Disminuyen los abortos en República Dominicana, pero el debate sobre su despenalización sigue en curso

Santo Domingo, 10 de septiembre – Los registros de abortos en la República Dominicana han mostrado una tendencia a la baja en los últimos tres años, aunque las cifras aún reflejan miles de casos anuales.

Según datos del Repositorio de Información y Estadísticas de Servicios de Salud (Riess), entre el 2019 y el 2023, más de 10,000 mujeres cada año han sufrido un aborto, ya sea por causas naturales o por complicaciones en la salud de la madre. Estas cifras se traducen en un promedio de 32 abortos diarios durante los últimos cinco años, lo que resalta la magnitud del problema a nivel nacional.

A pesar de la reducción en los números, la situación sigue siendo preocupante. En julio pasado, la Sociedad Dominicana de Obstetricia y Ginecología alertó que, cada año, alrededor de 25,000 mujeres son hospitalizadas por complicaciones derivadas de abortos inseguros.

Esta realidad pone de manifiesto los riesgos que enfrentan muchas mujeres al recurrir a procedimientos ilegales o no regulados, debido a la prohibición total del aborto en el país.

Cifras alarmantes de los últimos años

Según las estadísticas proporcionadas por el Riess y el Ministerio de Salud Pública, desde el 2019 se han registrado al menos 67,455 abortos en la República Dominicana. El año 2019 fue el que más casos reportó, con un total de 15,402 interrupciones de embarazo. Sin embargo, desde entonces, los números han disminuido progresivamente. En 2023, por ejemplo, se contabilizaron 10,391 abortos, la cifra más baja registrada en los últimos años.

A pesar de esta disminución, el problema persiste, especialmente entre las mujeres jóvenes. Las mujeres de entre 20 y 24 años son el grupo con el mayor número de abortos registrados, lo que refleja una problemática en la salud reproductiva de este segmento de la población.

Un dato que preocupa especialmente es el incremento en los abortos entre menores de 15 años. Durante el primer trimestre de 2023, se registraron 10 casos en este grupo, cifra que aumentó a 51 entre abril y junio, y que luego descendió a 18 en el período de julio a agosto. Esto equivale a un promedio de dos abortos por semana en niñas menores de 15 años, lo que evidencia la vulnerabilidad de este sector de la población.

El debate sobre las tres causales

El tema del aborto sigue siendo uno de los debates más polarizantes en la sociedad dominicana. Actualmente, la República Dominicana prohíbe el aborto en todas sus formas, sin excepciones, lo que ha generado una discusión intensa sobre la necesidad de permitirlo en circunstancias específicas.

Las tres causales que se han propuesto para la despenalización del aborto incluyen los casos en los que la vida de la mujer esté en peligro, cuando el feto presente malformaciones incompatibles con la vida, y cuando el embarazo sea resultado de una violación o incesto.

El desacuerdo sobre estas causales ha frenado la aprobación de un nuevo Código Penal en el Congreso Nacional, lo que mantiene la legislación actual, una de las más restrictivas del mundo en cuanto al aborto. Profamilia, una de las organizaciones más activas en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos en el país, ha sido una de las voces principales que abogan por la despenalización bajo estas tres circunstancias.

En sus declaraciones, Profamilia ha insistido en la necesidad de que se reconozca, desde una perspectiva médica, la importancia de permitir el aborto cuando la vida de la mujer esté en riesgo o cuando el feto presente malformaciones graves.

«Es necesario informar apropiadamente a la población sobre la naturaleza de una malformación fetal incompatible con la vida», ha señalado la organización, destacando que muchas mujeres se ven obligadas a llevar a término embarazos inviables, lo que pone en riesgo su salud física y emocional.

Sin embargo, la discusión sobre la despenalización del aborto está lejos de resolverse. Organizaciones religiosas y sectores conservadores de la sociedad dominicana se han mostrado firmemente en contra de cualquier forma de legalización del aborto.

Estos grupos argumentan que la vida debe ser protegida desde la concepción y que la legalización del aborto en cualquier circunstancia podría abrir la puerta a un aumento en la práctica, lo que consideran inmoral y contrario a los valores fundamentales de la sociedad.

La Iglesia Católica, en particular, ha sido una de las instituciones más vocales en su oposición a la despenalización del aborto. A través de diversas declaraciones y campañas, los líderes religiosos han instado a los legisladores a mantener la prohibición total, argumentando que permitir el aborto en cualquier forma sería una violación del derecho a la vida del feto.

A pesar de las posturas conservadoras, los abortos inseguros continúan siendo una realidad dolorosa en la República Dominicana. Las mujeres que no pueden acceder a servicios médicos seguros para interrumpir un embarazo recurren con frecuencia a métodos clandestinos, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves e incluso la muerte.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los abortos inseguros son una de las principales causas de mortalidad materna a nivel global, y la República Dominicana no es una excepción.

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