Defensoría del Pueblo de Colombia eleva a 60 los muertos por el conflicto armado en el Catatumbo
Bogotá, 19 enero.- Unas 60 personas han muerto en los enfrentamientos de esta semana entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las FARC en seis municipios de la región colombiana del Catatumbo, en el noreste del país, que deja además miles de desplazados, informó este sábado la Defensoría del Pueblo.
«Alrededor de 60 personas han muerto de manera violenta en Convención, Ábrego, Teorama, El Tarra, Hacarí y Tibú. Entre las personas asesinadas se encuentran 7 firmantes de paz y el líder Carmelo Guerrero de la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo (Asuncat)», señaló la Defensoría.
El balance indica que también hay «confinamientos en los mismos municipios» y que «algunas personas han sido rescatadas», mientras que otras han salido de la zona «en caravanas terrestres, motorizadas o fluviales» para ponerse a salvo en otros lugares.
«Toda esta situación es devastadora. Es el sentido más básico de humanidad el que debe prevalecer. Nada justifica esto, nada. Llamamos a las entidades territoriales y al Gobierno nacional a garantizar la atención humanitaria integral en el Catatumbo», escribió la defensora del Pueblo, Iris Marín, en su cuenta de X.
Desplazamientos y secuestros
El informe preliminar de la Defensoría, con base en datos recogidos en «espacios de coordinación interinstitucional», agrega que «muchas personas, entre ellas firmantes de paz, líderes sociales y sus familiares, e inclusive niños y niñas, enfrentan un riesgo especial de ser secuestradas o asesinadas debido a los señalamientos del ELN».
«Dichas personas han solicitado su rescate y se han adelantado algunos operativos exitosos para ese fin. Sin embargo, muchas de ellas siguen sin que hayan podido ser rescatadas y están huyendo y refugiándose en las montañas», indica el balance.
La guerra del ELN contra las disidencias de las FARC por el control territorial, que comenzó el pasado jueves, ha provocado un éxodo de miles de campesinos, principalmente hacia las cabeceras urbanas de Cúcuta, Ocaña y Tibú, ciudades del departamento de Norte de Santander al que pertenece el Catatumbo, o incluso a pasar la frontera selvática hacia Venezuela.
Los desplazados han denunciado que el ELN amenazó con tomarse algunos caseríos y matar a la gente, acusándolos de colaborar con sus rivales, algo que ya se vio en algunas partes donde los guerrilleros fueron casa por casa buscando a sus víctimas.
«A Cúcuta han llegado cientos de familias (…) a Ocaña han llegado cerca de 850 familias que se encuentran ubicadas en el coliseo; en Tibú se reporta la llegada de 2.500 personas de zonas rurales y la salida de familias de la Gabarra por vía fluvial», indicó la Defensoría.
También hay 37 familias víctimas del desplazamiento forzado en Ábrego y 68 en El Tarra, mientras que la Cancillería recibió de la embajada en Caracas la información de que «al menos 60 personas se desplazaron a la región del Zulia, en Venezuela».
Comunidades indígenas afectadas
Esta crisis humanitaria afecta también a las comunidades indígenas del Catatumbo, que habitan en su mayoría un parque nacional natural.
«La comunidad indígena Bari Irocobingkayra del pueblo Motilón Barí, en el Tarra, se desplazó integralmente al resguardo Catalaura de La Gabarra por alerta máxima y preventiva», agrega el balance parcial.
Igualmente, «la Asociación de Comunidades y Caciques del Pueblo Yukpa de Norte de Santander (Yukpaojetaw) reporta riesgo de desplazamiento o desplazamientos en las comunidades de Yukpa Tayaya ubicada en San Pablo, Teorama (126 personas)» y lo mismo ocurre en Tibú (180 personas de las cuales cinco ya se desplazaron hacia Venezuela).
La Defensoría del Pueblo registra además el secuestro de tres firmantes de paz en Convención y Teorama, que se suman al secuestro el pasado jueves de otras 20 personas, 10 de ellas mujeres, de las cuales 17 siguen cautivas.
Todas las cifras son preliminares porque ni la Policía ni el Ejército tienen presencia permanente en las zonas rurales del Catatumbo ya que suelen ser blanco de ataques cuando se alejan de las áreas urbanas.
«Les pedimos habilitar las condiciones necesarias para permitir el ingreso de las autoridades para la adecuada atención de la población. A los grupos armados, y particularmente al ELN, les pedimos permitir el acceso a la atención humanitaria y cesar todo ataque contra la población civil», concluyó la Defensoría.
