Eclipse solar total este lunes 2024: Un fenómeno astronómico único Según experta de la NASA
Cabo Cañaveral, Florida, 7 abril – El eclipse solar total del 2024, un fenómeno que convertirá el día en noche por unos minutos, se perfila como uno de los eventos astronómicos más significativos de la década. Este acontecimiento, que se podrá observar principalmente en América del Norte, abarcará México, Estados Unidos y Canadá, ofreciendo una experiencia única de observación por la trayectoria que seguirá a través de numerosas grandes ciudades y su duración excepcional de más de cuatro minutos.
Bea Gallardo-Lacourt, especialista de la NASA en la interacción entre el viento solar y el campo magnético terrestre, compartió con Infobae la importancia de este eclipse. Según explicó, este evento se caracteriza por el ocultamiento total del Sol por la Luna, permitiendo una visión detallada de la corona solar. “Este eclipse solar total implica que el 100% de la luz del Sol será cubierta por la Luna, que pasará entre nuestro planeta y la estrella, dejando a la vista su corona. Nos brindará la oportunidad de ver el Sol con un nivel de detalle extremadamente único”, afirmó Gallardo-Lacourt.
Lo que distingue a este eclipse del ocurrido en 2017 en Estados Unidos es el estado de actividad solar. En aquel momento, el Sol estaba en una fase de declive de su actividad, mientras que para el 2024 se espera que su actividad esté incrementándose, lo que sugiere un mayor número de explosiones y llamaradas solares. «Es un momento en que la corona solar está mucho más activa, permitiendo la realización de observaciones y experimentos más enriquecedores», precisó la especialista, que se unió a la NASA en 2019.
El ciclo solar, que dura aproximadamente 11 años, alterna entre períodos de actividad mínima y máxima. Durante el máximo solar, el Sol muestra un aumento en la actividad, incluyendo erupciones solares y eyecciones de masa coronal. Este patrón fue evidenciado por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, que capturó una impresionante imagen de una llamarada solar el 5 de agosto de 2023.
Este eclipse solar total del 2024 no solo será una maravilla visual para los aficionados a la astronomía y el público en general, sino que también ofrecerá una oportunidad invaluable para la comunidad científica de estudiar el Sol en una fase de alta actividad, contribuyendo así a una mayor comprensión de nuestra estrella más cercana.
El inminente eclipse solar total, que oscurecerá América del Norte desde el océano Pacífico hasta el Atlántico, está previsto para ser uno de los más estudiados en la historia reciente. La NASA y otras instituciones científicas aprovecharán este fenómeno para realizar experimentos que arrojen luz sobre algunos de los misterios más profundos del Sol y su impacto en nuestro planeta.
Durante el máximo solar, el campo magnético del Sol se encuentra en su estado más complejo y desorganizado, lo que los científicos comparan con una «bola de pelo enredada». Este estado caótico del campo magnético solar hace que el eclipse de 2024 sea particularmente interesante para la comunidad científica. Se espera que durante este período, las características como las llamaradas solares y las protuberancias sean más visibles y frecuentes, ofreciendo una rara oportunidad de observar estos fenómenos en detalle.
Las protuberancias, que se manifiestan como estructuras en forma de bucles de un color rosa intenso que emergen de la superficie del Sol, y las eyecciones de masa coronal, grandes liberaciones de plasma y campo magnético desde la corona solar, podrían ser observadas durante el eclipse. La posibilidad de presenciar una eyección de masa coronal en tiempo real sería un evento sin precedentes para los espectadores y un valioso objeto de estudio para los científicos.
Gallardo-Lacourt destacó la importancia de los eclipses solares totales para la investigación científica, ya que permiten a los expertos estudiar en detalle cómo se comporta la corona solar, los cambios en el campo magnético del Sol, y cómo estos fenómenos afectan a la atmósfera terrestre. La interacción entre la atmósfera del Sol y de la Tierra durante el eclipse puede revelar información crucial sobre el clima espacial y su influencia en nuestro planeta.
Los experimentos planeados para el eclipse de 2024 se basan en los aprendizajes obtenidos durante el eclipse de 2017. Incluirán desde observaciones detalladas de la corona solar hasta estudios sobre cómo el eclipse afecta la ionosfera terrestre. Estos experimentos involucrarán una amplia gama de instrumentos, desde cámaras montadas en aviones de investigación hasta telescopios operados por aficionados, todos enfocados en capturar el fenómeno desde distintas perspectivas y altitudes.
