Al Horford defiende su legado con la selección dominicana y destaca el crecimiento del baloncesto nacional

Santo Domingo, 11 de septiembre – A pesar de haber representado a la República Dominicana en cuatro ocasiones y haber sido clave en la obtención de varias medallas, incluidas un oro en Centrobásket, las críticas inmerecidas hacia Al Horford no cesan. Sin embargo, el veterano jugador ha decidido no prestar demasiada atención a estos comentarios.

Horford, quien debutó con la Selección Nacional de Baloncesto en 2008 y jugó hasta 2012, ganó tres medallas: oro y bronce en Centrobásket y un bronce en FIBA Américas. Aunque desde entonces no ha vuelto a vestir la camiseta dominicana, el centro de los Celtics de Boston está consciente de que cada vez que se aproxima un evento importante, los comentarios negativos sobre su ausencia se intensifican.

“La gente nunca está feliz”, expresó Horford en relación a las críticas. El jugador recordó sus años con la selección, destacando que ya ha cumplido su ciclo en el equipo nacional. “Yo jugué en muchos partidos con la selección. Ya mi tiempo ha pasado, yo estoy en una fase diferente en mi carrera y la gente quizás no ha entendido eso”, añadió.

A sus 38 años, Horford subrayó que su prioridad ahora es su salud, su carrera en la NBA y su familia. Con una esposa e hijos que demandan más de su tiempo, el dominicano explicó que ha decidido enfocarse en mantenerse en forma para afrontar las exigencias de las temporadas en la NBA, donde sigue siendo una pieza clave para su equipo.

«Ya hace 12 años que no juego con la selección y siento que tengo objetivos diferentes. Para mí, sigo representando al país, solo que de otra forma, que quizás no es la que a muchos les gusta», señaló. Con una carrera que lo perfila como un futuro miembro del Salón de la Fama del Baloncesto, Horford mantiene su conexión con República Dominicana, aunque no a través de los torneos internacionales.

El talento del baloncesto dominicano

Tras su reciente llegada a República Dominicana con el trofeo Larry O’Brien, luego de convertirse en el primer dominicano en ser campeón de la NBA, Horford habló con optimismo sobre el futuro del baloncesto en el país. Según el campeón de la NBA, el talento local, sumado a la presencia de dominicanos en la liga más competitiva del mundo, asegura un camino exitoso para la selección.

«Tenemos a dos jugadores con juventud jugando en el mejor baloncesto del mundo. Karl Towns y Chris Duarte son un ejemplo. Se fajan, se esfuerzan y siempre dan lo mejor para el país, que es lo que el pueblo necesita», comentó. Para Horford, la evolución del baloncesto dominicano es evidente, comparando su debut en la NBA con la situación actual del deporte en la isla.

«Cuando yo debuté en la liga, todavía estaba jugando Luis Flores. Luego vino Charlie (Villanueva) y después Francisco García. Pero si te pones a ver ahora, tenemos en Towns, Duarte y los demás que vienen subiendo, jugadores que son capaces de aportar al país», afirmó.

La presencia de jugadores establecidos como Towns y Duarte refleja el crecimiento del baloncesto dominicano a nivel internacional, y Horford se mostró confiado en que este talento contribuirá a lograr más éxitos en los años venideros.

En familia y con el trofeo de la NBA

Horford vino al país acompañado por su esposa, la ex Miss Universo Amelia Vega, sus cinco hijos, su madre Arelis Reynoso y el entrenador de los Celtics, Joe Mazzulla. Su regreso a suelo dominicano ha sido recibido con entusiasmo, no solo por los logros personales del jugador en la NBA, sino también por su continuo compromiso con el desarrollo del baloncesto en su país natal.

El enfoque de Horford en su carrera y familia no ha menguado su amor por República Dominicana, y aunque no ha regresado a la selección, su presencia y contribuciones a la comunidad deportiva siguen siendo significativas.

A pesar de las críticas, Horford reafirma su orgullo por haber representado al país en su momento, mientras continúa su exitosa carrera en la NBA.

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