Gobierno Dominicano lanza ambicioso plan para reducir pérdidas energéticas y mejorar la eficiencia en las EDEs

Santo Domingo, 3 de septiembre – En un esfuerzo por abordar uno de los problemas más persistentes y críticos en el sector energético del país, el Gobierno dominicano presentó este lunes un plan integral para mejorar la eficiencia operativa de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDE) con el objetivo de reducir las pérdidas energéticas para el año 2027.

La presentación, encabezada por el Presidente Luis Abinader y Celso Marranzini, presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), se realizó en el marco de «LA Semanal con la Prensa», un espacio donde se discuten temas de relevancia nacional.

Durante su intervención, Marranzini subrayó que las empresas distribuidoras de electricidad en el país están experimentando un «crecimiento sin precedentes» en la demanda de energía.

Este aumento en la demanda ha llevado a una situación de sobrecarga en las redes de distribución, que actualmente operan por encima de su capacidad durante las horas de mayor consumo. Esta sobrecarga, explicó, afecta incluso a los circuitos de 24 horas, lo que refleja la magnitud del problema.

«Las redes de distribución están operando en sobrecarga porque los flujos de energía superan la capacidad en redes durante las horas de mayor consumo», explicó Marranzini.

En este sentido, destacó que en Edenorte, de 72 transformadores de potencia, siete están en sobrecarga. En Edesur, 25 de los 59 transformadores están en condiciones similares, mientras que Edeeste presenta el mayor porcentaje de transformadores sobrecargados, con 29 de los 65 en esta situación.

Conexiones Ilegales: Un obstáculo persistente

Uno de los factores clave que contribuyen a la sobrecarga y a las pérdidas en el sistema es el elevado número de conexiones ilegales. Marranzini reveló que más de 800 mil usuarios están conectados ilegalmente al sistema eléctrico, lo que representa una deficiencia significativa en la capacidad de facturación y cobro de las EDE. «Estas conexiones ilegales crean averías en los circuitos de conexiones legales, lo que causa interrupciones en el servicio, incluso en los circuitos de 24 horas», puntualizó.

Además de los desafíos técnicos, estas conexiones ilegales plantean un problema económico considerable. La falta de facturación y cobro a estos usuarios significa una pérdida directa para las empresas distribuidoras y, por ende, para el Estado.

Marranzini señaló que convertir estas conexiones ilegales en conexiones legales es un reto que el gobierno está dispuesto a enfrentar.

Inversiones necesarias y el apoyo de organismos internacionales

Para enfrentar estos desafíos, Marranzini indicó que se necesitan inversiones anuales cercanas a los 300 millones de dólares en el sector eléctrico para reducir los niveles de pérdida de energía a estándares más manejables.

Sin embargo, reconoció que en 2024 será difícil alcanzar esta cifra debido al tiempo que toma la adquisición de equipos esenciales como contadores y transformadores. No obstante, afirmó que esta es una meta alcanzable para los años 2025 y 2026.

El presidente del CUED también destacó el apoyo financiero de bancos multilaterales que han comprometido un total de 650 millones de dólares en tasas concesionales para mejorar las redes de distribución y los sistemas de gestión comercial y control de pérdidas.

Entre los organismos que han ofrecido su apoyo se encuentran el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo OPEP para el Desarrollo Internacional (OFID), la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).

Estos fondos se destinarán a proyectos como la rehabilitación de redes, la mejora de la infraestructura de alumbrado público y la modernización de los sistemas de medición y gestión comercial.

Objetivos y estrategias a implementar

El plan del gobierno tiene como objetivo reducir las pérdidas de energía de Edenorte y Edesur al 20% y de Edeeste al 40% para 2027. Para alcanzar estas metas, se proponen varias estrategias, tanto en el ámbito administrativo como operacional.

En lo administrativo, el plan incluye la auditoría de los estados financieros al 2023, la elaboración de estados financieros mensuales, y la implementación de un presupuesto riguroso para el Plan Anual de Compras (PAC) y el Plan Operativo Anual (POA).

