Monseñor Francisco Ozoria alerta sobre la persistencia de corrupción y delincuencia en República Dominicana
Santo Domingo, 28 de febrero – En un pronunciamiento y llamados a la reflexión, monseñor Francisco Ozoria destaca que la República Dominicana continúa enfrentando desafíos significativos en cuanto a corrupción y delincuencia, obstáculos que limitan la consecución de una libertad integral para la nación.
Durante la homilía del tedéum en conmemoración del 180 aniversario de la independencia nacional, el líder religioso enfatizó la necesidad apremiante de cultivar valores espirituales. Ozoria instó a la construcción de una cultura de paz, subrayando la importancia de no perder de vista los valores patrios que deben ser rescatados y fortalecidos para un desarrollo sostenible.
En sus palabras, monseñor Ozoria señaló que la liberación integral debe abarcar cuerpo, alma y espíritu, y advirtió sobre los riesgos de quedarse únicamente en lo humano y material. «No podemos quedarnos en lo humano, en lo material, porque estaremos mal todavía», expresó de manera franca y directa.
Además, el líder religioso hizo un llamado a los funcionarios para que sirvan al país de manera desinteresada, orientando sus acciones hacia el bien y contribuyendo al desarrollo integral de la nación.
Reiterando la importancia de restaurar la confianza, el optimismo y la esperanza de un futuro promisorio, monseñor Ozoria concluyó la ceremonia con una súplica a Dios y a la Virgen María por sabiduría para el pueblo dominicano y todas las autoridades.
El acto religioso comenzó con una salva de 21 cañonazos en recepción al presidente Luis Abinader en la Catedral Primada de América. Posteriormente, la interpretación de las notas del Himno Nacional congregó a ciudadanos en apoyo al mandatario, celebrando el Día de la Independencia con fervor.
La llegada del presidente Abinader, acompañado por la primera dama, Raquel Arbaje, la vicepresidenta, Raquel Peña, y otros altos funcionarios del gobierno, marcó la culminación del acto religioso. Tras la homilía, el mandatario se trasladó al Altar de la Patria, siendo recibido con entusiasmo por un contingente militar y simpatizantes que coreaban «¡4 años más!».