República Dominicana: Desarrollo humano en contraste
Santo Domingo, 20 de marzo – A pesar de su posición en la lista de países con desarrollo humano alto, República Dominicana muestra marcadas desigualdades internas en la distribución de la riqueza y el acceso a oportunidades. Aunque se sitúa en el puesto 82 de 192 naciones en términos de desarrollo humano, persisten disparidades estructurales que afectan la calidad de vida de sus ciudadanos.
Estas diferencias se manifiestan en los territorios y son evidentes en las mediciones de las brechas de género. «Más allá de los promedios, persisten desigualdades estructurales que limitan una mejora significativa en la calidad de vida para todos los ciudadanos», según la presentación de la Plataforma Territorial de Desarrollo Humano República Dominicana, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Esta plataforma, considerada el primer centro de información multidimensional para la publicación de datos y análisis, tiene como objetivo contextualizar las asimetrías en el desarrollo humano a nivel de territorios en los últimos 13 años.
Según los datos de la plataforma, el país ha perdido alrededor del 22% de su potencial de desarrollo humano en siete años debido a las brechas de desigualdad territorial en el acceso a servicios sociales básicos en salud, educación y generación de ingresos. El índice de desarrollo humano en educación experimentó la mayor pérdida, con un 27.6% durante el período señalado, mientras que en los indicadores de salud e ingresos, las pérdidas fueron del 16.1% y del 21.6%, respectivamente.
En términos de distribución territorial, se observa un mayor nivel de desarrollo humano en la región Ozama (Distrito Nacional y Santo Domingo), seguida de las regiones con desarrollo humano medio alto: Higuamo, Cibao Nordeste y Cibao Sur. Estas regiones muestran progresos importantes en sus indicadores de desarrollo durante el período 2010-2022.
Por otro lado, las regiones con desarrollo humano medio bajo, como Cibao Norte y Valdesia, presentan un nivel de avance inferior debido a las brechas estructurales en el acceso a servicios sociales, lo que limita su potencial de crecimiento en las dimensiones del IDH.
En el extremo opuesto se encuentran las regiones con mayor rezago o desarrollo humano bajo, como Cibao Noroeste, El Valle, Enriquillo y Yuma. Estas regiones, en su mayoría fronterizas, enfrentan desafíos significativos en el acceso a servicios de educación, salud y oportunidades laborales decentes.
Las desigualdades entre las regiones se atribuyen a brechas en la calidad de los servicios sociales, distribución desigual de la inversión pública, mercados laborales segmentados y exclusiones sociales como la violencia de género y la discriminación. Sin embargo, las regiones con mayores privaciones también tienen mayores oportunidades para acelerar los logros.
Para abordar estas disparidades, el PNUD recomienda diseñar políticas públicas centradas en las personas de los territorios, con el fin de orientar la inversión y el gasto público de manera más efectiva. Esto incluye promover el crecimiento económico inclusivo, reformar los mercados laborales y potenciar políticas de igualdad de género.
Los datos presentados por la plataforma sirven como herramienta estratégica para la planificación y el diseño de políticas públicas que generen mayores niveles de bienestar y reduzcan las brechas de desarrollo en todo el país. La necesidad de promover una distribución más equitativa de los recursos y aumentar el acceso a oportunidades es crucial para avanzar hacia un desarrollo humano más sostenible y equitativo en República Dominicana.