Efectos de las guerras comerciales
Angel Lockward
Los efectos en la economía, en esta primera fase de la guerra comercial declarada por el presidente Donald Trump son – en su territorio- un incremento en el desempleo del 4% esperado al 4.1% – y hay que esperar el efecto de los despidos en el Gobierno-, alzas iniciales en los precios – y este lunes es que empiezan los aranceles dispuestos por China -, una caída en las principales firmas en la bolsa de New York – debido a la incertidumbre en la aplicación de los aranceles a Canadá y México y, en el bitcoin, no obstante la novedosa constitución de una reserva para la moneda digital dispuesta el viernes pasado.
La tormenta interna desatada, atenuada por el anuncio de la Reserva Federal de mantener los tipos de interés sin variación, tiene esta semana una nueva prueba pues los presupuestos federales terminan el 14 de marzo, fecha en que el Congreso debe aprobar una nueva extensión.
En Europa por el contrario las bolsas tuvieron ganancias y, con el soporte de la industria bélica, ganaron terreno por el anuncio en la inversión militar, igual que las bolsas asiáticas, en ese caso tras el anuncio de China de que planea un crecimiento del 5% de su PIB, no obstante los aranceles impuestos a sus exportaciones por Estados Unidos. En los mercados los aranceles no están ganando.
Efectos en la aprobación presidencial
Los primeros efectos de las medidas, dictadas por decreto del Ejecutivo en Washington han mermado la aprobación del mandatario norteamericano, quien a mes y medio de su juramentación tiene una desaprobación de 52% y una aprobación de 48% según SSRS-CNN, contrario a lo que ha sucedido con los ejecutivos de los países afectados, pues en México, Sheinbaum tras los aranceles subió su popularidad al 85%; Trudeau quien a fin de año tenía una baja aprobación repuntó esta semana doce puntos para llegar al 52% de aprobación – según Instituto Angus Reid – y su partido – que tenía 20 puntos por debajo – podría ganar las elecciones de octubre con su sucesor que ha sido elegido la noche del domingo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump y Volodímir Zelenski.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump y Volodímir Zelenski.AFP
Volodímir Zelensky, quien llegó a su triste cita en la Casa Blanca con apenas 32% actualmente alcanza 63%, tanto que ni sus opositores quieren elecciones en este momento, sino después de la guerra. Esta semana también tienen lugar las elecciones en Groenlandia en donde – independiente de sus querellas con Dinamarca – apenas el 6% vería bien una anexión a Estados Unidos, según Demoscópica Verian, los dos partidos rechazan la oferta de Trump.
Efectos de los aranceles en la economía
Literalmente todos los economistas coinciden en que un aumento en los aranceles – si bien puede aumentar los ingresos del Gobierno – trae consigo un aumento en los precios porque el impuesto no lo paga el exportador sino el consumidor, en este caso los estadounidenses; el efecto en el país al que se aplica es que puede reducir las exportaciones y el empleo, sobre todo en casos como el de México que vende el 83% de toda su producción en USA, pero estando, en muchos bienes las dos economías tan ajustadas, el efecto en la cadena de producción y de suministro puede afectar mucho también a USA, sacando su producto de competencia en el exterior y haciéndolo más caro a lo interno y, es por eso que quienes piden a Trump la posposición son los dueños de Ford y de General Motor.
Con Canadá, por la naturaleza de las compras USA – especialmente petróleo y energía, excepto autos – es peor pues no puede sustituirlas y se expone, como viene sucediendo a boicots no arancelarios, cancelación de contratos y retiro de mercancías estadounidense de los escaparates, incluso a un arancel a la energía en Estados claves lo que generaría una protesta masiva de ciudadanos.
Los aranceles a sus dos socios principales – con 40% de su comercio – con los cuales ha entretejido su economía podría costar ya, incluso si no aplicara los aranceles, un decrecimiento en el PIB esperado para este año en USA y en Canadá, con un efecto cuatro veces mayor en la economía Azteca que podría ir a la recesión: La aplicación de esa medida causa más muertes que una guerra.
