Una mirada a la realidad de la delincuencia en República Dominicana»
Santo Domingo, 9 de junio – El crimen sigue siendo uno de los mayores problemas que enfrenta la sociedad dominicana. De acuerdo con los informes mensuales de la Policía Nacional (PN) en sus Análisis Estadístico de Criminalidad, durante el año 2023 se registraron aproximadamente 78,372 robos, lo que equivale a un promedio de 214 robos por día. Este alto índice de criminalidad refleja una realidad preocupante que afecta a todos los sectores de la sociedad.
El lunes 3 de junio, cuatro individuos ejecutaron un audaz asalto a una sucursal del Banco Popular ubicada en la avenida Luperón esquina Olof Palme, en el Distrito Nacional. El atraco, que duró casi dos minutos, resultó en el robo de aproximadamente 1.6 millones de pesos. Mientras dos de los asaltantes sometían al vigilante de seguridad, un tercero robaba el dinero y un cuarto esperaba en una yipeta negra para facilitar la huida.
Los hermanos Richard Michel Estrella Arias y Jorge Luis Estrella Arias fueron identificados por la Policía Nacional como participantes en el asalto. Richard Michel fue abatido por la policía, mientras que Jorge Luis se entregó a las autoridades días después. Eddy Enmanuel Segura Arias, primo de los hermanos, también fue detenido, y Johan Eduardo Belliard Aybar, el cuarto integrante, cayó abatido en un supuesto «intercambio de disparos» con la policía.
El robo al Banco Popular es solo un ejemplo más de una preocupante tendencia en la que familias enteras están involucradas en actividades delictivas. Este fenómeno no es nuevo en República Dominicana. Un caso similar ocurrió el 6 de noviembre de 1954, cuando los hermanos Eudes y Vinicio Maldonado Díaz, junto a otros cómplices, perpetraron un violento atraco en la sucursal de The Royal Bank of Canada en Santiago. En ese robo, se sustrajeron 149,268 pesos y tres empleados fueron asesinados, además de encerrar a otros siete colaboradores en una bóveda donde casi mueren asfixiados.
Más recientemente, el 17 de julio de 2019, el vigilante de una sucursal del Banreservas en Sabana de la Mar, Denirson Medina Félix, orquestó un plan para asaltar la institución junto a su hermano Anthony y los hermanos Yohan y Dahian Encarnación Mercedes. El grupo fue detenido y se les confiscó el dinero robado, sumando más de 5 millones de pesos y 99,417 dólares, además de un revólver. En 2021, tres de los implicados fueron condenados a 20 años de prisión.
La lucha contra el narcotráfico también ha revelado redes familiares involucradas en el tráfico de drogas. La Operación Caimán, una de las más recientes y significativas, expuso cómo cuatro familias del sur del país se dedicaban al tráfico y distribución de drogas durante casi tres décadas. Las familias Florián, Gloria, Cuevas y Féliz movilizaron aproximadamente 28 toneladas de cocaína al año desde diciembre de 2021 hasta este año, generando miles de millones de dólares.
Este caso aún se encuentra en los tribunales, pero las imputaciones del Ministerio Público sugieren una estructura bien organizada y familiar en el negocio del narcotráfico.
El fenómeno de la corrupción también ha tocado a las más altas esferas del poder. Los hermanos del expresidente Danilo Medina Sánchez, Alexis y Carmen Medina Sánchez, han sido acusados de liderar una estructura criminal que malversó más de 5,000 millones de pesos del Estado dominicano. Este caso, conocido como «Operación Antipulpo», involucra a altos funcionarios como el exdirector de la OISOE, Francisco Pagán Rodríguez, y el exministro de Salud Pública, Lorenzo Wilfrido Hidalgo Núñez.
El proceso judicial ha sido prolongado y la última audiencia fue aplazada debido a problemas de salud de uno de los imputados. Se espera que en la próxima sesión se presenten testimonios clave del Ministerio Público.
La criminalidad en República Dominicana no se limita a grandes robos o casos de narcotráfico. A menudo, familias enteras se ven envueltas en delitos menores, desde robos hasta homicidios. El caso de los hermanos Omar y César Alejandro López Méndez, abatidos en 2014 tras una serie de delitos, incluyendo asaltos y homicidios, es un ejemplo claro de cómo la delincuencia puede ser un asunto familiar.
Otro incidente notable ocurrió en 2016, cuando cuatro jóvenes fueron detenidos por robar 170,000 pesos y diversas prendas de vestir en una tienda en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste. Entre los detenidos se encontraban los hermanos Edgar Manuel Mota y Henry Manuel Mota.
En Monte Plata, los hermanos Julio Ernesto y Julio César Reyes Marte fueron arrestados por robar 30,000 pesos y otros artículos de un establecimiento comercial. Este delito, cometido en noviembre de 2016, es uno de los muchos casos que reflejan cómo la criminalidad se convierte en un negocio familiar.
Reflexión y llamado a la acción
La criminalidad en República Dominicana es un problema complejo que afecta a todos los niveles de la sociedad. Los casos de familias enteras involucradas en actividades delictivas muestran cómo la delincuencia puede convertirse en un ciclo intergeneracional, perpetuando la violencia y la ilegalidad.
Es imperativo que las autoridades adopten medidas más efectivas para combatir este fenómeno. Esto incluye no solo una mayor vigilancia y aplicación de la ley, sino también programas de prevención y educación que ayuden a las familias a romper el ciclo de la delincuencia. La sociedad debe trabajar unida para abordar las causas subyacentes del crimen, como la pobreza, la falta de oportunidades y la corrupción.
En última instancia, la lucha contra el crimen en República Dominicana requiere un esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad. Solo así se podrá construir un futuro más seguro y próspero para todos.
Cin datos de Diario Libre