Sindicatos exigen aumento salarial superior al 30% para combatir el alza en el costo de vida
Santo Domingo, 28 enero. – El presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael Abreu (Pepe), informó que los sindicatos de trabajadores presentarán una propuesta de aumento salarial superior al 30% ante el Comité Nacional de Salarios, argumentando que el incremento de los costos de la canasta familiar y de los servicios justifica plenamente esta medida.
Si bien calificó como positiva la propuesta del presidente Luis Abinader de un aumento del 20%, Abreu aseguró que esta cifra resulta insuficiente para compensar el elevado costo de los alimentos y otros bienes esenciales, según los estudios económicos que han analizado.
El dirigente sindical adelantó que el aumento planteado por los sindicatos no solo superará el porcentaje propuesto por el mandatario, sino que abarcará a empleados de grandes, medianas y pequeñas empresas, así como a las micro, pequeñas y medianas empresas (pymes) y a trabajadores de empresas de seguridad privada.
Según explicó, el grupo de trabajadores no sectorizados, que es el foco de este ajuste salarial, incluye a la mayor parte de los empleados del sector privado, aunque destacó que no todos los trabajadores se beneficiarían de esta medida, ya que sectores como las zonas francas, el turismo, la construcción y la agricultura quedarían excluidos.
En ese sentido, Abreu destacó que la intervención del presidente Abinader en este tema envía un mensaje claro a los empresarios: no deben llegar a las discusiones salariales con propuestas insignificantes, como ha ocurrido en el pasado.
Según el dirigente sindical, el hecho de que el tercer integrante del Comité Nacional de Salarios, un miembro permanente del órgano, presente una propuesta inicial del 20% a los empresarios debería evitar que estos adopten la postura de regatear aumentos mínimos, algo que suele prolongar las negociaciones durante meses.
Abreu subrayó que el planteamiento del presidente Abinader marca un precedente, ya que no es común que los mandatarios se pronuncien de manera directa sobre estos temas.
A menudo, explicó, las negociaciones salariales se llevan a cabo de manera discreta, sin una intervención abierta por parte del Ejecutivo. Sin embargo, en esta ocasión, el mandatario no solo se ha expresado públicamente, sino que también ha respaldado la necesidad de un incremento salarial para los trabajadores no sectorizados.
El presidente Abinader hizo el anuncio durante su rueda de prensa semanal, señalando que el gobierno presentará ante el Comité Nacional de Salarios una propuesta de al menos un 20% de incremento salarial para los trabajadores de este grupo, lo cual fue valorado por Abreu como un gesto positivo, aunque insuficiente.
Según el líder sindical, esta propuesta abarca a los sectores que concentran la mayor parte de los empleados del sector privado, pero los sindicatos están determinados a llevar al Comité Nacional de Salarios una propuesta más ambiciosa que responda a las necesidades actuales de los trabajadores.
Rafael Abreu informó que los sindicatos ya han remitido una carta al Comité Nacional de Salarios exponiendo su posición, y se disponen a entregar un estudio económico actualizado que justifica su propuesta.
Para Abreu, el debate sobre los salarios debe centrarse en garantizar que los trabajadores puedan sostener un nivel de vida digno frente a los continuos aumentos en los costos de bienes y servicios básicos. La propuesta de los sindicatos será debatida en marzo, cuando comiencen las discusiones formales en el Comité Nacional de Salarios, y los trabajadores confían en que esta vez los empresarios no prolongarán innecesariamente el proceso.
Abreu concluyó resaltando que la intervención del presidente Abinader podría ser un factor clave para impulsar un acuerdo más equitativo en beneficio de los trabajadores, dado que su planteamiento inicial envía una señal de compromiso con la mejora del salario real.
Sin embargo, reiteró que el porcentaje sugerido por el mandatario debe ser considerado como el punto de partida para las negociaciones, y no como un límite, ya que las necesidades de los trabajadores demandan un ajuste más significativo para enfrentar el contexto económico actual.