Francisco cambió la posición de la Iglesia sobre la pena de muerte, pero mantuvo la del aborto

POR  NICOLE WINFIELD

CIUDAD DEL VATICANO, 21 abril — El papa Francisco modificó las enseñanzas de la Iglesia católica en áreas como la pena de muerte y las armas nucleares, las mantuvo en otras como el aborto y avanzó entre musulmanes y creyentes que durante mucho tiempo se sintieron marginados.

Éstas son algunas de sus posturas sobre cuestiones clave:

Aborto

Francisco defendió la enseñanza de la Iglesia que se opone al aborto y se hizo eco de sus predecesores al decir que la vida humana es sagrada y debe ser defendida.

Describió el aborto, así como la eutanasia, como evidencia de la “cultura del descarte” actual y comparó la interrupción del embarazo con “contratar a un sicario para resolver un problema”.

Sin embargo, no enfatizó la posición de la iglesia como lo hicieron sus predecesores y dijo que las mujeres que abortaron deben ser acompañadas espiritualmente por la Iglesia.

Francisco también permitió que sacerdotes comunes, no sólo obispos, absolvieran a mujeres católicas que habían interrumpido intencionalmente un embarazo.

No apoyó los intentos de obispos estadounidenses que pretendían negar la comunión al presidente Joe Biden por estar a favor del derecho al aborto, argumentando que estos deberían ser pastores, no políticos.

Abuso

El mayor escándalo durante su papado fue cuando desacreditó a las víctimas chilenas de abuso sexual al ponerse del lado de un obispo al que acusaron de complicidad. Tras darse cuenta de su error, invitó a las víctimas al Vaticano y se disculpó personalmente. Luego llevó a toda la Conferencia episcopal chilena a Roma, donde los presionó para que renunciaran.

En su medida más significativa, Francisco expulsó al excardenal estadounidense Theodore McCarrick después de que una investigación del Vaticano determinara que abusó tanto de menores como de adultos. Posteriormente, Francisco aprobó leyes eclesiásticas que abolían el uso del secreto pontificio y establecían procedimientos para investigar a los obispos que abusaban o encubrían a sacerdotes depredadores.

Sin embargo, se vio perseguido por algunos casos de alto perfil en los que parecía ponerse del lado de los sacerdotes acusados.

Benedicto XVI

En 2013, el papa Benedicto XVI renunció —algo que no había ocurrido en 600 años— y Francisco fue elegido para reemplazarlo.

Como Benedicto vivió en los terrenos del Vaticano hasta su muerte en 2022, Francisco dijo que era como tener un “abuelo sabio” en casa, parte de su creencia de que los ancianos tienen una gran experiencia que ofrecer.

Sin embargo, hubo momentos en que hubo fricciones, por ejemplo, cuando Benedicto XVI fue coautor de un libro que apoyaba firmemente el celibato sacerdotal justo mientras Francisco estaba considerando una excepción para resolver la escasez de clérigos en la Amazonía.

Capitalismo

Algunos comentaristas conservadores estadounidenses acusaron a Francisco de tener simpatías marxistas, dadas sus frecuentes denuncias de sistemas económicos que “idolatran” el dinero por encima de las personas y su claro disgusto por el capitalismo al estilo estadounidense.

Pidió un ingreso básico universal, salarios y condiciones de trabajo dignos y dijo que, si bien la globalización había salvado a muchos de la pobreza, “ha condenado a muchos otros a morir de hambre porque es un sistema económico selectivo”.

“Esta economía mata”, dijo sobre la globalización, defendiendo que su postura era la del Evangelio, no la del comunismo.

Celibato

Francisco mantuvo el celibato para los sacerdotes incluso después de que los obispos del Amazonas le pidieran que hiciera una excepción para permitir que los religiosos casados cubrieran la escasez de clérigos.

El papa había dicho durante mucho tiempo que el requisito del celibato podría cambiar, ya que no era una cuestión de doctrina. No obstante, dijo que el debate estaba demasiado politizado y que no quería ser el papa que diera el primer paso.

China

En 2018, Francisco autorizó un acuerdo sobre el nombramiento de obispos en China para poner fin a una disputa de décadas y regularizó el estatus de media docena de obispos chinos que habían sido consagrados sin el consentimiento papal.

Los detalles del acuerdo nunca fueron revelados, pero sus críticos lo acusaron de traicionar a quienes practicaban el catolicismo de manera clandestina en China y que se mantuvieron leales a la Santa Sede durante décadas de persecución. En contraste, el Vaticano lo defendió como el mejor acuerdo que podía conseguir antes de que Beijing cerrara la puerta por completo.

Anticoncepción

Francisco defendió la oposición de la Iglesia a la anticoncepción artificial, pero también dijo que los católicos no necesitan reproducirse “como conejos” y, en cambio, deberían practicar la “paternidad responsable” a través de métodos aprobados.

