Las calamidades del tránsito en República Dominicana, un caos que exige acción urgente

El tránsito vehicular en República Dominicana es un auténtico caos. Esta afirmación no es solo una percepción, sino una realidad que todos los ciudadanos experimentan diariamente. Las vías de nuestras zonas urbanas, así como las carreteras y autopistas, están plagadas de desafíos que ponen en riesgo la seguridad de quienes transitan por ellas. A pesar de la presencia constante de agentes de la Dirección General de Seguridad y Transporte Terrestre (DIGESETT), parece que la situación no mejora, y es crucial examinar a fondo las causas de este problema y las posibles soluciones.

Uno de los aspectos más alarmantes es la aparente falta de equidad en la aplicación de las regulaciones de tránsito. Es común observar que los agentes de la DIGESETT se concentran en abordar a conductores de carros y jeepetas, mientras que sospechosamente ignoran a los conductores de autobuses y camiones que violan de manera flagrante los límites de velocidad y cometen todo tipo de infracciones. Esta parcialidad en la aplicación de la ley contribuye a la sensación de impunidad entre los conductores de vehículos pesados y agrava la situación.

Un trágico ejemplo de las consecuencias de este desorden en el tránsito ocurrió recientemente en Bávaro, donde se registró otro fatal accidente que dejó un saldo espantoso de nueve muertos y varios heridos. Dos autobuses, uno de ellos transportando a empleados de un hotel que habían concluido su jornada laboral, chocaron de frente. Lamentablemente, esta no es una situación aislada; accidentes similares parecen ocurrir con sorprendente periodicidad en esa zona del país.

Recordemos el impactante vuelco de un autobús repleto de turistas en el Bulevar de Punta Cana, donde resultaron afectadas unas 40 personas entre muertos y heridos. Todos estos turistas que estaban disfrutando de sus vacaciones en los hoteles de la Costa Este de República Dominicana. La reacción de las autoridades en ese momento, encabezadas por el director de la DIGESETT, Hugo Veras, fue prometer una serie de iniciativas para prevenir futuros accidentes fatales en esa zona turística.

Sin embargo, cabe preguntarnos si estas medidas se han implementado y si han tenido un impacto significativo. Desafortunadamente, no se ha logrado una reducción efectiva de los accidentes en las carreteras del Este. El país sigue ocupando el lamentable primer lugar en muertes por accidentes de tránsito en el mundo, una estadística que debería hacernos reflexionar seriamente sobre la necesidad de revisar nuestra política y leyes de transporte.

Un punto fundamental en esta revisión debe ser la educación de los conductores, especialmente aquellos que manejan autobuses, camiones y patanas. Es evidente que muchos de estos conductores carecen de una educación elemental en cuanto al respeto de las normas de tránsito. Aunque siempre hay excepciones, estos accidentes suelen ser el resultado de una conducción temeraria y peligrosa. Es vital implementar programas de capacitación rigurosos y continuos para estos conductores, además de evaluar su idoneidad psicológica y física de manera regular.

Los hoteles en la zona turística de Punta Cana también deben asumir su responsabilidad en la seguridad de sus empleados y visitantes. Muchos de ellos contratan empresas privadas para el transporte de su personal sin verificar adecuadamente la idoneidad de los choferes. Es necesario que estas compañías mantengan políticas estrictas de selección de conductores, realicen controles periódicos de salud y mantengan registros del desempeño de sus choferes en las carreteras.

El caos en el tránsito no se limita a las zonas turísticas. En las principales arterias comerciales de la capital, así como en otros municipios, los microbuses, minibuses y autobuses a menudo se desplazan de manera temeraria, haciendo rebases peligrosos y mostrando poco respeto por los límites de velocidad. Esto pone en riesgo la vida de los conductores de vehículos livianos y de los peatones. La pregunta es: ¿dónde están los agentes de la DIGESETT en esos momentos?

Para abordar eficazmente este problema, es necesario que las autoridades de tránsito se enfoquen en la aplicación equitativa de las regulaciones y que se tomen medidas enérgicas contra todos los infractores, independientemente del tipo de vehículo que conduzcan. Además, es esencial invertir en campañas educativas a gran escala que promuevan el respeto por las normas de tránsito y la importancia de la seguridad vial.

Finalmente, los frecuentes y trágicos accidentes en las carreteras de República Dominicana son un reflejo del caos en el tránsito, la falta de autoridad y el incumplimiento de las normas básicas por parte de algunos conductores y empresas de transporte. La solución a este problema complejo requiere un enfoque integral que abarque desde la educación de los conductores hasta la aplicación rigurosa de las regulaciones.

Comentarios
Difundelo
Permitir Notificaciones OK No gracias