Claudia de la Cruz, dominicana, encabeza candidatura por el socialismo en las elecciones presidenciales de EE.UU.

Nueva York, 22 de febrero – Con el eslogan «Únete a nosotros en la construcción de un movimiento socialista. Acabaremos con el gobierno de los multimillonarios de una vez por todas», Claudia de la Cruz, una mujer de origen dominicano nacida en El Bronx, se postula como candidata a la presidencia de Estados Unidos junto a Karina García. Ambas aspiran a liderar el primer gobierno socialista en la historia de la nación, con elecciones programadas para el 5 de noviembre.

El programa de gobierno propuesto por De la Cruz incluye medidas radicales, como la apropiación de las 100 principales corporaciones estadounidenses, la eliminación de agencias federales como el FBI, la CIA y la Reserva Federal, así como la toma de control sobre los militares. Además, plantea la abolición del Senado y la Corte Suprema.

Bajo el lema «Acabemos con el capitalismo antes de que acabe con nosotros», el Partido Socialismo y Liberación (PSL) busca llamar la atención sobre su agenda socialista y exponer ideas políticas diferentes a las presentadas por los principales partidos estadounidenses.

A pesar de no establecer un plan detallado para llevar a cabo sus propuestas, De la Cruz se muestra optimista sobre el momento político en Estados Unidos y destaca la importancia de la lucha y el movimiento para lograr transformaciones sociales. «Nada de lo que hemos ganado como personas de clase trabajadora en la sociedad ha sido otorgado por la benevolencia de la clase dominante», afirmó en una entrevista con The Guardian.

De la Cruz y García forman parte de un grupo selecto de candidaturas alternativas que, aunque enfrentan una victoria improbable, buscan destacar agendas específicas y presentar ideas políticas distintas a las de los partidos dominantes. El impacto más cercano a una ola izquierda en Estados Unidos se registró en 2016 con la candidatura de Bernie Sanders, el senador independiente de Vermont.

Claudia de la Cruz critica la actuación de la Administración de Biden ante el conflicto en Gaza y la ofensiva de Israel, lo que, según ella, ha generado rechazo entre los izquierdistas. Subraya la incapacidad del Partido Demócrata para cumplir sus promesas como un factor que ha impulsado el interés por opciones políticas alternativas.

En el hipotético escenario de la Administración De la Cruz-García, después de apoderarse de las 100 corporaciones, se enfocarían en proporcionar atención médica gratuita, vivienda, mejorar la educación y ofrecer cuidado infantil gratuito. También abogarían por poner fin al problema del encarcelamiento masivo en los Estados Unidos.

Aunque estas propuestas generan interés, la falta de soluciones tangibles y cambios de tema al ser cuestionadas sobre puntos específicos levantan suspicacias sobre la viabilidad de su proyecto electoral. Además, enfrentan obstáculos logísticos significativos, como el acceso a las boletas electorales, un requisito que implica recopilar miles de firmas de apoyo, tiempo y dinero, lo cual se presenta como un desafío para candidatos alternativos.

A pesar de los desafíos, Claudia de la Cruz y su compañera de fórmula Karina García buscan dejar su huella en el panorama político estadounidense y promover un diálogo sobre el socialismo en la nación. A medida que avanzan hacia las elecciones de noviembre, su campaña enfrenta no solo la resistencia de la realidad política actual sino también limitaciones financieras que podrían afectar su presencia en las boletas electorales.

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