Las encuestas
Aníbal de Castro
Que yo sepa, ningún medio de comunicación hace encuestas, sino que contrata empresas calificadas para medir el pensar de la ciudadanía sobre cuestiones pertinentes, como la inclinación a votar en una elecciones generales, municipales o legislativas. Es lo que hacemos en Diario Libre y se remonta a una tradición inaugurada por la revista Rumbo en el siglo pasado, génesis de este periódico.
Nos limitamos a colaborar en la elaboración del cuestionario y, luego, a publicar los resultados. Nada tenemos que ver con el trabajo de campo. Los números y preferencias son exactamente los que nos proporciona Greenberg, una de las encuestadoras norteamericanas más prestigiosas. Eso es lo que publicamos. Nada más y nada menos.
Con la divulgación y contratación de encuestas se cumple una de las tareas de un periódico, que es informar. A mí personalmente me da tres pitos que alguien diga que la encuesta fue manipulada, pagada por un candidato o que busca desestabilizar las propuestas de quienes aparecen como posibles perdedores. Me declaro inmune a las maledicencias y atribución de intenciones.
Que nadie se llame a engaño. Una encuesta refleja exclusivamente el sentir de la colectividad en un momento dado. Esencialmente, es una radiografía instantánea que el tiempo y circunstancias imprevisibles pueden modificar. Admite un rango de errores que lo mismo cambia los porcentajes hacia arriba que hacia abajo.
La verdadera encuesta será el 19 de mayo y estará firmada por los votantes. Son ellos, y no Diario Libre ni Aníbal De Castro, quienes escogerán al próximo presidente, diputados y senadores. Solo me resta desear buena suerte a los que están arriba o abajo en la encuesta que desde hoy publicamos. Y, honi soit qui mal y pense!
Diario Libre