Luis Abinader defiende la democracia y el desarrollo en América Latina: Un compromiso hacia el futuro
Washington, 5 de septiembre – El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, se destacó como orador principal en la vigésima séptima Conferencia Anual del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), celebrada en Washington. En su intervención, el mandatario reafirmó su compromiso con la defensa de la democracia, los derechos humanos y el desarrollo sostenible, temas que considera esenciales en un momento crítico para la región.
Abinader centró su discurso en la importancia de una democracia auténtica, construida sobre la defensa inquebrantable de los derechos humanos. Señaló que estos derechos no solo protegen la dignidad y la libertad de cada individuo, sino que también sustentan la legitimidad del poder político.
“Las tensiones políticas y sociales desafían constantemente los cimientos democráticos, por lo que debemos reafirmar nuestro compromiso con este principio, asegurando que las instituciones no solo sean democráticas en su forma, sino también en su esencia”, expresó con convicción.
Reforma constitucional para consolidar la democracia
Uno de los puntos centrales del discurso del presidente Abinader fue la reciente reforma constitucional que presentó ante el Congreso dominicano. Esta propuesta busca fortalecer los mecanismos democráticos del país al consolidar un límite claro al tiempo permitido en el poder para un presidente: dos periodos consecutivos y «¡nunca más!». Abinader explicó que, con esta reforma, se pretende evitar cualquier intento de perpetuación en el poder, una tendencia que ha erosionado las democracias en otras naciones de la región.
En este sentido, el mandatario introdujo una «cláusula pétrea» que prohíbe la reforma futura de este límite presidencial, asegurando que la forma de gobierno de la República Dominicana permanezca civil, republicana, democrática y representativa.
“Esta es una acción preventiva frente a cualquier intento por perpetuarse en el poder”, enfatizó Abinader, haciendo alusión a los líderes políticos que han priorizado sus ambiciones personales sobre el bien común.
La iniciativa también aborda el fortalecimiento de la independencia del Ministerio Público en la lucha contra la corrupción. Según el presidente, la reforma busca que la designación del procurador general de la República ya no sea competencia exclusiva del presidente, sino que se realice en conjunto con el Consejo Nacional de la Magistratura, asegurando así un proceso más equilibrado y transparente.
Un legado de estabilidad para las futuras generaciones
Para Abinader, el alcance de esta reforma va más allá del presente. Señaló que su intención es dejar un legado de mayor estabilidad política y social para las futuras generaciones.
Recordó que el pueblo dominicano le otorgó, a través de su voto en las pasadas elecciones, la mayoría congresual más amplia de la historia reciente del país. “Mi respuesta a ese compromiso es limitar el poder no solo para mí, sino para todos los futuros gobernantes”, subrayó.
El presidente dominicano también insistió en que la democracia no puede limitarse a mejorar los aspectos procedimentales, sino que debe traducirse en un bienestar tangible para los ciudadanos en su vida cotidiana.
En este contexto, mencionó las palabras del presidente estadounidense, Joe Biden, durante la Cumbre por la Democracia: “Debemos hacer todos los esfuerzos necesarios para que la democracia se traduzca en el bienestar concreto de los ciudadanos”.
Seguridad ciudadana como eje fundamental de la democracia
El presidente Abinader resaltó que la seguridad ciudadana es uno de los mayores retos que enfrenta su país y la región. La consideró no solo un componente esencial del Estado de derecho, sino también un requisito indispensable para el progreso y la estabilidad social.
Destacó que la República Dominicana ha logrado una significativa reducción de la tasa de homicidios en los últimos años, pasando de 13.2 a 9.9 por cada 100,000 habitantes entre 2022 y 2024.
Este resultado, explicó, se debe a una estrategia integral que combina la aplicación rigurosa de la ley con la atención a las causas subyacentes del crimen. “La prevención del crimen requiere una intervención profunda en las raíces de la delincuencia, y por ello hemos invertido fuertemente en la educación y la creación de oportunidades laborales para nuestros jóvenes”, agregó.
