Los liberales ganan las elecciones de Canadá pero sin poder llegar a la mayoría absoluta
Ottawa, 29 abr – El Partido Liberal de Mark Carney ganará las elecciones legislativas celebradas el lunes en Canadá, aunque tras horas de escrutinio es cada vez más evidente que tendrán que gobernar en minoría.
Carney, que compareció ante simpatizantes del Partido Liberal en Ottawa para celebrar la victoria cerca de las 2.00 del martes (6.00 GMT), se comprometió a gobernar «con todos los partidos y todos los territorios y la sociedad civil» además de advertir que negociará con el presidente de EE.UU., Donald Trump, una nueva relación bilateral.
«La vieja relación con los Estados Unidos, una relación basada en una creciente integración, se ha acabado», insistió Carney.
Por su parte, el líder del Partido Conservador de Canadá, Pierre Poilievre, reconoció la victoria de Carney, que gobernará en minoría, y prometió que continuará al frente del partido en una oposición que exigirá la rendición de cuentas al Gobierno.
A cinco escaños de la mayoría absoluta, de manera provisional
Cuando Carney pronunció su discurso, casi cinco horas después de que cerrasen los colegios en las provincias de Ontario y Quebec -donde se decide siempre el resultado por la acumulación de población y de escaños-, las proyecciones daban al Partido Liberal 167 escaños -la mayoría absoluta está en 172-, frente a 145 de los conservadores.
Aunque la ventaja fue durante toda la noche para los liberales y el opositor Partido Conservador obtuvo un resultado mejor a lo previsto por los sondeos, el Partido Liberal se quedó de forma provisional a solo cinco escaños de la mayoría absoluta.
El número final depende de varias circunscripciones, sobre todo en Ontario, donde la diferencia entre el primer y el segundo candidato es muy pequeña, de solo unas decenas de votos, y en el sistema canadiense solo gana el candidato más votado, así sea por una ventaja de un voto.
Aguanta relativamente el soberanista Bloque Quebequés (BQ)
Aguanta relativamente el soberanista Bloque Quebequés (BQ), a quien las proyecciones dan 23 escaños, 10 menos que los que tenía en la anterior legislatura, pero se salva apenas de la debacle que algunos sondeos le anticipaban.

Mucho peor le ha ido al socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) que de los 25 escaños que tenía puede pasar a solo siete, habiendo perdido sobre todo sus feudos en Vancouver, donde era más fuerte.
Su líder, Jagmeet Singh reconoció en un emotivo discurso que dimitirá tras ocho años al frente de la formación al haber perdido su escaño, toda vez que en su circunscripción está en tercer lugar, por debajo de los candidatos conservador y el liberal.
«Dimitiré como líder del partido tan pronto como un líder provisional sea nombrado», declaró Singh.
Como sij, el socialdemócrata ha sido, en la historia de Canadá, el primer líder de uno de los grandes partidos del país integrante de una minoría étnica.
Las veladas electorales que los partidos habían programado en distintos lugares de Ottawa fueron languideciendo conforme pasaban las horas, ante la lentitud del escrutinio.
Ningún partido tiene razones para festejar
Con unos resultados así, ningún partido tiene verdaderos motivos para festejar: los liberales, porque no lograrán la victoria que los sondeos les prometían casi sin excepción; los conservadores, porque no pudieron evitar la cuarta victoria consecutiva de los liberales; y los partidos minoritarios, porque en ambos casos pierden apoyos.
Los liberales, de confirmarse las extrapolaciones, mejorarán el resultado de las últimas elecciones (de 160 a 167 escaños), mientras que los conservadores subirían mucho de sus previos 119 escaños, sin por ello llegar al poder y romper un ciclo de 10 años de gobiernos liberales.
Los comentaristas ya están hablando de la victoria de Carney como «un regalo envenenado», pues ese Gobierno que se antoja en minoría no parece el más adecuado para negociar con el presidente estadounidense, Donald Trump, en un momento en que este último ataca a Canadá casi a diario, ya sea con los aranceles o con su alusión a que debe desaparecer como país.EFE