Rusia alerta sobre el futuro de sus bases militares en Siria mientras la OTAN sigue “de cerca” la situación
Moscú (EFE).- El futuro de las bases militares rusas en Siria -la base aérea de Hmeimim y la base naval de Tartus- podría verse en entredicho tras el derrocamiento del presidente sirio Bachar al Asad y la toma de Damasco por parte de las fuerzas rebeldes, alertaron fuentes parlamentarias rusas. Mientras, el Gobierno chino ha indicado que “sigue de cerca” la situación.
“La situación en Siria es compleja, pero Rusia defiende sus intereses consecuentemente, y en particular, respecto a sus bases militares”, afirmó a la agencia rusa Interfax el presidente del comité de Defensa de la Duma (Cámara de diputados), Andréi Kartapólov.
El legislador llamó a recordar la desventajosa retirada de las tropas soviéticas de Alemania y otros países y llamó a “no hacer ningún gesto de buena voluntad”.
A su vez, el vicepresidente del Senado ruso, Konstantín Kósachev, escribió en Telegram que los sucesos en Siria “son un golpe muy duro para todos sin excepción”.
La víspera el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que Rusia continuaría apoyando militarmente a Siria y negó una presunta evacuación de la base naval rusa de Tartus al señalar que en estos momentos las fuerzas emplazadas en ella llevan a cabo maniobras en la región oriental del mar Mediterráneo.
La OTAN sigue “de cerca” la evolución de la situación
Por su parte, la OTAN sigue “de cerca” la evolución de los acontecimientos en Siria, donde la oposición armada derrocó este domingo al régimen de Bachar al Asad, dijeron a EFE fuentes de la Alianza Atlántica.
“Seguimos de cerca los acontecimientos”, afirmó un funcionario de la OTAN, que declinó hacer más comentarios por el momento.
China espera que el país se estabilice cuanto antes
Por su parte, el Gobierno chino ha indicado que “sigue de cerca” la situación de Siria y espera que la estabilidad “vuelva cuanto antes” al país árabe, donde la oposición armada derrocó este domingo al régimen de Bachar al Asad.
El Ministerio chino de Exteriores ha informado a través de un comunicado de su Oficina del Portavoz, que está “ayudando de forma activa a los ciudadanos chinos que deseen salir del país a hacerlo de forma segura y ordenada”, a la vez que mantiene contacto con sus nacionales que permanecerán en Siria, a los que asesora para que se mantengan a salvo.
“Urgimos a las partes relevantes en Siria a que garanticen la seguridad de las instituciones chinas y su personal”, señala la nota oficial.
Berlín pide que Siria no caiga en manos de “radicales”
En Berlín, la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, celebró este domingo que el colapso del régimen en Siria suponga para los ciudadanos “un primer respiro de alivio”, pero advirtió de que el país no debe caer ahora en manos de “radicales” y llamó a proteger a las minorías étnicas y religiosas y a poner en marcha un proceso político inclusivo.
“No se puede decir con certeza qué pasará ahora en Siria. Pero está claro que el final de (Bachar al) Asad significa para millones de personas en Siria un primer respiro de alivio tras una eternidad de horrores por parte del régimen”, escribió en un hilo en la red social X.
La ministra verde recordó que cientos de miles de personas han muerto en la guerra civil desde 2011 y millones han huido y enfatizó que el presidente sirio debe rendir cuentas ante la justicia por haber “asesinado, torturado y usado armas químicas contra la propia población”.
Francia pide que callen las armas y que se mantenga la unidad
También Francia celebró la caída del régimen de Bachar al Asad e insistió en que ahora las armas deben callar y que hay que preservar la integridad territorial de Siria y que hay que preservar las instituciones del Estado en una transición pacífica que permita proteger a los civiles y a todas las minorías.
En un comunicado, el Ministerio francés de Exteriores consideró el de hoy como un “día histórico para Siria y para el pueblo sirio” por el fin del régimen de al Asad tras “más de 13 años de una represión de una gran violencia”.
“Bachar al Asad -subrayó- deja un país exangüe, vaciado de una gran parte de su población que, si no se ha sometido al exilio ha sido masacrada, torturada y bombardeada con armas químicas por el régimen y sus aliados”. EFE