Precios del petróleo caen tras garantías de Netanyahu y preocupaciones sobre la economía china

Santiago de Chile, 16 de octubre – Los precios del petróleo cayeron el martes tras informes de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que no atacaría instalaciones nucleares ni de petróleo en Irán, lo que redujo las preocupaciones sobre posibles interrupciones en el suministro de crudo. Esta noticia, sumada a la falta de nuevos estímulos económicos en China, ha afectado significativamente los mercados energéticos y bursátiles a nivel global.

El impacto en los precios del petróleo fue inmediato. El West Texas Intermediate (WTI), principal contrato petrolero de referencia en Estados Unidos, registró una caída de más del 5%, bajando a menos de 70 dólares por barril, aunque posteriormente se recuperó ligeramente, situándose en 70,06 dólares. Por su parte, el crudo Brent del Mar del Norte, de referencia en Europa, experimentó una caída similar, reflejando la inquietud en los mercados ante las condiciones geopolíticas y económicas globales.

Los precios del petróleo se habían elevado previamente este mes debido a los ataques con misiles de Irán contra Israel, lo que generó temor a represalias que pudieran interrumpir el suministro de petróleo en la región. Sin embargo, las garantías de Netanyahu de no atacar instalaciones iraníes contribuyeron a disipar parcialmente esos temores. Matt Britzman, analista senior de Hargreaves Lansdown, afirmó que «la prima de riesgo geopolítico está cayendo, y los precios están siendo nuevamente impulsados por el panorama de demanda en crisis».

El panorama global de la demanda y los problemas en China

Más allá del alivio temporal por la situación en Oriente Medio, los precios del crudo también se han visto presionados por la creciente preocupación sobre la economía global, en particular la de China, que es el mayor importador de petróleo del mundo. El estancamiento económico del gigante asiático ha generado incertidumbre entre los inversores, quienes esperaban que el gobierno chino anunciara nuevas medidas de estímulo para reactivar su debilitada economía durante una reunión informativa el pasado fin de semana.

Sin embargo, el ministro de Finanzas de China, Lan Fo’an, no proporcionó detalles concretos sobre la magnitud de los estímulos, lo que incrementó las dudas sobre la capacidad de China para revertir su actual desaceleración económica.

Rodrigo Catril, estratega senior del National Australia Bank, señaló que “China tiene una necesidad desesperada de apoyo fiscal, con una demanda interna muy débil y una economía que enfrenta presiones deflacionarias, junto con una demanda global más baja”. Esta falta de medidas concretas por parte de Beijing ha afectado no solo los mercados de energía, sino también los mercados bursátiles de la región.

El martes, el índice de la bolsa de Hong Kong cayó casi un 4%, mientras que Shanghai cerró con una pérdida del 2,5%. Estas caídas reflejan el temor de los inversores a que la economía china no esté recibiendo el apoyo necesario para salir de su actual estancamiento, lo que a su vez podría reducir la demanda mundial de petróleo y otros productos básicos.

Impacto en los mercados bursátiles internacionales

El impacto de estas preocupaciones no se limitó a Asia. En Estados Unidos, los principales índices bursátiles también se vieron afectados. El lunes, el Dow Jones y el S&P 500 habían alcanzado máximos históricos, impulsados por informes positivos de ganancias trimestrales de grandes bancos como Goldman Sachs, Bank of America y Citigroup.

Sin embargo, el optimismo no duró mucho. El Dow cayó ligeramente el martes, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq Composite lograron mantener parte de sus ganancias en las primeras horas de operación.

Goldman Sachs informó un aumento de casi el 50% en sus ganancias del tercer trimestre, lo que inicialmente impulsó sus acciones en más de un 2%. No obstante, la mayoría de esas ganancias se esfumaron más tarde en el día. Bank of America y Citigroup también reportaron resultados sólidos, con subidas del 1,8% y 1,5% respectivamente.

Sin embargo, las decepcionantes proyecciones de UnitedHealth Group, que cayó más de un 6%, y la toma de ganancias en Nvidia, que retrocedió un 4% después de un reciente repunte, arrastraron a la baja los índices generales.

En Europa, los mercados también reflejaron la inestabilidad. Londres cerró a la baja a pesar de que los datos oficiales mostraron una disminución del desempleo y del crecimiento salarial en Gran Bretaña, lo que había generado expectativas de que el Banco de Inglaterra podría reanudar los recortes de las tasas de interés el próximo mes.

En París, las acciones cayeron, mientras que en Frankfurt el mercado apenas mostró variaciones luego de que una encuesta revelara que la confianza de los inversores alemanes había aumentado más de lo esperado en octubre, lo que brindó cierta esperanza para la economía más grande de Europa.

Un hecho destacado fue la caída de más del 14% de las acciones del gigante tecnológico holandés ASML en Ámsterdam, tras la aparente filtración de sus resultados del tercer trimestre, que mostraban menores ingresos por pedidos de lo anticipado.

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