Israel amplía sus órdenes de evacuación en Gaza tras atacar una escuela convertida en refugio
DEIR AL-BALAH, Franja de Gaza, 11 agosto — El ejército israelí ordenó más evacuaciones en el sur de Gaza el domingo por la mañana, después de que un letal bombardeo contra una escuela convertida en refugio en el norte mató al menos a 80 palestinos, según autoridades locales de salud. Israel dijo que había atacado un puesto de mando miliciano y habrían fallecido 19 combatientes.
Israel ha emitido sucesivas órdenes de evacuación conforme sus tropas vuelven a zonas ya devastadas donde han combatido antes contra milicianos palestinos. La inmensa mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza se ha visto desplazada durante los 10 meses de guerra, a menudo en varias ocasiones.
Cientos de miles de personas han abarrotado precarios campamentos de carpas sin apenas servicios públicos o buscado cobijo en escuelas como la atacada el sábado. Los palestinos dicen que ningún lugar del asediado territorio se siente seguro.
Las nuevas órdenes de evacuación afectaban a zonas de Jan Yunis, incluida parte de una zona humanitaria designada por Israel desde la que según el ejército se habían lanzado cohetes. Israel acusa a Hamás y otros milicianos de ocultarse entre civiles y lanzar ataques desde zonas residenciales.
Jan Yunis, la segunda ciudad más grande de Gaza, sufrió una destrucción generalizada durante una ofensiva aérea y terrestre este año. Decenas de miles huyeron de nuevo la semana pasada tras otra orden de evacuación.
Cientos de familias cargaron sus pertenencias y salieron de sus casas y refugios el domingo por la mañana, buscando un esquivo refugio.
“No sabemos a dónde ir”, dijo Amal Abu Yahia, madre de tres hijos y que había regresado a Jan Yunis en junio para cobijarse en su casa, muy dañada. “Este es mi cuarto desplazamiento”, dijo la mujer de 42 años, viuda desde que un ataque aéreo israelí golpeó la casa de sus vecinos y mató a su esposo en marzo.
Dijo que había ido a Muwasi, un amplio campamento de tiendas en la costa, pero no había encontrado hueco.
Ramadan Issa, que está en la cincuentena y tiene cinco hijos, huyó de Jan Yunis con 17 familiares, sumándose a cientos de personas que huían al centro de Gaza el domingo por la mañana.
“Cada vez que nos instalamos en un lugar y construimos carpas para las mujeres y los niños, llega la ocupación y bombardea la zona”, dijo en referencia a Israel. “Esta situación es insoportable”.
El Ministerio de Salud de Gaza indicó que la cifra de muertos palestinos en la guerra se acercaba a 40.000 personas, sin detallar cuántos era combatientes. Los grupos de ayuda han tenido problemas para abordar la demoledora crisis humanitaria en el territorio, mientras que expertos internacionales han alertado de una hambruna.
La guerra comenzó cuando milicianos liderados por Hamás sobrepasaron las defensas israelíes el 7 de octubre y arrasaron comunidades agrícolas y bases militares cerca de la frontera, donde mataron a 1.200 personas —en su mayoría civiles— y secuestraron a unas 250.
Estados Unidos, Egipto y Qatar llevan meses tratando de negociar un cese el fuego y el regreso de los aproximadamente 110 rehenes que quedan, de los que las autoridades israelíes creen que un tercio ha muerto.
Mientras tanto, el conflicto ha amenazado con desencadenar una guerra regional e Israel ha cruzado fuego con Irán y sus milicias aliadas en toda la región.
El ataque del sábado golpeó una mezquita dentro de una escuela en Ciudad de Gaza que acogía a miles de personas. El Ministerio de Salud de Gaza dijo que 80 personas habían muerto y unas 50 resultaron heridas. El ejército israelí cuestionó las cifras, dijo que había matado a 19 milicianos de Hamás y Yihad Islámica en un ataque preciso y publicó los que dijo eran sus nombres y fotografías.
Hamás y activistas palestinos rechazaron las afirmaciones del ejército y dijeron que dos de esas 19 personas habían muerto en ataques previos y otras se sabía que eran civiles o personas que se oponen a Hamás.
Ciudad de Gaza y el resto del norte llevan rodeadas por fuerzas israelíes y prácticamente aisladas del resto del mundo desde finales del año pasado, y no era posible confirmar de forma independiente ninguna de las versiones.
La oficina de derechos humanos de Naciones Unidas dice que Israel ha realizado “ataques sistemáticos a escuelas”, que han servido como refugio desde el principio de la guerra con al menos 21 impactos desde el 4 de julio que han dejado cientos de muertos, incluidos mujeres y niños.
Líderes europeos condenaron el ataque, mientras que Estados Unidos expresó su preocupación por los reportes de bajas civiles. La vicepresidenta, Kamala Harris, dijo el sábado a periodistas que viajaban con ella en Phoenix, Arizona, que “una vez más, han muerto demasiados civiles”.
“Necesitamos un acuerdo de rehenes y necesitamos un cese al fuego”, expresó. “El acuerdo tiene que lograrse y tiene que lograrse ya”.