FINJUS advierte que designación dual de Carlos Pimentel vulnera la ley y afecta la institucionalidad

Santo Domingo, 27 de octubre – La Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS) expresó hoy su rechazo a la reciente designación de Carlos Pimentel como director ejecutivo de Alianzas Público-Privadas, manteniendo a su vez el cargo de director general de Contrataciones Públicas, calificando esta doble función como una violación a la ley y un riesgo para la estabilidad institucional de la Administración Pública.

FINJUS señala que la Ley núm. 47-20, que regula las Alianzas Público-Privadas, establece en su artículo 19, literal 6, que el director ejecutivo de esta entidad no debe «desempeñar ningún cargo o empleo de cualquier naturaleza», salvo en el ámbito docente.

En un comunicado, FINJUS destacó que esta disposición es clara y no admite excepciones en cuanto a la exclusividad que requiere el cargo, por lo cual la reciente designación de Pimentel representa una infracción evidente.

Antoliano Peralta, consultor jurídico del Poder Ejecutivo, emitió una aclaración sobre la noticia en circulación y advirtió de los posibles conflictos de interés que surgen de esta dualidad de funciones. La Fundación también subrayó que no se trata únicamente de si Pimentel percibirá un solo salario por ambas responsabilidades, sino que la propia Ley 47-20 prohíbe expresamente que el director ejecutivo de Alianzas Público-Privadas desempeñe otra función, independiente de la remuneración.

El comunicado de FINJUS, firmado por su vicepresidente ejecutivo, Servio Tulio Castaños Guzmán, resalta además que esta situación pone en riesgo el cumplimiento de los principios de buena administración y eficacia, pilares fundamentales para la gestión pública.

La fundación explicó que dentro del Consejo de Alianzas Público-Privadas, compuesto por seis miembros, hay dos posiciones clave: el director general de Contrataciones Públicas, con voz y voto, y el director ejecutivo de Alianzas Público-Privadas, con voz pero sin voto.

La designación de Pimentel para ambos cargos, apunta FINJUS, provoca una incompatibilidad al otorgarle un doble rol de supervisión y ejecución, situación contraria a los principios de imparcialidad y transparencia.

FINJUS advirtió que esta doble función somete a Pimentel a un conflicto de interés constante, ya que como director ejecutivo de Alianzas Público-Privadas, él será responsable de dirigir los procesos de licitación pública en el ámbito de las alianzas; mientras que, desde su posición en Contrataciones Públicas, tendría el deber de supervisar esos mismos procesos, generando un potencial conflicto al ser juez y parte en decisiones clave del sector.

Además, la fundación alertó que la ocupación simultánea de ambos cargos afecta el principio de eficacia que debe regir la Administración Pública, dado que ambas posiciones son altamente demandantes y requieren una dedicación exclusiva que no sería viable bajo esta configuración. «Esta duplicidad en la dirección atenta contra la eficacia, pues compromete la dedicación plena que ameritan las funciones de cada cargo», sostiene el comunicado de FINJUS.

La organización concluyó expresando su esperanza de que el presidente de la República, Luis Abinader, corrija esta designación para alinearse con el marco legal vigente y los principios de transparencia y eficacia que guían la buena administración pública en el país.

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