Residentes de Pepillo Salcedo piden refuerzo de seguridad en Bahía de Manzanillo ante crisis en Haití
Manzanillo, Montecristi, 6 de agosto – Los habitantes de Pepillo Salcedo, en la provincia de Montecristi, han solicitado a la Armada de la República Dominicana reforzar la vigilancia en la Bahía de Manzanillo. Esta petición surge en respuesta a la crisis política, económica y social que atraviesa Haití, un país vecino.
Yoberbiz Ureña, un residente de Pepillo Salcedo, señaló la necesidad de aumentar la presencia y el patrullaje de la Armada en la bahía. Ureña comentó que, aunque la Armada está dispuesta a hacer un buen trabajo, la falta de suficientes embarcaciones limita su efectividad.
Ramón Torres, un pescador de la zona, también hizo un llamado al gobierno dominicano para que aumente la seguridad en la región. «Es mejor todavía si se refuerzan más las medidas de seguridad, porque con la situación actual en Haití, necesitamos proteger los cuatro puntos cardinales del país», expresó Torres.
Los residentes locales informaron al Listín Diario que grupos haitianos mantienen control sobre la desembocadura del río Masacre, una situación de la que los agentes de la Armada dominicana están al tanto.
Juan Guzmán, un dirigente comunitario, criticó la labor de la Armada en la zona, afirmando que desde hace muchos años no han desempeñado un buen trabajo en la bahía. Según Guzmán, la Armada se enfoca más en contrabandos y en cobrar peajes en la aduana ubicada en la desembocadura del río Masacre, lo que, según él, ha facilitado el cruce ilegal de haitianos.
«La Armada se dedica a cobrar lo que llaman peaje para permitir el paso de personas y mercancías,» afirmó Guzmán, quien también destacó que este problema es de conocimiento general entre los residentes, aunque pocos se atreven a denunciarlo públicamente.
El pescador Elías Franco compartió que, en el pasado, era posible visitar sin problemas la desembocadura del río Masacre, pero que la situación ha cambiado drásticamente.
Ahora, según Franco, no hay seguridad y se les impide acceder a la zona. «Antes podíamos ir a la desembocadura sin problema, pero ahora nos echan del lugar y los haitianos están allí como si fuera una aduana,» declaró Franco.