Ante una eventual subida general de precios en los bienes importados por USA, tanto por países, bloques de países, como a bienes específicos, no parece que la imposición de aranceles a China vaya a causarle efectos particularmente nocivos y, puede afectar las cadenas de producción norteamericana con el suministro de materias primas raras en las cuales tiene monopolio; no sucede lo mismo con los bienes que los asiáticos compran a Norteamérica, básicamente, equipos agrícolas, carne y granos que puede adquirir en Europa, Brasil y Argentina – como ya pasó en la primera gestión de Trump -, colocando en dificultad a los agricultores americanos que están llamados a tener una baja en sus ventas internas por efecto de la eliminación de algunas de las compras de cereales de la USAID.
Las economías se afectan tanto por los actos, como es la imposición de aranceles, como por los anuncios aunque estos no se cristalicen, porque los inversores detienen sus decisiones hasta tanto el panorama se aclare y en este orden, hay anunciados aranceles a la Unión Europea el bloque de comercio más importante del mundo que se ha preparado para responder y, solo esta situación, aunque no pase a mas, ya afectó los mercados para el resto del año, sobre todo porque es indivisible con la postura en defensa: Por ejemplo, no se espera que de los $ 800 mil millones anunciados por la UE para defensa vaya a ser destinado un dólar a compras en USA, en donde antes se compraba el 80% de los equipos militares europeos.
Efectos políticos globales
La OTAN ha sido condenada a muerte, igual si USA se retira o se mantiene, por las dudas de que Trump aplique el artículo 5 que dispone la asistencia militar recíproca, pues declaró que no defendería al que no “pague” y, eso realineará no sólo los bloques militares, sino políticos y económicos; mientras se desintegra la alianza atlántica, China, Irán y Rusia coordinan ejercicios militares esta semana. El mundo occidental está siendo entregado en bandeja de plata a Asia, aunque vaya bien la reunión en Riad, de Zelensky con el Príncipe heredero y de su equipo con el del Trump.
Foto de archivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una reunión con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la cumbre del G20 en Hamburgo, Alemania, el viernes 7 de julio de 2017. Evan Vucci/AP
Foto de archivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una reunión con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la cumbre del G20 en Hamburgo, Alemania, el viernes 7 de julio de 2017. Evan Vucci/APAP
La apuesta de Trump favoreciendo a Putin en procura de alejarlo de China, no es mala, en cuanto a poner fin a la guerra en Ucrania porque Rusia también está agotada y su líder necesita lucir ganancioso, empero está condenada al fracaso en cuanto tratar de desvincular a esas dos potencias nucleares que ya tienen acuerdos económicos y geopolíticos, como en el Ártico con la Ruta de la Seda – rusa – para el comercio a través de esa helada zona de la tierra que se conjuga con la Ruta de la Seda China por el sur que ya llega al continente americano a través de Perú y Panamá.
Tampoco es mala la intención de Trump de forzar a Europa a invertir más en defensa, lo que ha sido mala es la forma, pues intentar ganar a Putin perdiendo a Canadá, la Unión Europea, Inglaterra, Noruega, y Turquía, ha sido un mal negocio incluso si logra la paz: Independientemente de las declaraciones diplomáticas lit, la relación estrecha con el viejo continente, por un largo tiempo, no será la misma porque perdieron la confianza en el aliado comercial, político y militar tradicional. Europa es rica, educada, con tecnología y orgullosa, no se aguanta lo que Latinoamérica está obligada a soportar. Terminar la guerra de Ucrania era la oportunidad de oro para que Estados Unidos como líder militar de occidente, con una Europa financiando su rearme pudiera hacer frente a China y Rusia juntas; Estados Unidos en solitario, si le libera los fondos a Rusia, perderá la carrera.
Esta semana se empezaron a mover en el tablero tres países, Alemania- la primera economía de Europa-, cuyo nuevo gobierno se alineó, por primera vez con Francia, tras anunciar $ 550 mil millones de euros en su industria militar, en momentos en que Washington da señales de llevarse de Alemania 30 mil soldados a Hungría; los teutones tienen buenas relaciones comerciales con China, que – hoy – no es amenaza militar para Europa y, esta misma semana Úrsula von del Lenyer, se reunió con la India para discutir un TLC con la Unión Europea cuya firma se anunció para este año: En síntesis, los bloques de comercio más grandes están buscando moverse Sur Sur en áreas de libre comercio, con los mercados emergentes que son los mayores para defenderse de la autarquía que ha declarado Estados Unidos en guerra con el libre comercio que tanta prosperidad le ha dado al mundo.
Listín Diario