Los desacuerdos dificultan la elección de los miembros del consejo de transición en Haití
Puerto Príncipe, 14 marzo .- Los desacuerdos internos dificultaron este miércoles la elección de los miembros que conformarán el consejo presidencial de transición en Haití e, incluso, uno de los principales partidos involucrados, el Pitit Dessaline, anunció que no enviará un representante a esa institución.
La creación de ese consejo de transición es resultado de la reunión del lunes pasado en la capital de Jamaica, convocada por la Comunidad del Caribe (Caricom) para buscar una solución a la extrema situación en Haití y en la que también participaron representantes haitianos, de la ONU y de socios internacionales, entre ellos Estados Unidos, con su secretario de Estado Antony Blinken al frente.
Tras esa cita, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, quien está en Puerto Rico después de permanecer varios días en paradero desconocido, anunció en un mensaje a la nación su dimisión del cargo en cuanto esté constituido el consejo presidencial porque, dijo, “ningún sacrificio es demasiado grande” para el país, que “necesita paz, estabilidad y un desarrollo duradero”.
La negativa de uno de los partidos claves en el consejo
Este miércoles, en rueda de prensa, el líder de Pitit Dessaline, el exsenador Jean Charles Moise, comunicó que su formación política rechaza la iniciativa del consejo de transición y no enviará un representante, pese a ser uno de los movimientos, fuerzas y sectores de la sociedad civil que debía nombrar a los siete miembros que integrarán la institución junto a dos observadores.
El Pitit Dessalines (Descendientes de Dessalines) es una formación de izquierdas surgida en febrero de 2017 que se declara abierta a todos aquellos que “comparten hasta el final el ideal de Dessalines” (Jean-Jacques Dessalines, padre de la independencia de Haití).
Esta era una de las entidades que debían designar a los componentes del consejo presidencial junto al Colectivo 30 de Enero, Acuerdo de Montana, Acuerdo del 21 de Diciembre, EDE/RED, el partido Fanmi Lavalas y el Sector Privado, mientras que los observadores representarán al Reagrupamiento por una Entente Nacional y Soberana (REN) y a la Diáspora de haitianos residentes en el exterior.
Estos actores y formaciones reflejan, prácticamente, a los diferentes sectores de la vida nacional en Haití.
Pero, ante los desacuerdos surgidos internamente, muchos de esos movimientos no han enviado aún los nombres de quienes formarán parte de la institución, que deberá ponerse de acuerdo en la designación de un primer ministro interino y preparará el camino para la celebración de elecciones presidenciales.
Por el momento, solo se han conocido algunos de los nombres elegidos, como el de Edgard Leblanc Fils, del Colectivo 30 de Enero.
Además de los desacuerdos registrados internamente, el nombramiento de representantes puede retrasarse porque algunas de las personas que podrían ser designadas corren el riesgo de ser inelegibles al no haber declarado sus bienes.
El martes, Estados Unidos consideró que el consejo de transición podía formarse en 24 o 48 horas y mostró su deseo de que el nombramiento de un primer ministro interino se produzca “sin demora”.
Voces en contra del acuerdo
Diversas voces se han levantado en contra del pacto alcanzado en la reunión de la Caricom, entre ellos la del ex líder rebelde Guy Philippe, quien no podría ser miembro del consejo presidencial por haber sido condenado en su momento por lavado de activos en Estados Unidos.
Antes de que se conociera el acuerdo alcanzado en Jamaica, Jimmy Chérizier, alias Barbecue, en nombre de la coalición de bandas armadas ‘Vivre Ensemble’ (Vivir Juntos), también rechazó las negociaciones de la comunidad internacional porque es el pueblo haitiano “el que debe tomar el destino en sus manos” y mostró su oposición a las fuerzas extranjeras.
El martes, decenas de personas se manifestaron, con pancartas y barricadas en llamas, frente a la embajada en Puerto Príncipe de Canadá, uno de los actores extranjeros clave en el país junto a Estados Unidos y Francia, en contra del consejo presidencial de transición.
La violencia se incrementó de forma exponencial en Haití después de que el 28 de febrero se conociera que Henry se había comprometido a celebrar elecciones antes de finales de agosto de 2025, pese a que en 2022 alcanzó un acuerdo con partidos, organizaciones de la sociedad civil y miembros del sector privado para abandonar el poder el 7 de febrero de 2024, lo que no se produjo.
Las poderosas bandas armadas incrementaron entonces sus acciones contra instituciones, empresas y cárceles, de las que huyeron más de 3.000 presos, entre ellos miembros y líderes de pandilllas, e intentaron atacar, sin éxito, el Palacio Nacional y el Ministerio de Justicia, pese a estar en vigor el estado de emergencia y el toque de queda en el departamento del Oeste, donde está Puerto Príncipe.
Haití está a la espera del despliegue de la misión multinacional de apoyo a la seguridad aprobada por la ONU y que encabezará Kenia, cuyo presidente, William Ruto, reafirmó este miércoles el compromiso de su país para encabezar esa fuerza una vez se nombre el consejo de transición.