También se busca poner al día las cuentas por pagar a los proveedores y mejorar la transparencia mediante la presentación pública de los resultados financieros y operacionales de las distribuidoras.

En el ámbito operacional, se planifican compras masivas de transformadores de distribución y medidores para eliminar conexiones directas y sustituir medidores dañados, así como la adquisición de interruptores de circuitos (ITC) para aislar los circuitos durante los mantenimientos.

Marranzini también mencionó la necesidad de realizar acciones conjuntas entre las EDE para lograr economías de escala y mejorar la eficiencia en la gestión de los recursos. Además, se realizarán balances de carga para identificar las pérdidas de energía en los circuitos y mejorar la telemedición y la micromedición en grandes clientes.

Otra área crítica es la supervisión y mejora de la calidad de los servicios. El plan busca reducir los tiempos de respuesta en las solicitudes de servicio y atención de averías a no más de 30 minutos.

Asimismo, se pretende mejorar la atención al cliente en las oficinas comerciales e instalar equipos de pago en lugares accesibles como plazas comerciales, estaciones de metro y teleférico, además de llevar oficinas móviles de pago a zonas de difícil acceso.

Fortalecimiento nistitucional y transparencia

Para asegurar la ejecución eficiente del plan, Marranzini enfatizó la importancia del fortalecimiento institucional de las EDE. Esto incluye la formación de un consejo de administración compuesto por personas con competencia y conocimientos en áreas financieras, eléctricas y jurídicas.

También se contempla la contratación de gerentes y directores con capacidad probada y la creación de equipos de auditoría interna independientes de los gerentes generales. Además, se desarrollará un manual de compras y contrataciones que se ajustará al reglamento de la Dirección de Compras y Contrataciones.

En un esfuerzo por mantener la transparencia del plan, se ha propuesto la creación de un portal en línea donde los clientes puedan conocer las condiciones de su circuito y los detalles de los mantenimientos programados.

Además, se publicarán mensualmente los estados financieros y operacionales de las distribuidoras, lo que permitirá a la ciudadanía monitorear el progreso del plan y su impacto en la reducción de pérdidas energéticas.

Impacto de la sobrecarga y las averías en los apagones recientes

El plan del gobierno surge en un contexto de creciente preocupación por los apagones y las averías que han afectado al país en los últimos meses. Según Marranzini, la sobrecarga de las redes eléctricas, exacerbada por la alta demanda de energía y el número de conexiones ilegales, es una de las principales causas de estos problemas.

«Tenemos en la actualidad cerca de 800 mil usuarios que no pagan el consumo de electricidad», reiteró, subrayando que estas conexiones ilegales no solo representan una pérdida económica, sino que también deterioran la calidad del servicio para los usuarios legales.

El presidente del CUED hizo hincapié en que estos desafíos no son insuperables, pero requieren de un esfuerzo coordinado y sostenido. La implementación del plan propuesto, con el apoyo financiero y técnico adecuado, podría transformar significativamente el panorama energético del país, mejorando la fiabilidad del suministro eléctrico y reduciendo las pérdidas que han afectado al sector durante décadas.

El camino hacia 2027

El presidente Luis Abinader, quien encabezó la presentación del plan en el Palacio Nacional, expresó su compromiso con la mejora del sector eléctrico y destacó la importancia de reducir las pérdidas energéticas para el desarrollo económico del país.

Durante su intervención, Abinader aseguró que el gobierno continuará monitoreando de cerca la implementación del plan y que se tomarán las medidas necesarias para garantizar su éxito.

«Este es un paso crucial para asegurar un futuro energético sostenible para la República Dominicana», afirmó Abinader. «Con este plan, no solo mejoraremos la eficiencia operativa de nuestras empresas distribuidoras, sino que también daremos un paso importante hacia la modernización de nuestro sistema eléctrico», aseguró

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