con Narishkin, según la parte rusa.
En cuanto a una salida negociada al conflicto en Ucrania, el jefe del Servicio de Espionaje ruso dijo que las condiciones para ello aún “no han madurado”, aunque se mostró seguro de que eso ocurrirá “tarde o temprano”.
Rusia niega que el Grupo Wagner intentase apoderarse de armas nucleares durante el motín
El Kremlin calificó de bulo las declaraciones del jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kirilo Budánov, según el cual los mercenarios de Grupo Wanger trataron de hacerse con armas nucleares almacenadas en una base rusa durante su rebelión de junio pasado.Según informó este martes Budánov a medios internacionales, el 24 de junio los mercenarios de Wagner llegaron a los almacenes de armas nucleares rusos Voronezh-45, ubicados en la homónima región rusa.
El jefe de la inteligencia militar ucraniana señaló que los wagneritas querían hacerse con “pequeños dispositivos nucleares de la época soviética” para elevar las apuestas.
“Si estás dispuesto a pelear hasta el final, esta es una de las instalaciones que elevan considerablemente las apuestas”, explicó, al señalar que los mercenarios llegaron al almacén, pero no pudieron entrar.