Zelenski propone en el Consejo de Seguridad medidas que limiten el poder de Rusia en la ONU
Naciones Unidas 20 sept .- El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, propuso este miércoles ante el Consejo de Seguridad de la ONU varias medidas que tienen como fin limitar el poder de Rusia en la organización como miembro permanente del Consejo con derecho a veto.
El presidente ucraniano, que compareció vestido de verde caqui, propuso que, ante la dificultad de reformar la estructura de los propios órganos de la ONU, el derecho a veto se sortee de la siguiente manera: cada vez que un Estado lo aplica, el tema llega a la Asamblea General, que podría anularlo con una mayoría cualificada.
Además, propuso que un Estado sea suspendido del Consejo de Seguridad “cuando recurre a la agresión contra otra nación en violación de la carta fundacional de la ONU”.
Estas reformas podrían hacer que la ONU en su conjunto salga del “callejón sin salida en materia de agresión” en el que se encuentra la organización, y ello pese a que la Asamblea General ha reconocido por amplísima mayoría que Rusia es el agresor en esta ocasión.
Esta situación ha hecho que “la humanidad ya no pone sus esperanzas en la ONU cuando se trata de defender las fronteras soberanas de las naciones”.
La guerra ha demostrado que hay “574 razones” para emprender esta reforma, tantos días como dura la invasión de su país.
Zelenski reitera su fórmula para la paz
Además de esas propuestas, Zelenski se sumó a la petición cada vez más extendida de reformar la composición del Consejo de Seguridad que refleje mejor la representación del mundo, y citó concretamente la necesidad de que Alemania, India, Japón, el mundo árabe y Latinoamérica tengan un asiento permanente.
A diferencia del martes, cuando intervino ante la Asamblea General, Zelenski optó por hablar este miércole en su idioma, y tuvo que esperar más de 20 minutos a que la presidencia del Consejo zanjara las protestas rusas por cuestiones de procedimiento, como ha sucedido en las cinco ocasiones previas que el Consejo ha invitado a Zelenski a intervenir por videoconferencia.
Había expectación por escuchar los supuestos detalles que ayer prometió dar sobre su Fórmula de Paz, pero finalmente no hubo grandes novedades: reiteró que solo la retirada completa de Rusia del territorio ucraniano (incluyendo también a las unidades militares y mercenarios) y la “restauración total” de la soberanía ucraniana, también sobre el mar Negro, podrían conducir al “cese de hostilidades”.
Por último, el líder ucraniano dijo estar dispuesto a celebrar “diez conferencias de asesores según los diez puntos de la Fórmula de Paz” y celebrar posteriormente una cumbre de “todas las naciones del mundo” para llevar a cabo su plan.
Una reforma al Consejo de Seguridad
Por su parte, los diez miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU pidieron este miércoles de forma conjunta una reforma de la institución para hacerla capaz de “enfrentar las amenazas complejas y apremiantes a la paz y la seguridad”.
La declaración la leyó el canciller de Ecuador, Gustavo Manrique, en nombre los diez miembros actuales y no permanentes: Brasil, Japón, Malta, Gabón, Ghana, Mozambique, Albania, Suiza y Emiratos Árabes, además de su país.
Manrique insistió en “la urgente necesidad de la reforma del Consejo”, que permitirá “mejorar el trabajo colectivo como prerrequisito para un Consejo más efectivo”.
El derecho a veto, de nuevo en medio de debates en la ONU
La declaración incluyó un llamamiento a limitar el uso del derecho a veto, privilegio que solo tienen los miembros permanentes -EE.UU., Reino Unido, Rusia, Francia y China-, que no se sumaron a este llamamiento conjunto.
Los firmantes de la declaración aprovecharon la máxima expectación en la sede de la ONU, que está llena de gobernantes y ministros de todo el mundo, y el momento de hoy, minutos antes de que el Consejo de Seguridad celebre una sesión excepcional sobre Ucrania con la participación del propio presidente de ese país, Volodímir Zelenski, que estará arropado por todos los países de la UE y EE.UU..
Sin embargo, la propia estructura de la ONU y la existencia del derecho a veto hace casi imposible que se lleve a cabo esa reforma en un momento en que la división de los países se ha exacerbado y se pone de manifiesto casi en cada momento y sobre cada conflicto.