La preparación para el eclipse solar total de 2024 no se detiene en la Tierra. Las misiones espaciales activas, como la sonda Parker de la NASA y la ESA, así como el Solar Orbiter, ofrecerán una perspectiva única de la corona solar en un momento crítico de máxima actividad solar. Estas naves espaciales, diseñadas específicamente para estudiar los misterios de la corona y las dinámicas solares, complementarán las observaciones terrestres y aéreas, proporcionando una imagen más completa de los efectos del eclipse.
El avión WB-57 de la NASA jugará un papel crucial durante el eclipse. Equipado con cámaras y espectrómetros avanzados, realizará un vuelo estratégico a lo largo de la trayectoria del eclipse para capturar datos sobre los cambios en la temperatura atmosférica y la composición química de la corona solar. Esta misión permitirá a los científicos analizar las eyecciones de masa coronal y obtener información vital sobre el viento solar, extendiendo la observación de la sombra lunar y proporcionando detalles sin precedentes sobre este fenómeno astronómico.
Además, el lanzamiento de tres cohetes sonda a alturas de hasta 150 km durante el eclipse servirá para medir las variaciones en la temperatura y el comportamiento de las partículas en la atmósfera superior. Este esfuerzo busca comprender mejor las ondas de gravedad generadas por el enfriamiento repentino de la atmósfera, un fenómeno que puede tener implicaciones significativas para la aviación y los patrones climáticos globales.
El Proyecto Nacional de Vuelos en Globo Eclipse jugará un papel esencial en este estudio. Equipos a lo largo de la trayectoria de totalidad, desde Texas hasta Nueva Inglaterra, lanzarán globos atmosféricos para medir los efectos del eclipse en las capas inferiores de la atmósfera. Estas mediciones serán comparadas con las de otros equipos para evaluar el impacto del eclipse en nuestra atmósfera y responder preguntas sobre la presencia de ondas de gravedad en las partes más bajas de la atmósfera terrestre.
Un espectáculo celestial ampliado y duradero
La próxima maravilla celestial, el eclipse solar total del 8 de abril de 2024, promete un espectáculo sin precedentes visible en América del Norte. Este fenómeno, donde la Luna oculta completamente al Sol, brindará a los espectadores en México, Estados Unidos y Canadá la oportunidad de experimentar la oscuridad en pleno día. El astrónomo Diego Bagú compartió con Infobae detalles sobre este evento, destacando la extensa franja de totalidad que cruzará el continente en una dirección suroeste-noreste, ofreciendo a millones la chance de presenciar uno de los eventos más asombrosos de la naturaleza.
A diferencia del eclipse de 2017, el camino de la totalidad del eclipse de 2024 será significativamente más ancho, permitiendo que el doble de la población experimente el fenómeno. Se estima que 31 millones de personas en ciudades principales estarán directamente en el camino del eclipse, y se espera que millones más viajen para observarlo. La proximidad de la Luna a la Tierra durante este eclipse también resultará en una duración mayor, casi el doble que el eclipse anterior, según explicó Bea Gallardo-Lacourt, especialista de la NASA.
El eclipse de 2024 tendrá un camino de totalidad de entre 173 y 196 kilómetros de ancho, cubriendo más terreno que el de 2017, que oscilaba entre 100 y 114 kilómetros. Además, este eclipse pasará por más áreas densamente pobladas, aumentando la facilidad con que más personas pueden observar la totalidad. Alrededor de 31,6 millones de personas viven directamente en el camino del eclipse, con 150 millones más viviendo a una distancia accesible.
La duración de la totalidad también será notablemente más larga. En 2017, el máximo de totalidad fue de 2 minutos y 42 segundos cerca de Carbondale, Illinois. En contraste, el eclipse de 2024 ofrecerá hasta 4 minutos y 28 segundos de totalidad en algunas áreas, proporcionando a los observadores una experiencia aún más profunda y detallada de este fenómeno astronómico.
Esta prolongada observación del eclipse no solo fascinará a los espectadores sino que también brindará a los científicos una oportunidad valiosa para estudiar la corona solar y los efectos del eclipse en la atmósfera terrestre. La demanda de gafas especializadas para observar el eclipse de forma segura es un pequeño precio a pagar por la protección de la visión y la posibilidad de ser testigos de este majestuoso evento celestial.