La Iglesia respaldó el método de planificación familiar natural, que implica monitorear el ciclo de la mujer para evitar las relaciones sexuales cuando está ovulando.

Al mismo tiempo, Francisco sugirió en 2016 que las mujeres amenazadas por el virus zika, que causaba malformaciones en miles de niños en ese momento, podrían utilizar anticonceptivos artificiales porque “evitar el embarazo no es un mal absoluto” a la luz de las epidemias.

COVID-19

Como el resto de la humanidad, Francisco estuvo en aislamiento durante la pandemia de COVID-19. Se le impidió viajar, celebrar misa en público o presidir audiencias. Instó repetidamente al mundo a utilizar la pandemia como una llamada de atención que mostrara la necesidad de reestablecer prioridades y políticas a favor de los más vulnerables.

El papa apoyó firmemente las campañas de vacunación y exigió que los pobres tuvieran prioridad. La oficina de doctrina del Vaticano dijo que era moralmente aceptable vacunarse, incluso con inyecciones que utilizaban tejido de fetos abortados en procesos de investigación, lo que puso a Francisco en conflicto con los conservadores que rechazaron las inyecciones por motivos morales.

Pena de muerte

Francisco fue más allá de sus predecesores y cambió la enseñanza católica para afirmar que la pena de muerte es “inadmisible” en todos los casos, independientemente de la gravedad del delito.

También calificó la cadena perpetua sin libertad condicional como una “pena de muerte oculta” y el confinamiento solitario como una “forma de tortura”, diciendo que ambas deberían ser abolidas.

Divorcio

Francisco dividió la Iglesia al abrir una puerta para que los católicos divorciados que volvieron a casarse por la vía civil recibieran la comunión.

La enseñanza de la Iglesia sostiene que, sin una anulación que declare inválido el matrimonio inicial, estos católicos están cometiendo adulterio y, por lo tanto, no pueden recibir el sacramento.

Francisco primero facilitó la obtención de una anulación. Luego, aunque no abrió la puerta a que cualquier católico sin anulación pudiera acceder al sacramento, en una nota a pie de página de su encíclica de 2016, “La alegría del amor”, sugirió que los obispos y sacerdotes podrían acompañar a esas parejas caso por caso.

Medio ambiente

Francisco se convirtió en el primer papa en utilizar datos científicos en un importante documento de enseñanza al calificar el calentamiento global como un problema causado en gran medida por el hombre.

En su encíclica de 2015, “Alabado seas”, Francisco denunció un sistema económico mundial “estructuralmente perverso” que explota a los pobres y corre el riesgo de convertir la Tierra en un “inmenso montón de inmundicia”. Una actualización de 2023 señaló a Estados Unidos por sus emisiones y advirtió que el mundo estaba “cerca de un punto de quiebre”.

Insistió en el tema en una reunión de obispos del Amazonas en 2019 y en su predicación sobre la pandemia de coronavirus. Si bien Francisco presionó más que sus predecesores sobre la cuestión ecológica, muchos papas antes que él pidieron un mejor cuidado de la creación de Dios.

Pueblos indígenas

Francisco se disculpó ampliamente por los “crímenes” cometidos contra los pueblos indígenas durante la conquista colonial y poscolonial de las Américas.

Lo hizo en Bolivia en 2015 y nuevamente durante una “peregrinación penitencial” a Canadá en 2022 por el papel de la Iglesia en la asimilación forzada de niños indígenas en internados administrados por la Iglesia.

El Vaticano también repudió formalmente la “Doctrina del Descubrimiento”, teorías respaldadas por las “bulas” papales del siglo XV que legitimaron la confiscación de tierras en la era colonial y forman la base de algunas leyes de propiedad actuales, aunque no rescindió las bulas.

Francisco también presentó como sistema económico modelo las misiones jesuitas en Paraguay, que llevaron el cristianismo, la educación y organización económica de estilo europeo a los nativos en los siglos XVII y XVIII.

Canonizó al misionero del siglo XVIII, Junípero Serra, durante su viaje de 2015 a Estados Unidos a pesar de las objeciones de algunos grupos nativos que acusaron a Serra de conversiones forzadas, esclavizar a los conversos y ayudar a eliminar a las poblaciones indígenas a través de enfermedades.

Islam

Francisco logró avances significativos en las conflictivas relaciones del Vaticano con el Islam al forjar vínculos con líderes religiosos sunitas y chiitas y enfatizar un compromiso compartido con la paz, la solidaridad y el diálogo.

Firmó un documento histórico sobre la necesidad de una mayor fraternidad humana con el jeque Ahmed el-Tayeb, el gran imán de Al-Azhar, la sede del saber sunita en El Cairo.

Fue el primer papa en visitar tanto la península arábiga como Irak, el lugar de nacimiento de Abraham, un profeta importante para cristianos, musulmanes y judíos. Mientras estuvo en Irak, se reunió con el principal clérigo chiita del país y una figura venerada en el mundo chiita, el gran ayatolá Ali al-Sistani.

