Winston Rizik, conocido como «El Gallero», sale en libertad tras cumplir 10 años de condena por narcotráfico y lavado de activos
Santiago, 10 de septiembre – Winston Rizik Rodríguez, más conocido como «El Gallero», ha sido liberado tras cumplir una condena de 10 años de prisión por narcotráfico, lavado de activos y posesión ilegal de armas.
La decisión fue emitida por la Primera Sala del Tribunal de Ejecución de la Pena del Departamento Judicial de Santiago, que ordenó su liberación a través de la resolución No. 371-01-2024-SADM-00000176. El juez Julio César Araujo Díaz instruyó al director del Centro de Corrección y Reinserción Social Masculino de Rafey, en Santiago, para que Rizik fuese puesto en libertad, ya que su sentencia había llegado a su término.
Rizik Rodríguez fue arrestado en 2014 cuando las autoridades antinarcóticas descubrieron 10 kilos de cocaína y un arsenal de armas de alto calibre en una de sus fincas, ubicada en la provincia de Monte Plata.
Entre las armas confiscadas, se encontraban un fusil RM, un M-16, varios cargadores y miras telescópicas. El hallazgo llevó a su captura y posterior juicio, en el que fue condenado junto con su hermano, Nelson Rizik, quien recibió una sentencia de cinco años de prisión suspendida.
La defensa de Rizik, liderada por el abogado Teobaldo Durán Álvarez, solicitó en varias ocasiones la libertad provisional de su cliente durante los 10 años que duró el proceso judicial. Sin embargo, según Durán, todas esas solicitudes fueron denegadas, lo que obligó a su defendido a cumplir con la totalidad de la condena impuesta. Durán expresó su frustración ante la larga duración del proceso judicial, señalando que Rizik finalmente cumplió con lo estipulado por la justicia.
El caso de Rizik comenzó a ser judicializado tras su entrega voluntaria a las autoridades el 5 de septiembre de 2014. En ese momento, el entonces procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, y el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Julio César Souffront Velázquez, encabezaban las acciones legales contra «El Gallero». Tras su arresto, Rizik fue mantenido en prisión como medida de coerción.
El 21 de septiembre de 2015, la jueza de instrucción de Monte Plata, Mercedes Sena Sosa, dictó apertura a juicio, acogiendo la acusación presentada por la Procuraduría Especializada contra el Lavado de Activos. Más adelante, el 6 de mayo de 2016, el Tribunal Colegiado de Monte Plata condenó tanto a Rizik como a su hermano por complicidad en los delitos que se les imputaban. Los jueces José Gregorio Bautista, Bernardo Coplín y Juana Ortiz fueron los encargados de emitir el fallo.
A pesar de que la defensa de Rizik apeló la sentencia, la misma fue anulada en 2017 por la Cámara Penal de la Corte de Apelación de Santo Domingo, la cual ordenó un nuevo juicio. Este proceso fue posteriormente recurrido en casación por el Ministerio Público. Rizik permaneció en prisión mientras esperaba el desarrollo de su nuevo juicio.
El 19 de julio de 2018, el Primer Tribunal Colegiado de Santo Domingo Este dictó una nueva sentencia que reafirmaba la condena de 10 años impuesta por la justicia de Monte Plata en 2016. Además, se ordenó el decomiso de todos los bienes incautados a Rizik, incluyendo propiedades en Monte Plata y Santo Domingo, así como vehículos y otras pertenencias.
Durante su tiempo en prisión, Rizik fue víctima de un violento ataque. El 19 de diciembre de 2017, mientras cumplía su condena en la cárcel El Pinito de La Vega, fue agredido por un nacional haitiano llamado Papo Mantier, quien lo hirió con siete estocadas durante la hora de deporte.
Como resultado de este ataque, Rizik fue trasladado al hospital traumatológico profesor Juan Bosch, donde permaneció hasta el 27 de diciembre de ese año. Debido a razones de seguridad, fue transferido a la cárcel de Moca. Mantier fue posteriormente condenado a 30 años de prisión por el ataque en 2022.
A pesar de los desafíos y la violencia que enfrentó durante su tiempo tras las rejas, Rizik Rodríguez completó su sentencia y fue liberado el lunes desde la cárcel Rafey Hombres en Santiago.