Israel intenta contener los efectos de la petición de órdenes de arresto internacionales
JERUSALÉN, 21 mayo — El ministro israelí de Exteriores se dirigía a Francia el martes en un intento de contener las consecuencias de la decisión del fiscal de la Corte Penal Internacional de pedir órdenes de arresto contra líderes israelíes y de Hamás, una iniciativa respaldada por varios países europeos, incluida Francia, un aliado clave.
Francia, Bélgica y Eslovenia expresaron su apoyo a la iniciativa del fiscal de la CPI, Karim Khan, que acusó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y a tres líderes de Hamás —Yahya Sinwar, Mohammed Deif e Ismail Haniyeh— de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en la Franja de Gaza e Israel.
Su apoyo dejaba al descubierto las divisiones en la estrategia occidental hacia Israel y agravaba el aislamiento internacional del país por su conducta en la guerra en Gaza.
Las reuniones del ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, con su homólogo francés y otros funcionarios de alto nivel podría marcar la pauta de cómo gestionan los países esas órdenes —si es que llegan a emitirse— y si podrían suponer una amenaza para los líderes israelíes.
Israel aún cuenta con el apoyo de su principal aliado, Estados Unidos, así como de otros países occidentales que se posicionaron en contra de la decisión. Pero si las órdenes se emiten, podrían complicar los viajes internacionales para Netanyahu y Gallant. Israel no forma parte del tribunal.
Mientras crecían los efectos de la decisión del fiscal, la violencia continuaba en la región. Al menos siete palestinos, incluido un médico local, murieron en una redada israelí en la ocupada Cisjordania, según autoridades de salud palestinas.
En su comunicado el lunes por la noche sobre las peticiones de órdenes de arresto, Francia dijo que “respalda a la Corte Penal Internacional, su independencia y la lucha contra la impunidad en todas las situaciones”.
“Francia ha advertido durante muchos meses sobre el imperativo del cumplimiento estricto del derecho internacional humanitario y en particular sobre la naturaleza inaceptable de las pérdidas civiles en la Franja de Gaza y el acceso humanitario insuficiente”, añadió el comunicado.
Francia tiene una gran comunidad judía y estrechos lazos comerciales y diplomáticos con Israel, que sus líderes visitan con frecuencia.
Por su parte, la ministra belga de Exteriores, Hadja Lahbib, dijo el lunes en una publicación en X que “los crímenes cometidos en Gaza deben ser procesados al más alto nivel, sin importar quiénes sean los responsables”.
Netanyahu y otros líderes israelíes tacharon la decisión del fiscal como vergonzosa y antisemita. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también criticó al fiscal y respaldó el derecho de Israel a defenderse de Hamás. Reino Unido dijo que la iniciativa “no ayuda” y que la CPI no tiene jurisdicción en ese caso, mientras que República Checa, un país aliado de Israel, calificó la decisión de Khan de “lamentable y completamente inaceptable”.
Un comité de tres jueces decidirá si emite las órdenes de arresto y permite que el caso siga adelante. Los jueces suelen tardar unos dos meses en pronunciarse.
Israel ha enfrentado crecientes críticas incluso de sus aliados más estrechos por la guerra en Gaza, que ya está en su octavo mes. Más de 35.000 palestinos han muerto, según el Ministerio de Salud en Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes en su conteo. La guerra ha desencadenado una crisis humanitaria que ha desplazado a buena parte de la población del enclave costero y provocado hambruna en algunas zonas, algo que según Khan Israel ha empleado como “método de guerra”.
La guerra comenzó el 7 de octubre tras un ataque mortal de Hamás en el que milicianos de Gaza cruzaron a Israel y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, además de llevarse 250 rehenes. Khan acusó a los líderes de Hamás de crímenes contra la humanidad como exterminio, asesinato y violencia sexual.
Desde que comenzó la guerra, la violencia también se ha disparado en Cisjordania.
Al menos siete palestinos murieron el martes en una incursión israelí en el campo de refugiados de Yenín y la ciudad contigua del mismo nombre, según el Ministerio palestino de Salud. Hace tiempo que la zona es un baluarte de la lucha armada contra Israel.
El ejército dijo que sus fuerzas habían atacado a milicianos en la operación, mientras que el grupo armado Yihad Islámica Palestina dijo que sus combatientes se habían enfrentado a las fuerzas israelíes.
Sin embargo, según Wissam Abu Baker, director del Hospital Gubernamental de Yenín, uno de los muertos era el especialista de cirugía del centro Ossayed Kamal Jabareen. Murió cuando se dirigía a trabajar, dijo Abu Baker.
Yenín y el campo de refugiados, considerados como un núcleo de militancia, ya eran objeto de frecuentes incursiones israelíes mucho tiempo antes de la guerra en Gaza.
Desde que comenzó la guerra, casi 500 palestinos han muerto en combates en Cisjordania, muchos de ellos milicianos, así como otros que arrojaron piedras o explosivos a las tropas. También han muerto personas que no participaban en los enfrentamientos.
Israel dice que persigue la militancia disparada en el territorio y señala al incremento en los ataques de palestinos a israelíes. Desde que comenzó la guerra en Gaza ha detenido a más de 3.000 palestinos.
Israel capturó Cisjordania en la Guerra de los Seis Días de 1967, junto con Jerusalén Oriental, que más tarde se anexionó, y la Franja de Gaza, de donde retiró tropas y colonos en 2005. Los palestinos reclaman esos territorios como parte de un futuro estado independiente, unas esperanzas que se han reducido desde que estalló la guerra en Gaza.
AP