Haití ignora el cierre fronterizo con República Dominicana y continúa el contrabando de productos dominicanos
Santo Domingo, 8 octubre , – En medio de un cierre fronterizo dispuesto por República Dominicana en represalia a la construcción de un canal de riego en el río Masacre, los haitianos muestran determinación al continuar con el contrabando de productos dominicanos, ignorando las consecuencias de la medida.
A pesar de la carestía y la subida de precios, los haitianos están dispuestos a hacer lo que sea necesario para concluir la obra del canal.
Según cifras oficiales, más de la mitad de los productos consumidos en Haití provienen de República Dominicana, y este país vecino se ha convertido en el segundo socio comercial de Haití.
Los productos de alimentación dominicanos son especialmente populares en Haití, que también necesita medicinas y materiales de construcción, como hierro y cemento, lo que ha llevado a una notable escasez en los mercados y hogares haitianos desde el cierre de la frontera.
En los mercados, los precios han subido debido a las extorsiones de las bandas armadas que operan en las carreteras y exigen pagos adicionales a los transportistas.
Estos costos adicionales se reflejan en los precios que los comerciantes deben cobrar por los productos. Además, ha habido escasez de productos dominicanos como cocos, higos bananeros y huevos, y cuando estos están disponibles, sus precios se han duplicado o triplicado en poco tiempo.
El contrabando se ha convertido en una actividad común entre los dos países vecinos, y muchos haitianos cruzan a pie áreas fronterizas no controladas para comprar productos dominicanos y venderlos en los mercados haitianos. Incluso productos como los huevos, que se han convertido en una mercancía preciada, ingresan ilegalmente a Haití a través del contrabando.
A pesar de las dificultades económicas causadas por el cierre de la frontera, muchos haitianos apoyan firmemente la construcción del canal de riego en el río Masacre. Ven este proyecto como una oportunidad para su propio bienestar y están dispuestos a soportar las pérdidas económicas para verlo terminado. Consideran que los dominicanos deben dejar de explotarlos y están decididos a demostrar su determinación y unidad para lograr sus objetivos.
De acuerdo a una publicación de Diario Libre, los haitianos han demostrado un fuerte sentimiento nacionalista y de unidad en torno a este proyecto. Las fronteras cerradas no los detienen, y su lema es claro: «El canal no se detendrá» (KPK en creole) o «el canal o la muerte». A través de campañas en redes sociales, están promoviendo el consumo de productos locales como una forma de enfrentar el cierre de la frontera.
La producción local ha experimentado una revalorización sin precedentes, ya que los haitianos se han dado cuenta de que su país tiene la capacidad de producir lo que necesita para alimentarse si se garantiza la seguridad en las carreteras y se protegen las zonas agrícolas de las bandas armadas. La determinación de los haitianos es clara: resistirán y lucharán por el canal y por su propia autosuficiencia.
A pesar de las pérdidas económicas sufridas tanto en el lado dominicano como haitiano debido al cierre de la frontera, el proyecto del canal de riego en el río Masacre continúa avanzando. El presidente dominicano, Luis Abinader, decretó el cierre de la frontera a partir del 15 de septiembre para presionar la paralización de los trabajos de toma de agua. Sin embargo, la determinación de los haitianos es evidente, y están dispuestos a hacer lo que sea necesario para ver este proyecto finalizado.