Rubio dice a Panamá que debe reducir influencia china en el canal o enfrentar posible acción de EEUU

CIUDAD DE PANAMÁ, 2 febrero.- — El secretario de Estado estadounidense Marco Rubio le llevó el domingo una advertencia al presidente panameño José Raúl Mulino: Reducir de inmediato lo que el mandatario Donald Trump considera como influencia china sobre el área del Canal de Panamá o enfrentar posibles represalias.

Rubio, que recorrió la nación centroamericana y el Canal de Panamá en su primer viaje al extranjero como el máximo diplomático estadounidense, sostuvo conversaciones en persona con Mulino, quien ha resistido a las presiones del nuevo gobierno estadounidense sobre la administración panameña de una vía de navegación vital para el comercio global.

Mulino dijo a los periodistas después de la reunión que él siente que “no hay ninguna amenaza real para retomar el canal ni uso de la fuerza”.

En declaraciones a nombre de Trump, quien ha exigido que el canal vuelva al control de Estados Unidos, Rubio le informó a Mulino que Trump creía que la presencia de China en el área del canal viola un tratado que llevó a Washington a entregar la vía navegable a Panamá en 1999. Ese tratado exige la neutralidad permanente del canal construido por estadounidenses.

“El secretario Rubio dejó claro que este status quo es inaceptable y que, si no hay cambios inmediatos, Estados Unidos tendrá que tomar medidas necesarias para proteger sus derechos bajo el tratado”, señaló el Departamento de Estado en un resumen de la reunión.

La declaración fue inusualmente directa en términos diplomáticos, pero en consonancia con el tono que Trump ha establecido para la política exterior. Trump ha aumentado la presión sobre vecinos y aliados de Washington, incluida su exigencia sobre el canal, y el sábado anunció la imposición de aranceles del 25% a Canadá y México. Esto provocó represalias de esos aliados cercanos, desatándose una guerra comercial.

Mulino, mientras tanto, indicó que su reunión con Rubio fue “respetuosa” y “positiva”, y dijo que no siente “que haya una amenaza contra el tratado y su vigencia”.

Mulino indicó que Panamá no renovaría su acuerdo con la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda de China una vez que expire. Panamá se sumó a la iniciativa, la cual promueve y financia proyectos de infraestructura y desarrollo, después de que el gobierno panameño dejó de reconocer diplomáticamente a Taiwán y reconoció a Beijing. Los críticos dicen que dichos proyectos dejan a los países miembros pobres muy endeudados con China.

Más tarde, Rubio recorrió el canal al atardecer, acompañado del administrador de la vía Ricaurte Vásquez, quien ha dicho que el canal permanecerá en manos de Panamá y abierto a todos los países. Rubio cruzó la esclusa y visitó la torre de control, mirando hacia el agua por donde un buque petrolero cruzaba.

Antes, unas 200 personas marcharon en la capital portando banderas panameñas y gritando: “Fuera Marco Rubio de Panamá”, “Viva la soberanía nacional” y “Un solo territorio, una sola bandera” mientras se llevaba a cabo la reunión. Algunos quemaron una pancarta con imágenes de Trump y Rubio después de ser detenidos por la policía antidisturbios cerca del palacio presidencial.

Rubio también hizo énfasis en el principal enfoque de Trump —frenar la inmigración ilegal—, diciéndole a Mulino que era importante colaborar en las labores y le agradeció por aceptar de vuelta a los migrantes. Sin embargo, el viaje de Rubio se produce en medio de una congelación de la asistencia extranjera de Estados Unidos y órdenes de suspensión de trabajos que han cerrado programas financiados por Washington para controlar la migración ilegal y la delincuencia en países centroamericanos.

El secretario de Defensa de Estados Unidos publicó la noche del domingo en la red social X que viajará a la frontera sur de Estados Unidos el lunes para visitar a los soldados que han sido enviados a la región como parte de las enérgicas medidas contra la inmigración de Trump.

En un artículo de opinión publicado el viernes en el Wall Street Journal, Rubio señaló que la migración masiva, las drogas y las políticas hostiles aplicadas por Cuba, Nicaragua y Venezuela han causado estragos, y que las instalaciones portuarias en ambos extremos del canal están a cargo de una empresa con sede en China, por lo que la vía interoceánica sería vulnerable a la presión de Beijing.

“El presidente (Trump) ha sido bastante claro de que él quiere volver a administrar el canal”, manifestó Rubio el jueves. “Obviamente, los panameños no son grandes fanáticos de esa idea. Ese mensaje ha sido planteado de forma muy clara”.

A pesar del rechazo de Mulino a cualquier negociación sobre la propiedad del canal, algunos creen que Panamá podría estar abierta a un acuerdo, bajo el cual las operaciones del canal en ambos océanos sean retiradas a la empresa Hutchison Ports con sede en Hong Kong, a la cual se le dio una extensión de 25 años para operarlas, sin licitación. Ya está en curso una auditoría sobre la idoneidad de esa extensión, y ello podría llevar a un nuevo proceso de licitación.

Lo que no está claro es si Trump aceptaría la transferencia de la concesión a una empresa estadounidense o europea como cumplimiento de sus demandas, las cuales parecen abarcar más allá de sólo las operaciones.

El viaje de Rubio, que también lo llevará a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y la República Dominicana, se produce en medio de una congelación de la asistencia extranjera de Estados Unidos. El Departamento de Estado indicó el domingo que Rubio había aprobado exenciones para ciertos programas cruciales en los países que está visitando, pero los detalles de esos no estaban disponibles de inmediato.AP

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