Los jóvenes de EE.UU. que presencian un tiroteo son más propensos a empezar a portar un arma

Washington, 5 diciembre.- La exposición directa a la violencia armada, bien sea por presenciar un tiroteo o por recibir un disparo, tiene una “fuerte relación” con el hecho de empezar a portar armas entre los jóvenes o adolescentes, señala el estudio de investigadores tras 25 años de seguimiento a un grupo de menores en EE.UU.

Investigadores de las universidades de Cambridge, Pensilvania y Harvard han estudiado los patrones de uso y tenencia de armas en adultos y jóvenes de un grupo de menores originarios de Chicago durante casi tres décadas (1995-2021) para determinar cuándo y por qué los ciudadanos de EE. UU. empiezan a portar armas, así como el tiempo que las llevan.

El impacto de ser testigo de un acto violento

Según recoge el estudio, la motivación para tener un arma cambia dependiendo de la edad en la que empiezan a llevarla.

Los que se inician de más jóvenes, bautizados como portadores adolescentes, suelen empezar a portar armas como una reacción tras ser testigos de un acto violento en EE.UU.

Jóvenes armas EE.UU.
En esta imagen de archivo personas se reúnen en un acto por las víctimas de Apalachee High School en Georgia, EE.UU. EFE/EPA/Erik S. Lesser

“Hay una relación fuerte entre estar expuesto a violencia armada con comenzar a llevar un arma pronto”, destaca.

Quienes empiezan de adultos, en cambio, toman esta decisión por una cuestión de seguridad.

“La tenencia de armas entre los adultos puede estar vinculada a la percepción de amenazas de naturaleza más general, como la idea de que existe peligro de muerte, que hay una guerra civil inminente o que la violencia está justificada para proteger el modo de vida estadounidense”, afirmó la investigación.

La edad, un factor fundamental para la predisposición al porte de armas

Además, han descubierto que dependiendo de cuándo empiezan a tener en su disposición un arma, ésta se convierte en algo que perdura en su vida o no.

Solo el 37 % de los que empezaron a portar una cuando eran adolescentes la seguía teniendo en su poder en 2021 (cuando finalizó el estudio), sin embargo, casi todos los que empezaron a llevarla de adultos (el 85 %) la tenía al finalizar.

Pese a que el porcentaje de los que habían disparado con su arma se encontraba en niveles similares cuando las personas analizadas tenían 40 años, sin importar cuándo tuvieron su primera arma, sí que varia el momento de su primer uso.

En esta imagen de archivo se ve a una manifestante por el control del uso de las armas en la Embajada de EE.UU. en Londres. EFE/EPA/ Neil Hall

“Nadie que empezara a llevar un arma antes de cumplir los 21 años acabó usándola por primera vez después de esa edad”, afirma el estudio.

Además de la edad, hay otros factores que también juegan su papel en el objetivo de la investigación: los hombres tienen más armas que las mujeres (48 % versus 16 %) y los negros doblan a los hispanos y a los blancos.

Pese a estos datos, los investigadores advierten de que este estudio “adquiere una nueva relevancia con los recientes cambios sociales” vividos en el país y señalan la pandemia de la covid-19 y el asesinato de George Floyd como dos de las razones que motivaron, recientemente, la compra de armas en EE.UU.

Según la organización suiza Small Arms Survey, hay 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses. Más armas que personas.

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