El Papa mejora. Médicos reducen suministro de oxígeno

ROMA, 21 marzo. – El estado de salud del Papa, en su 36º día de internación en el Policlínico Gemelli por una neumonía bilateral, «permanece estable, con algunas pequeñas mejoras en cuanto a la actividad, la motricidad, el intercambio gaseoso y, por tanto, la respiración».

Así lo informó esta tarde la Sala de Prensa del Vaticano, a falta de un nuevo boletín médico después del emitido el miércoles.

    La ventilación mecánica no invasiva siempre se suspende durante la noche, mientras que durante el día incluso el oxígeno de alto flujo con cánulas nasales se administra de forma reducida gradualmente.

    El Pontífice pasó estos días «bajo terapias farmacológicas, fisioterapia respiratoria y motora, en parte trabajo y en oración».

    En lo que respecta al Ángelus del próximo domingo, de momento la previsión es que se mantenga por escrito, como ha ocurrido los últimos cinco domingos.

    El Papa no ha recibido nuevas visitas, salvo las de sus estrechos colaboradores para los trámites de trabajo, mientras que los médicos aún no han dado ninguna indicación sobre cuándo abandonará el hospital ni sobre su próximo encuentro con la prensa. Todavía no hay decisión de la Santa Sede sobre cómo se desarrollarán los ritos pascuales y quién los presidirá, más allá de las hipótesis que circulan en los últimos días.

    «El Papa está muy bien, pero el alto flujo de oxígeno lo seca todo. Debe aprender a hablar de nuevo, pero el estado del organismo es como antes», dijo esta tarde el cardenal prefecto de la Fe, Víctor Manuel Fernández, al margen de la presentación del libro del Papa «Viva la poesía», a cargo del padre Antonio Spadaro para Ediciones Ares.

    Cuando se le preguntó si estará en el Vaticano para Semana Santa, el argentino Fernández -teólogo de referencia de Francisco y una de sus personas más cercanas a él- respondió: «Podría regresar, pero los médicos quieren estar cien por cien seguros porque él piensa que en el poco tiempo que le queda quiere gastarlo todo en los demás y no en sí mismo».

    El cardenal recordó que «el Papa no quería ir al hospital, amigos muy cercanos lo convencieron, no sé qué malas palabras usaron…», bromeó el cardenal. «Pero es un jesuita de otra época, un hombre fuerte, que siempre tiene la capacidad de encontrar sentido incluso en estos tiempos oscuros».

    Sobre todo que «ahora empieza una nueva etapa y es un hombre de sorpresas. Habrá aprendido muchas cosas en este mes», afirmó Fernández. «Saldrá del talego y después de este momento difícil será fructífero para la Iglesia y para el mundo». Y cuando se le preguntó si la renuncia podría ser una de las sorpresas, el cardenal argentino respondió: «Realmente no lo creo, eso no».

    Respecto al hecho de tener que «reaprender a hablar», en el Vaticano esto se interpreta con el hecho de que «cuando tienes menos oxígeno hay que dosificar mejor el aire para articular palabras y frases. Hay una oxigenación diferente. La fisioterapia respiratoria también sirve para este fin». Como prueba de las mejoras, la suspensión nocturna de la ventilación mecánica y disminución de la administración de oxígeno en el día.

    «Extendemos un caluroso saludo al Santo Padre, que todavía no puede estar aquí con nosotros -esperamos que pueda estarlo pronto- y seguimos asegurándole nuestras oraciones», son las palabras con las que el padre capuchino Roberto Pasolini, predicador de la Casa Pontificia, abrió esta mañana el primer sermón de Cuaresma para la Curia en el Aula Pablo VI. (ANSA)

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