¿Seguirá aumentando el dólar?
Juan Ariel Jiménez
Desde hace varios días, muchos dominicanos han expresado su preocupación por el rápido aumento del tipo de cambio y se preguntan si el dólar seguirá subiendo. La respuesta corta es sí, y probablemente de manera significativa.
Esta inquietud surge porque, en apenas dos años y medio, el dólar ha aumentado cerca de 10 pesos, pasando de 53 pesos por dólar en septiembre de 2022 a casi 63 pesos en la actualidad. Para un país acostumbrado a una relativa estabilidad cambiaria, los movimientos del dólar durante estos meses podrían generar incertidumbre. Sin embargo, lo más importante es entender el origen de esta situación para evaluar si debería ser motivo de alarma.
La reciente depreciación del peso dominicano está directamente relacionada con las altas tasas de interés en Estados Unidos, lo que ha hecho que invertir en instrumentos financieros norteamericanos sea muy rentable. Por ejemplo, la tasa de interés del bono del Tesoro a 10 años se encuentra en 4.5%, el nivel más alto desde 2007 a la fecha.
Ante esta inusual oportunidad de inversión de alta rentabilidad, muchos inversionistas han optado por resguardar su dinero en una “moneda fuerte” y en un “país seguro”, aumentando la demanda de dólares y reduciendo la demanda de pesos dominicanos.
Mientras en Estados Unidos las tasas de interés subieron, en la República Dominicana ocurrió lo contrario. Desde mediados de 2023, el Banco Central decidió reducir las tasas para estimular la economía, una decisión que muchos economistas entendimos acertada. Sin embargo, el Banco Central disminuyó tanto las tasas esperando que en Estados Unidos también hiciera lo propio, pero esto no ocurrió, al menos no como inicialmente se esperaba. En cambio, las tasas de interés de largo plazo (5, 10 y 30 años) en EE.UU. se han mantenido en niveles máximos de casi dos décadas.
Para ilustrarlo con un ejemplo, en febrero de 2023, un inversionista que analizara dónde colocar sus ahorros notaría que el Banco Central dominicano ofrecía un 17.5% de interés por una inversión a 5 años en pesos, mientras que el Tesoro de EE.UU. ofrecía solo un 4% en dólares. Con un diferencial del 13.5%, muchos optaron por invertir en pesos a pesar del riesgo cambiario y del riesgo país. Sin embargo, hoy en día, la diferencia se ha reducido a apenas 6.5%, haciendo menos atractivo mantener inversiones en pesos y fomentando la dolarización de ahorros e inversiones.
Por lo tanto, la reciente devaluación del peso dominicano responde a esta pérdida del diferencial de tasas de interés, un fenómeno ampliamente explicado en los libros de economía. Por cierto, muchas monedas latinoamericanas han experimentado depreciaciones similares o mayores debido a la misma razón.
De cara al futuro, es probable que Estados Unidos mantenga tasas de interés elevadas. Además, las políticas anunciadas por el presidente Donald Trump tienden a fortalecer el dólar, lo que implica una depreciación de otras monedas, incluyendo el peso dominicano. Por ello, no sería sorprendente que el dólar supere los 65 pesos en algún momento del año.
El Banco Central podría tomar medidas para frenar la depreciación, como subir las tasas de interés, vender reservas internacionales o restringir la cantidad de pesos en circulación. No obstante, estas acciones tienen efectos secundarios, como el enfriamiento de la economía o la reducción de la capacidad del país para responder a choques externos. De hecho, en muchos países se ha visto que las decisiones de los bancos centrales para proteger la moneda terminan siendo remedios peores que la enfermedad.
En conclusión, la depreciación del peso dominicano es una consecuencia natural de la dinámica de tasas de interés y no necesariamente indica problemas estructurales en la economía. Lo importante es monitorear la situación y tomar decisiones informadas en función del contexto económico global, sabiendo que estamos entrando a un período de mayor incertidumbre internacional.
Listín Diario