Barbecue: El controvertido líder armado haitiano que desafía a las potencias extranjeras

Puerto Príncipe, Haití. Jimmy Cherisier, mejor conocido como «Barbecue», ha surgido como una de las figuras más polarizantes en el escenario político y social de Haití. Como líder de la coalición de bandas armadas «G-9 y Familia», sus declaraciones y acciones han captado la atención tanto dentro como fuera del país.

Con un discurso que mezcla la retórica revolucionaria y la crítica a las potencias extranjeras, Barbecue se posiciona como el defensor de una «segunda independencia» para Haití, mientras que otros lo catalogan como un criminal que ha sumido al país en un caos sangriento.

A principios de noviembre, durante una entrevista con el youtuber canadiense «Chris Must List», Barbecue expresó su apoyo al expresidente estadounidense Donald Trump. Según Cherisier, un gobierno republicano en Estados Unidos, encabezado nuevamente por Trump, representaría una oportunidad para que Haití recupere su soberanía sin interferencias externas.

“Trump dejará decidir a Haití por sí mismo. No necesitamos amos, ya no somos esclavos. Estados Unidos, Canadá y Francia actúan como si fueran nuestros dueños, y nos tratan como esclavos”, afirmó.

En contraste, Barbecue acusó al Partido Demócrata de intervenir de manera más agresiva en los asuntos internos de Haití, seleccionando líderes políticos y manipulando el panorama nacional en favor de sus intereses. “Son ellos quienes deciden quién es el primer ministro, el presidente y el jefe de policía. Son hipócritas. Los republicanos, al menos, son claros y directos”, aseguró.

Barbecue también criticó a los líderes haitianos, a quienes calificó de «marionetas» al servicio de los intereses extranjeros. Según él, esta dependencia perpetúa una relación colonial disfrazada, manteniendo a Haití en una posición subordinada frente a las potencias occidentales.

Para Barbecue, la solución a los problemas de Haití radica en una transformación profunda que solo puede lograrse mediante una revolución. “Hoy, la mayoría del pueblo habla de revolución y siente que el país la necesita. Eso es lo que asusta a Estados Unidos, Canadá y Francia. Le temen a una Haití independiente”, declaró con contundencia.

Entre sus propuestas más radicales, Barbecue aboga por desalojar a las élites económicas y a los políticos corruptos del país. “Los ricos tendrán que irse en helicópteros, como ya ha pasado antes en nuestras crisis. No buscamos matarlos, pero no podrán seguir aquí explotando al pueblo”, dijo, evocando imágenes de episodios históricos en los que las élites huyeron en medio de conflictos internos.

El rol de las potencias en la crisis haitiana

Barbecue argumenta que la inestabilidad social y política en Haití es deliberadamente mantenida por Estados Unidos, Canadá y Francia para evitar que el país alcance su pleno potencial. “Quieren que pensemos que sus países son el paraíso. No quieren que descubramos que Haití puede ser próspero por sí mismo”, afirmó.

A pesar de las carencias tecnológicas actuales, Barbecue está convencido de que Haití tiene los recursos necesarios para desarrollarse sin depender de la ayuda externa. “Si nos dejan solos, encontraremos nuestra propia tecnología. Haití puede convertirse en la perla de esta isla”, aseguró, haciendo referencia al apodo histórico de «La Perla del Caribe» que una vez ostentó la nación.

Una figura controvertida: ¿revolucionario o criminal?

Aunque Barbecue se autoproclama defensor del pueblo haitiano, su figura está rodeada de graves acusaciones. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la violencia atribuida a las pandillas criminales, incluida la G-9, ha provocado al menos 4,544 muertes en el último año.

Además, los enfrentamientos entre su coalición y las fuerzas de seguridad han desplazado a miles de familias, exacerbando la ya crítica crisis humanitaria del país.

Barbecue ha rechazado estas acusaciones, asegurando que son parte de una campaña de desprestigio en su contra. “Es normal que me hagan ver como un monstruo porque el sistema aquí es corrupto y apestoso. Usan los medios locales e internacionales para destruir mi carácter, como hicieron con el expresidente Jovenel Moïse antes de su asesinato”, afirmó durante la entrevista.

El líder de la G-9 negó estar involucrado en secuestros, asesinatos o saqueos, describiéndose como un hombre que ha dedicado su vida a mejorar las condiciones de los haitianos. “No soy inocente, pero tampoco soy un criminal. No sé cómo secuestrar ni matar gente por dinero. Estoy luchando para cambiar este sistema corrupto que nos tiene atrapados”, dijo.

El pasado viernes, Barbecue logró escapar de un operativo de captura realizado por la Policía Nacional Haitiana (PNH) con apoyo de fuerzas internacionales lideradas por Kenia. Durante el intento, dos de sus aliados más cercanos, identificados como «Ti Chinay» y «Ti Dyab», murieron tras enfrentarse a los agentes con armas automáticas. Ambos eran miembros activos de la coalición criminal Viv Ansanm, estrechamente vinculada a la G-9.

En el video de la entrevista, Barbecue narró que mientras caminaba tranquilamente por las calles de su comunidad, se registraba un enfrentamiento a kilómetros de distancia entre su grupo armado y las fuerzas de seguridad. Según él, estos operativos son financiados y dirigidos por potencias extranjeras que buscan silenciar su movimiento.

Reacciones internacionales: la postura de Macron

La influencia de las potencias extranjeras en Haití también ha sido motivo de controversia en la arena internacional. Recientemente, un video del presidente francés Emmanuel Macron lo muestra calificando de «idiotas» a los responsables haitianos que destituyeron al primer ministro Garry Conille, quien había sido designado en un intento por estabilizar el país.

En sus declaraciones, Macron afirmó que los haitianos deben asumir la responsabilidad de sus problemas, acusándolos de permitir el narcotráfico y la corrupción que han llevado al colapso del Estado. Estas palabras han generado reacciones encontradas, especialmente en un contexto donde muchos haitianos culpan a Francia por siglos de explotación y su papel en la crisis actual.

Mientras Barbecue lanza su llamado a la revolución y desafía a las potencias extranjeras, Haití enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes. La violencia de las pandillas ha dejado a miles de personas desplazadas y ha interrumpido el acceso a servicios básicos como agua, alimentos y atención médica.

La intervención internacional, liderada por fuerzas militares kenianas, ha generado esperanzas en algunos sectores, pero también críticas por parte de quienes, como Barbecue, la ven como una continuación del dominio extranjero. “No necesitamos tropas extranjeras, necesitamos que nos dejen reconstruir nuestro país en paz”, dijo el líder de la G-9.

El futuro de Haití: entre la esperanza y el desafío

Jimmy Cherisier, alias Barbecue, se presenta como un símbolo de resistencia en un país que lucha por definir su futuro. Para algunos, es un líder que da voz a las frustraciones de los marginados; para otros, es un criminal cuya violencia agrava la crisis.

Lo que queda claro es que Haití se encuentra en una encrucijada. Entre la creciente influencia de las potencias extranjeras, la falta de un liderazgo político efectivo y el clamor de una población desesperada, el camino hacia la estabilidad y el progreso parece cada vez más complicado.

Mientras tanto, figuras como Barbecue continúan desafiando el status quo, planteando preguntas incómodas sobre soberanía, justicia y el papel de la comunidad internacional en la reconstrucción de Haití. ¿Será este el comienzo de una revolución que transforme al país, o simplemente otro capítulo en su historia de sufrimiento y lucha? El tiempo, y las acciones de sus líderes, tendrán la última palabra.

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