Cacerolazos resuenan en Santo Domingo en protesta contra la reforma fiscal del Gobierno
Santo Domingo, 13 de octubre – Este domingo por la noche, los cacerolazos volvieron a hacerse sentir en varios sectores del Distrito Nacional, en señal de protesta contra el proyecto de Modernización Fiscal, una reforma introducida por el Gobierno ante el Congreso Nacional.
Este tipo de manifestación, que no se veía desde 2020, se escuchó en barrios como Piantini, Bella Vista, Naco, Evaristo Morales, La Esperilla, Gascue, y otros puntos del centro de la capital, incluyendo áreas cercanas a la residencia de la vicepresidenta de la República, Raquel Peña.
Entre las 8:00 y las 8:15 de la noche, residentes de estos sectores salieron a sus balcones y ventanas para golpear cacerolas, una forma de protesta sonora que busca expresar el descontento con la propuesta fiscal del Gobierno.
Los ecos de las cacerolas resonaban a más de 200 metros de distancia, y en algunas calles, una pareja recorrió en su vehículo haciendo sonar las herramientas de cocina, sumándose a la protesta colectiva.
Es la primera vez desde el 2020 que se utilizan cacerolazos para protestar contra el Gobierno. Durante ese año, fueron empleados por ciudadanos que se oponían a la gestión del entonces presidente Danilo Medina, a quien culpaban de la suspensión de las elecciones municipales de febrero. Curiosamente, muchos de los que participaron en esas protestas ahora forman parte del Gobierno actual.
El llamado a los cacerolazos de este domingo fue difundido a través de las redes sociales y refleja el creciente malestar de diversos sectores que han pedido al presidente Luis Abinader reconsiderar el proyecto de reforma fiscal y abrir un diálogo con la ciudadanía. En días recientes, también se han realizado marchas en Santiago y frente al Congreso Nacional, donde se está debatiendo la normativa.
El proyecto de Ley de Modernización Fiscal, actualmente en la Cámara de Diputados, comenzará a ser estudiado esta semana. El Gobierno busca recaudar más de RD$122,000 millones con esta reforma, dinero que planea destinar a proyectos de mejora en el transporte, el fortalecimiento de la seguridad ciudadana, la salud, el sistema eléctrico, y la transformación de la Policía Nacional.
Según el Gobierno, la reforma es crucial para atender la creciente demanda de servicios básicos en el país, especialmente en áreas como la seguridad, la salud primaria y el sector eléctrico. Sin embargo, las protestas reflejan la preocupación de una parte de la población que ve en la reforma una carga económica adicional en un contexto ya complicado.