Misa latina

En una de sus medidas más controvertidas, Francisco revirtió las acciones de Benedicto XVI y volvió a imponer restricciones a la celebración de la antigua misa en latín. Dijo que tenía que actuar porque la difusión del llamado rito tridentino después de que Benedicto relajara las restricciones en 2007 se estaba convirtiendo en una fuente de división en la Iglesia.

Esto indignó a sus críticos tradicionalistas y conservadores, quienes calificaron la medida como un ataque contra ellos y el antiguo rito. Esto alimentó la oposición de derecha a Francisco, que ya estaba enojada por su acercamiento a la comunidad LGBTQ+ y a los católicos divorciados.

LGBTQ+

Francisco dijo la famosa frase: ”¿Quién soy yo para juzgar?” cuando se le preguntó en 2013 sobre un sacerdote que supuestamente tuvo un amante gay en su pasado.

El papa continuó asegurando a los homosexuales que Dios los ama tal como son, que “ser homosexual no es un delito” y que “todos, todos, todos” son bienvenidos en la Iglesia.

Durante su pontificado, el Vaticano dijo que las personas transgénero podrían ser bautizadas, servir como padrinos y testigos en bodas; y aprobó bendiciones para personas del mismo sexo. No obstante, aunque se reunió varias veces con miembros de la comunidad LGBTQ+, Francisco no cambió la enseñanza de la Iglesia al afirmar que los actos homosexuales son “intrínsecamente desordenados”.

Como arzobispo de Buenos Aires, se opuso a los esfuerzos por legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y propuso, sin éxito, que el país aprobara en su lugar las uniones civiles.

Migración

Francisco denunció la “globalización de la indiferencia” mostrada hacia los migrantes e instó a Europa y a otros países a abrir sus puertas a quienes buscan una vida mejor.

Su primer viaje fuera de Roma como pontífice en julio de 2013 fue a la isla italiana de Lampedusa, un lugar clave entonces en la crisis migratoria de Europa.

En 2016, llevó consigo a Roma a una docena de refugiados sirios desde un campamento griego y repitió el gesto en 2021 mientras visitaba Chipre y Grecia. “¡No podemos permitir que el Mediterráneo se convierta en un gran cementerio!” dijo a los legisladores europeos.

También denunció las condiciones “inhumanas” que enfrentan los migrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México. En 2016, Francisco dijo del entonces candidato Donald Trump que cualquiera que construya un muro para mantener alejados a los inmigrantes “no es cristiano”.

Armas nucleares

Francisco fue más allá de sus predecesores —y de las enseñanzas de la Iglesia— al decir que no sólo el uso, sino la mera posesión de armas nucleares era “inmoral”.

Antes, la Iglesia sostenía que la disuasión nuclear podría ser moralmente aceptable siempre y cuando apuntara hacia un desarme mutuo y verificable.

Reforma en el Vaticano

Francisco fue elegido con el mandato de reformar la burocracia tras siglos de despilfarro, mala gestión y crisis de mercado que pusieron en riesgo la salud financiera del Vaticano.

Impuso regulaciones para traer orden, transparencia y contabilidad moderna a los registros, exigiendo procedimientos de licitación competitivos, límites a las donaciones, recortes salariales para los cardenales y la centralización de activos e inversiones en una oficina con una política de inversión unificada, ética y verde.

Creó una Secretaría de Economía para supervisar las finanzas de la Santa Sede, compuesta principalmente por expertos laicos, y autorizó un amplio juicio penal sobre la inversión fallida del Vaticano en un acuerdo inmobiliario en Londres que resultó en pérdidas por decenas de millones de euros.

Mujeres

Francisco siempre empujó por dar a las mujeres un papel más importante en la gobernanza de la Iglesia e hizo nombramientos y cambios significativos en su legislación para demostrar su punto.

Nombró a una monja italiana como prefecta de la oficina del Vaticano para las órdenes religiosas y a otra como jefa de la administración del Estado, dos puestos que antes sólo desempeñaban cardenales. También nombró a una monja francesa como subsecretaria de la oficina del Sínodo de Obispos del Vaticano, dándole poder de voto en el proceso que antes era exclusivamente masculino y abrió el sínodo mismo a mujeres votantes.

Por primera vez, nombró a tres mujeres para la oficina del Vaticano que examina los nombramientos de obispos y asignó mujeres para la mitad de los escaños del consejo económico del Vaticano. También nombró dos comisiones de estudio para determinar si las mujeres podían ser ordenadas diaconisas, puso a María Magdalena a la par de los apóstoles varones al declararle un día festivo y permitió formalmente que las mujeres sirvieran como lectoras y acólitas.

No obstante, reafirmó el sacerdocio exclusivamente masculino. (AP)

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