Inicia protocolo migratorio en hospitales públicos: Entre la regulación y la controversia
Santo Domingo, 22 de abril de 2025. Desde horas tempranas del lunes 21 de abril, el ambiente en varios hospitales públicos del país cambió visiblemente con la presencia de agentes de la Dirección General de Migración (DGM).
Bajo instrucciones del gobierno central, comenzó a ejecutarse el nuevo protocolo de verificación migratoria en 33 centros de salud, lo que marca un nuevo capítulo en la política migratoria de la República Dominicana.
La medida, anunciada por el presidente Luis Abinader semanas atrás, pretende regular la presencia de extranjeros en condición migratoria irregular dentro del sistema hospitalario público, especialmente en momentos donde los recursos se consideran limitados.
Aunque la normativa establece que toda persona tiene derecho a recibir atención médica de urgencia sin discriminación, la implementación ha despertado múltiples reacciones, tanto de la ciudadanía como de profesionales del sector salud.
Llegadas tempranas y documentos en mano
Apenas despuntaba el sol cuando decenas de mujeres, en su mayoría de nacionalidad haitiana, comenzaron a aglomerarse en las entradas de los hospitales Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia y el Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina.
Algunas iban solas, otras acompañadas, todas con el mismo objetivo: ser atendidas en los centros de salud, aún bajo la presión de los nuevos controles migratorios.
Varias portaban papeles en mano, algunos en sobres transparentes, otros simplemente sostenidos con fuerza tras haber sido arrugados por el uso. Eran documentos de identificación, pasaportes y en algunos casos, cartas de trabajo o residencias, elementos ahora cruciales para evitar la deportación tras recibir atención médica.
Autobuses de Migración y una denuncia que generó alarma

Pasadas las 8:00 de la mañana, ya se habían montado en autobuses a varios extranjeros en condición migratoria irregular. Uno de los casos que más alarmó fue el de una mujer embarazada, que según testigos, presentaba signos claros de estar en trabajo de parto. La hermana de la mujer denunció que, pese a mostrar documentación que alegaba la legalidad de su estadía, agentes de Migración procedieron a trasladarla.
“Ella está botando agua y sangre también y la llevó ahí adentro”, exclamó entre sollozos mientras mostraba los papeles a los medios. La escena fue registrada en video y rápidamente difundida en redes sociales y medios informativos, generando indignación.
Inicialmente, el director de Migración, vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, respondió alegando que el video era antiguo. Sin embargo, horas más tarde cambió su versión y confirmó que la mujer fue devuelta al centro de salud y atendida debidamente. La contradicción en sus declaraciones no pasó desapercibida y encendió el debate sobre la forma en que se están ejecutando estas medidas.
Garantía de atención médica, según autoridades sanitarias
El director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Mario Lama, aseguró que el protocolo migratorio no vulnera el derecho de acceso a la salud. En sus palabras, “todos los servicios esenciales están garantizados, sin excepción”. Explicó que el procedimiento establece claramente que los agentes de Migración solo pueden intervenir luego de que el paciente haya sido dado de alta.
Además, reconoció que hay casos especiales, como aquellos que requieren seguimiento clínico después del alta médica. En estos casos, son los directores de hospitales quienes tienen la facultad de coordinar con Migración la permanencia temporal del paciente, asegurando su recuperación completa sin interrupciones.
“El derecho a la salud es universal, y como país estamos comprometidos a garantizarlo con dignidad humana”, enfatizó Lama, agregando que la implementación del protocolo fue precedida por capacitaciones al personal médico, administrativo y de seguridad para asegurar un proceso respetuoso de los derechos humanos.
Cobros a pacientes extranjeros y asistencia social
Una de las medidas más controversiales es la introducción del cobro de materiales e insumos a los pacientes extranjeros atendidos en estos hospitales. Según detalló Lama, estos cobros no incluyen honorarios médicos ni administrativos, únicamente los medicamentos e insumos utilizados durante la atención.
En caso de que el paciente no pueda costear estos gastos, se activará el mecanismo de asistencia social a través del departamento correspondiente del hospital, quien evaluará la situación socioeconómica para definir la ayuda que se puede ofrecer. Esta medida ha generado debates sobre la equidad del sistema de salud y el impacto económico en las comunidades migrantes.
Hospitales donde se implementa el protocolo
El protocolo se está aplicando en 33 hospitales públicos a nivel nacional. Entre ellos se encuentran centros clave como la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia, el Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, y otros como el Hospital Presidente Estrella Ureña, Engombe, Rodolfo de La Cruz Lora, Dr. Ángel Contreras y Dr. Francisco Vicente Castro Sandoval. También están incluidos hospitales en regiones turísticas y fronterizas, como Verón, Higüey y Elías Piña.
Este despliegue apunta a cubrir las zonas con mayor densidad de población extranjera, particularmente haitiana, que históricamente ha recurrido al sistema de salud dominicano ante la precariedad del sistema de su país de origen.
Efectos inmediatos: menos pacientes, más presión nocturna
Miguel Ortega, director del Hospital Presidente Estrella Ureña, en Santiago, señaló que desde la aplicación del protocolo se ha notado una baja considerable en la cantidad de pacientes haitianos que acuden al centro. Sin embargo, también destacó que muchos optan por llegar en la madrugada para evitar a los agentes migratorios, lo que ha incrementado la presión sobre el personal médico nocturno.
“No es lo mismo recibir cinco emergencias en la madrugada que 25. Eso agota al ser humano”, afirmó Ortega, quien también pidió a las autoridades de Migración ampliar su personal para hacer más eficiente el proceso de verificación sin interrumpir la operatividad médica.
Durante el mes anterior, la maternidad que dirige Ortega recibió a 123 mujeres dominicanas y 143 haitianas en trabajo de parto, cifras que reflejan una fuerte presencia de extranjeras en el sistema de salud materno-infantil.
El desafío humanitario de una política migratoria en evolución
La puesta en marcha del protocolo ha generado una ola de opiniones divididas. Por un lado, sectores que ven con buenos ojos la necesidad de organizar el uso de los servicios públicos; y por otro, organizaciones humanitarias y profesionales de la salud que alertan sobre el riesgo de deshumanizar la atención médica y criminalizar la condición migratoria.