Sin embargo, Abinader advirtió sobre las amenazas transnacionales, como el narcotráfico y el crimen organizado, que trascienden las fronteras y desestabilizan las economías de la región.
Explicó que, debido a la ubicación geográfica de la República Dominicana, el país se encuentra en una ruta clave para el tráfico de drogas, lo que ha obligado al gobierno a redoblar sus esfuerzos en la lucha contra este flagelo.
El presidente destacó los resultados de su primer mandato en términos de incautaciones de drogas: “En cuatro años, incautamos más de 148,000 toneladas de drogas, más del doble que en los 16 años anteriores”, afirmó con orgullo.
Crisis en Haití y su impacto en la región
El presidente Abinader también se refirió a la crisis en Haití, un tema que considera de suma importancia para la estabilidad en el Caribe. Señaló que la inestabilidad en el país vecino ha generado una enorme presión sobre la seguridad de la República Dominicana, y abogó por un mayor compromiso de la comunidad internacional para abordar esta crisis.
“La comunidad internacional debe asumir un rol protagónico en la estabilización de Haití. Esto es una necesidad estratégica para la seguridad en el Caribe. No podemos permitir que Haití vuelva a caer en el olvido”, sentenció Abinader, quien ha sido una voz constante en los foros internacionales sobre la necesidad de asistencia para el pueblo haitiano.
República Dominicana como ejemplo de dinamismo económico
A lo largo de su intervención, Abinader subrayó los logros económicos de la República Dominicana, destacando que el país ha sido un ejemplo de dinamismo en medio de un entorno global desafiante. Según explicó, el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita del país alcanzó los 11,200 dólares en 2023, consolidando su posición como una economía de ingresos medios altos.
Entre 2021 y 2023, el PIB dominicano creció a un promedio anual del 6.5 %, superando ampliamente el promedio regional. Para 2024, el Fondo Monetario Internacional proyecta un crecimiento del 5.4 % para el país, cifra muy superior al 1.9 % proyectado para América Latina.
“Este crecimiento es el resultado de políticas económicas prudentes, una sólida seguridad jurídica para la inversión privada y un entorno político estable”, explicó el presidente.
Además, destacó la inversión extranjera directa, que alcanzó una cifra récord de más de 4,390 millones de dólares en 2023, y los acuerdos de «Cielos Abiertos» firmados recientemente con Estados Unidos y Canadá, que liberalizan el comercio y la aviación, impulsando el objetivo de convertir a la República Dominicana en un hub logístico en la región.
El papel clave de la cooperación internacional
El presidente Abinader finalizó su discurso haciendo un llamado a la cooperación internacional para enfrentar los desafíos económicos y democráticos de la región. Mencionó la importancia de iniciativas como el Américas Trade and Investment Act, un proyecto de ley pendiente en el Congreso de Estados Unidos que podría transformar las relaciones comerciales y económicas en las Américas.
Además, adelantó los planes para la décima Cumbre de las Américas, que se llevará a cabo en Punta Cana en diciembre de 2025, un evento que será clave para fortalecer los lazos entre los países del hemisferio. Abinader subrayó que su gobierno está trabajando activamente para garantizar el éxito de este evento y para consolidar el compromiso de la República Dominicana con la cooperación y el progreso regional.
Con un tono optimista, Abinader concluyó su intervención diciendo: “República Dominicana está comprometida a liderar con el ejemplo, trabajando estrechamente con nuestros socios regionales e internacionales para construir un futuro de prosperidad compartida. Juntos, podemos crear un hemisferio más fuerte, más justo y más unido, donde el crecimiento económico beneficie a todos, donde la estabilidad sea el cimiento de nuestro progreso común y donde la democracia se profundice y fortalezca, garantizando el respeto por las libertades y los derechos fundamentales de todos”.