Autoridades temen incremento de muertos
Las autoridades del departamento colombiano de Norte de Santander temen que los enfrentamientos en el Catatumbo, en el noroeste del país, dejen ya más de 50 muertos, aunque la Fiscalía y las Fuerzas Militares no han podido acceder a la zona para certificarlo.
«Como las Fuerzas Militares y la Fiscalía no ha podido llegar al terreno, lo único que tenemos son especulaciones por algunas fotografías que nos han enviado, y si es por eso yo creo que son más de 50 (muertos)», aseguró a EFE en Cúcuta el secretario de seguridad del departamento de Norte de Santander, el coronel retirado de la Policía George Quintero.
Además de cruentos videos y fotografías que circulan en redes y que han llegado a las autoridades, en la Gobernación de Norte de Santander también han recibido testimonios de personeros y alcaldes de los pueblos de la zona y testimonios directos de familiares de víctimas.
«Me llamó hoy una persona que me dijo que habían matado al papá y que ella lo había tenido que meter a la casa porque también la mataban si salía», contó el secretario de Seguridad.
Miedo e incertidumbre en el Catatumbo
Por el momento, la situación sigue incierta después de que en la mañana del jueves el ELN emprendiera una ofensiva en zonas rurales de varios municipios del Catatumbo, que abarca buena parte del departamento de Norte de Santander, contra sus rivales de las disidencias de las FARC.
Los ataques han sorprendido a los habitantes de varios caseríos que tuvieron que correr a buscar refugio para protegerse de los tiroteos, todo documentado en videos subidos a las redes sociales.
En esas imágenes se ve como guerrilleros del ELN recorren las calles en busca de sus víctimas y se escuchan las ráfagas de fusil y de ametralladoras.
Dos días después y de que el viernes las autoridades hablaran de más de 30 muertos, las cifras son aún confusas, aunque se sabe que también hay secuestrados, heridos y un gran número de personas desplazadas que huyen de las balas.
Los desplazados proceden de diversos caseríos del Catatumbo que han tenido que huir por cualquier medio hacia Cúcuta, Ocaña o la zona urbana de Tibú en busca de protección.
Las víctimas
Desde Vivamos Humanas, una ONG que agrupa a centenares de organizaciones sociales locales, reportaron más de 50 muertos por los enfrentamientos, entre ellos 5 firmantes de paz, 30 heridos y más de 450 familias desplazadas.
El Ejército ha desplegado a 300 militares en la zona y la Fuerza Aeroespacial de Colombia (FAC) ha realizado varias operaciones aéreas para rescatar a heridos.
El ELN se pronunció este sábado a través de un comunicado del comandante del Frente de Guerra Nororiental, donde echa la culpa a las «ex-FARC» del crimen de una familia, incluido un bebé de nueve meses, lo que les ha llevado a la «confrontación armada» que se está desarrollando.
La matanza a la que hace alusión el ELN fue perpetrada el pasado 15 de enero y le costó la vida a Miguel Ángel López, dueño de una funeraria de Tibú; su esposa, Zulay Durán, y su pequeño hijo Miguel Herney López Durán, quienes fueron asesinados cuando viajaban de esa localidad a Cúcuta por carretera.
Diálogos de paz suspendidos
Los enfrentamientos y la escalada de tensión han llevado también a que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunciara el viernes la suspensión de los diálogos con el ELN, al que acusó de cometer «crímenes de guerra» en el Catatumbo y del que dijo que no tiene «ninguna voluntad de paz».
La negociación está suspendida hasta que el ELN definitivamente decida «caminar hacia la paz» porque «este país no aguanta más estos vaivenes», explicó la jefa de la delegación del Gobierno en los diálogos, Vera Grabe.
Las partes habían planteado reunirse la próxima semana para reactivar la mesa de diálogos, que el Gobierno de Petro retomó en noviembre de 2022 y está congelada desde mayo pasado por diversas desavenencias.
El Gobierno también lleva a cabo un proceso de paz con el Estado Mayor de los Bloques (EMB) una facción del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las FARC, que es a la que el ELN está atacando.
La zona del Catatumbo es una región pobre y montañosa que limita con Venezuela y está formada por los municipios de Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú.
En ellos operan el ELN, disidencias de las FARC, un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL) y otras bandas que se disputan el control de los cultivos de coca y de los corredores para el narcotráfico.EFE