El monotributo no es suficiente
Frederich E. Bergés
El monotributo es un régimen tributario simplificado que facilita el cumplimento de las obligaciones fiscales por parte de empresas e individuos.
Por ejemplo, si usted devenga a lo largo de un periodo fiscal, digamos de treinta días, un total de ingresos de RD$60,000.00, usted pagaría como obligación única y total un 15 % de dicho ingreso, o sea, RD$9,000.00.
Este pago mensual incluiría no tan sólo el ITBIS y lo correspondiente a ganancias, sino también incluye el aporte a la seguridad social, Infotep, y cualquier otro tributo que afecte el desenvolvimiento económico.
Por la sencillez de cálculo, facilidad del pago y un proceso de aplicabilidad ágil, es recomendado por muchos como la solución idónea para incorporar esa mayoría informal que domina la actividad económica dominicana.
Pero este régimen por sí solo es incapaz de incorporar a la economía formal a la enorme masa de ausentes fiscales, evasores de sus obligaciones tributarias.
El problema no es tan solo el costo que conlleva la formalización, sino su complejidad en cuanto a declaraciones, formularios, certificaciones, copia de facturas, etc.
No es cierto que un independiente, motoconchista, freidor de embutidos en la esquina, plomero u otro informal, empresario o individuo, se va a sumar a una inclusión en programas de seguridad social cuando ve y percibe llegan miles de millones de pesos por concepto de “solidaridad social” o la ayuda de la mano amiga. Lo voluntario en el cumplimiento fiscal sólo se ve cuando es compelido por la persecución con sanciones reales y costosas.
Tal vez otras soluciones las podríamos encontrar en procesos en base a una tecnología que reduzca al mínimo el uso del efectivo, medio por excelencia para la evasión. Otra salida podría ser grabar toda actividad con un solo impuesto a la transacción, que encubra todo y a todos. Un verdadero monotributo universal.
Sigamos investigando las innovaciones tecnológicas y procuremos soluciones más eficaces a esta informalidad que es uno de los retos fundamentales para traer nuestro país a la modernidad y eficiencia social.
El Día