Estados Unidos aprovecha la caída del precio del petróleo para fortalecer su Reserva Estratégica

Washington, 2 de octubre – A pesar de ser el mayor productor de petróleo del mundo, Estados Unidos ejerce un control limitado sobre este mercado debido a la estructura de su industria, compuesta por un gran número de pequeñas, medianas y grandes empresas que toman decisiones de producción e inversión basadas en las reglas del mercado.

Para protegerse contra las fluctuaciones globales en la oferta y demanda de crudo, Estados Unidos mantiene una Reserva Estratégica de Petróleo (SPR, por sus siglas en inglés) que actúa como un colchón en situaciones de emergencia, como una crisis energética o una interrupción significativa del suministro de petróleo.

Esta reserva, que contiene cientos de millones de barriles de crudo, se utiliza cuando las condiciones del mercado empeoran, como en momentos de escasez o de precios extremadamente altos.

Ahora que el precio del crudo ha caído significativamente —más del 20% desde julio—, Estados Unidos está aprovechando la oportunidad para reabastecer su reserva con compras estratégicas, lo que también refleja un esfuerzo por mantener la estabilidad económica ante posibles futuras crisis.

Con el precio del crudo Brent rondando los 70 dólares por barril y el crudo West Texas Intermediate (WTI) cotizando por debajo de esa cifra, el Departamento de Energía de Estados Unidos ha comprado 6 millones de barriles de petróleo para la SPR, con entregas programadas hasta mayo de 2025. Esta iniciativa se anunció el lunes a través de un comunicado recogido por la agencia Reuters.

La importancia de la Reserva Estratégica de Petróleo

La SPR de Estados Unidos es la mayor reserva de petróleo de emergencia del mundo y está gestionada por el Departamento de Energía. Fue creada en 1975 como respuesta a la crisis del petróleo de 1973, con el objetivo de garantizar la seguridad económica del país en caso de interrupciones graves en el suministro global de crudo.

La reserva se almacena en cavernas subterráneas formadas en depósitos de sal natural a lo largo de la costa del Golfo de México, principalmente en los estados de Luisiana y Texas. Estas instalaciones son ideales para almacenar petróleo debido a su estabilidad geológica y la capacidad de aislar el crudo del entorno exterior, asegurando su conservación a largo plazo.

En 2022, el presidente Joe Biden ordenó la mayor liberación de crudo de la historia de la SPR, vendiendo 180 millones de barriles para controlar los precios del combustible tras la invasión rusa de Ucrania.

Esto subrayó la importancia de la SPR como una herramienta no solo para garantizar el suministro, sino también para mitigar las fluctuaciones de precios en situaciones de crisis globales.

Compras estratégicas de petróleo

El Departamento de Energía de Estados Unidos ha informado sobre las recientes compras de crudo, que incluyen 3,5 millones de barriles adquiridos a Exxon Mobil, 2 millones a Shell Trading Company y 500.000 a Macquarie Commodities Trading US, por un valor total de más de 411 millones de dólares.

Este crudo agrio, una variedad que muchas refinerías estadounidenses están preparadas para procesar, será entregado a un ritmo de 1,5 millones de barriles entre febrero y mayo de 2025 en el emplazamiento de Bayou Choctaw, en Luisiana.

El Departamento de Energía también señaló que después de esas entregas, solo quedará suficiente dinero en su fondo de compras para adquirir otros 2 millones de barriles a un precio estimado de 75 dólares por barril.

Si se desea continuar llenando la SPR más allá de esa fecha, será necesario obtener más fondos del Congreso o persuadir a los legisladores para que cancelen las próximas ventas de petróleo ordenadas.

En el pasado, el Departamento de Energía ha trabajado con el Congreso para cancelar la venta de 140 millones de barriles que habían sido programados hasta 2027, lo cual permitió destinar esos recursos a reabastecer la reserva en lugar de financiar otros programas gubernamentales.

Historia y movimientos significativos de la SPR

A lo largo de su historia, la SPR ha sido utilizada en varias ocasiones para enfrentar crisis energéticas. Uno de los primeros usos significativos de la reserva ocurrió durante la Guerra del Golfo en 1991, cuando Estados Unidos liberó petróleo al mercado global para estabilizar los precios tras la invasión de Kuwait por parte de Irak. Este evento generó temores de escasez en el suministro de crudo, lo que hizo que la SPR desempeñara un papel crucial en evitar un colapso del mercado energético.

Otro episodio destacado fue en 2005, después del huracán Katrina, que devastó la infraestructura petrolera en la región del Golfo de México. La SPR liberó más de 11 millones de barriles de petróleo para mitigar el impacto del desastre en el suministro energético del país. Esta acción fue vital para evitar una crisis de suministro que podría haber generado picos en los precios del combustible.

En 2020, durante la pandemia del COVID-19, la SPR fue nuevamente protagonista. La drástica caída en la demanda global de petróleo y el desplome de los precios llevaron al gobierno estadounidense a comprar grandes cantidades de crudo cuando su precio estaba en mínimos históricos. Esto permitió fortalecer las reservas estratégicas a un costo muy bajo, preparándose para posibles interrupciones futuras en el mercado.

Más recientemente, en 2022, la SPR fue utilizada de manera masiva en respuesta a la invasión rusa de Ucrania, que provocó una gran volatilidad en el mercado energético global. Para contrarrestar el aumento en los precios del petróleo, el presidente Joe Biden autorizó la liberación de 180 millones de barriles, la mayor venta de reservas en la historia de Estados Unidos.

Impacto en el mercado global

Las recientes compras de petróleo por parte de Estados Unidos también reflejan el delicado equilibrio que enfrenta el mercado energético mundial. La desaceleración económica en China y la sólida oferta de petróleo por parte de países ajenos a la OPEP han presionado los precios a la baja, lo que brinda a Estados Unidos una oportunidad para reabastecer sus reservas a precios más competitivos.

Sin embargo, el mercado sigue siendo volátil, y cualquier interrupción en el suministro global, ya sea por tensiones geopolíticas o desastres naturales, podría hacer que los precios vuelvan a subir bruscamente.

La Reserva Estratégica de Petróleo sigue siendo una herramienta fundamental para la seguridad energética de Estados Unidos, permitiendo al país responder a crisis globales sin depender completamente del mercado exterior. Las recientes compras demuestran el compromiso del gobierno estadounidense de asegurar su futuro energético mientras aprovecha las oportunidades que presenta el mercado actual.

Este enfoque estratégico no solo busca proteger a la economía nacional de fluctuaciones bruscas en el suministro y los precios del petróleo, sino también fortalecer la posición de Estados Unidos como un actor clave en la gestión de las crisis energéticas globales.

elEconomista.es

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