Marcha nacionalista por zona palestina de Jerusalén seguirá adelante pese a las tensiones

JERUSALÉN, 5 junio  — Miles de israelíes, en su mayoría ultranacionalistas, participarían el miércoles en una marcha anual por un populoso vecindario palestino en la Ciudad Vieja de Jerusalén, una cita que suele incluir cánticos racistas y altercados.

Jerusalén, que está en el corazón del conflicto israelí-palestino, ha estado tranquila en su mayor parte durante la guerra entre Israel y Hamás, pero la marcha podría provocar tensiones generalizadas como ocurrió hace tres años, cuando contribuyó a provocar una guerra de 11 días en Gaza.

La guerra actual comenzó con el ataque de Hamás del 7 de octubre, en el que los milicianos mataron a unas 1.200 personas —en su mayoría civiles— y secuestraron a otras 250. Israel respondió con una enorme ofensiva que ha matado a más de 36.000 personas, según autoridades locales de salud, desplazado a la mayoría de la población del territorio y causado una destrucción generalizada.

Estados Unidos ha apoyado un plan de cese el fuego y canje de prisioneros presentado por su presidente, Joe Biden, la semana pasada. Pero Israel afirma que no pondrá fin a la guerra sin destruir a Hamás, mientras que el grupo armado reclama un cese el fuego duradero y la retirada total de las fuerzas israelíes.

La marcha anual conmemora el “Día de Jerusalén”, que recuerda la captura de Jerusalén Oriental, incluida la zona antigua y sus lugares de culto sagrados para judíos, cristianos y musulmanes, en la Guerra de los Seis Días de 1967.

Israel considera que toda Jerusalén es su capital, pero su anexión de Jerusalén Este no tiene reconocimiento internacional. Los palestinos, que reclaman Jerusalén Este como la capital de un estado futuro, ven la marcha como una provocación.

En años anteriores, la policía apartó por la fuerza a palestinos de la ruta del desfile, y grandes grupos, en su mayoría jóvenes ultranacionalistas, corearon “muerte a los árabes”, “que tu pueblo arda” y otros lemas ofensivos. La policía dijo que desplegaría 3.000 agentes para garantizar la calma.

A insistencia del ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, la marcha seguirá su ruta tradicional y entrará en el barrio musulmán por la Puerta de Damasco para terminar en el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado donde pueden orar los judíos.

Mientras autobuses con jóvenes hombres judíos se congregaban en torno a los muros del casco antiguo, tenderos palestinos cerraban sus comercios en el barrio musulmán como precaución.

La policía recalcó que la marcha no entraría en el amplio complejo de la mezquita Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam. La colina sobre la que se encuentra es también el lugar más sagrado por los judíos, que lo conocen como Monte del Templo porque es el lugar donde se alzaban los templos judíos de la antigüedad.

La impresión de que había esfuerzos en marcha para ganar control sobre el lugar ha provocado estallidos de violencia generalizada en varias ocasiones en las últimas décadas.

Había contraprotestas programadas durante la jornada. Un grupo israelí, Tag Meir, envió voluntarios por las calles de la ciudad, que se iban vaciando antes de la marcha, para obsequiar flores a residentes cristianos y musulmanes del casco antiguo.

TROPAS ISRAELÍES OPERAN EN EL CENTRO DE GAZA

Mientras tanto, en Gaza, el ejército israelí dijo que ha iniciado una “actividad operativa” en dos lugares del centro del enclave en una posible ampliación de la ofensiva terrestre iniciada hace meses contra Hamás.

El ejército dijo el miércoles que sus fuerzas operaban “tanto sobre como bajo tierra” en el este de Deir al-Balah y Bureij, un populoso campo de refugiados palestino que se remonta a la guerra de 1948 en torno a la formación de Israel. La operación comenzó con ataques aéreos contra infraestructura militar, según el ejército, y después las tropas emprendieron “operaciones dirigidas a la luz del día” en los dos puntos.

Israel bombardea de forma rutinaria todas las zonas de Gaza desde que comenzó la guerra y ha realizado grandes operaciones terrestres en las dos mayores ciudades del territorio, Ciudad de Gaza y Jan Yunis, que las dejaron en ruinas en gran parte.

Las tropas realizaron otra ofensiva este año durante varias semanas en Bureij y otros campos de refugiados cercanos en el centro de Gaza.

Los soldados salieron el pasado viernes del campo de Jabaliya, en el norte de Gaza, tras semanas de combates que dejaron una destrucción generalizada. Trabajadores de emergencias han recuperado los cuerpos de 360 personas, en su mayoría mujeres y niños, que murieron en los combates.

Israel envió tropas a Rafah el mes pasado en lo que describió como una incursión limitada, pero ahora esas fuerzas operan en zonas céntricas de la ciudad más meridional de Gaza. Más de un millón de personas han huido de Rafah desde el inicio de la operación, y muchas de ellas se han dirigido al centro de Gaza.

AGENCIAS ONU ALERTAN SOBRE HAMBRUNA

Los ocho meses de ofensiva prácticamente han cortado el flujo de comida, medicamentos y otros suministros a los palestinos, que enfrentan un hambre generalizada. Dos agencias de Naciones Unidas advirtieron el miércoles que si continúan las hostilidades, para mediados del próximo mes más de un millón de palestinos en la Franja de Gaza podrían sufrir el nivel más grave de inanición con riesgo para la vida.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) dijeron en un reporte conjunto que el hambre está empeorando debido a las intensas restricciones al acceso humanitario y el colapso del sistema alimentario local provocado por la guerra.

La situación sigue siendo sombría en el norte de Gaza, que lleva meses rodeada y aislada en su mayor parte por tropas israelíes. Israel abrió hace poco pasos fronterizos en el norte, pero sólo permiten la entrada de unos pocos cargamentos de camiones al día para cientos de miles de personas.

Mientras tanto, la incursión israelí en Rafah ha afectado mucho a la actividad humanitaria en el sur. Egipto se ha negado a abrir su paso de Rafah con Gaza desde que fuerzas israelíes tomaron el lado gazatí hace casi un mes, y en lugar de eso envía la ayuda por el cercano paso israelí de Kerem Shalom.

El ejército israelí dice que ha permitido la entrada de cientos de camiones por Kerem Shalom en las últimas semanas, pero la ONU dice que a menudo no puede recoger los cargamentos debido a la falta de seguridad. La distribución en Gaza también se ve muy afectada por los combates, el deterioro del orden público y otras restricciones israelíes, según Naciones Unidas.

La Clasificación Integrada de las Fases de Seguridad Alimentaria, la autoridad mundial para determinar el alcance de las crisis alimentarias, indicó en marzo que unas 677.00 personas en Gaza padecían hambre en fase 5, el nivel más alto y equivalente a la hambruna.

Las dos agencias de la ONU dijeron en su reporte del miércoles que esa cifra podría superar el millón de personas, o casi la mitad de la población total de 2,3 millones de personas en Gaza, para mediados del mes que viene.

AP

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