Desde Roma, León XIV reabre el apartamento papal y lanza mensaje por la paz y las vocaciones
Ciudad del Vaticano, 10 de mayo. En un acto cargado de simbolismo y solemnidad, el Papa León XIV reabrió este domingo el apartamento papal del Palacio Apostólico, removiendo personalmente los sellos colocados tras la muerte de su antecesor, el Papa Francisco, el pasado 21 de abril.
La ceremonia tuvo lugar en presencia del Camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell, y del secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin.
Pocos minutos antes, desde el balcón de la Basílica de San Pedro y ante miles de fieles congregados en la plaza vaticana, el Sumo Pontífice lanzó un ferviente llamado contra la guerra.
“Nunca más la guerra”, exclamó, en referencia directa al 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, y con alusión a los conflictos armados actuales en Ucrania, Gaza, y la reciente tregua entre India y Pakistán.
Sobre la guerra en Ucrania, el Papa expresó su profunda preocupación por “el amado pueblo ucraniano”, y abogó por una paz “auténtica, justa y duradera”, que se alcance lo antes posible. En cuanto a la situación en la Franja de Gaza, pidió un alto el fuego inmediato y exigió la liberación de todos los rehenes israelíes.
Además de su llamado por la paz, León XIV dedicó parte de su mensaje a la promoción de las vocaciones religiosas, coincidiendo con la celebración de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que se celebra cada cuarto domingo de Pascua desde hace 62 años.
“La Iglesia necesita vocaciones, especialmente al sacerdocio y a la vida consagrada”, afirmó el Pontífice. En un claro llamado a la juventud, añadió: “¡La Iglesia los necesita! No tengáis miedo, aceptad la invitación de la Iglesia”.
Subrayó también la importancia de que los jóvenes encuentren espacios de acogida, escucha y acompañamiento dentro de las comunidades cristianas, y modelos auténticos de servicio y entrega generosa a Dios y al prójimo.
En su primer domingo como Obispo de Roma, León XIV centró su homilía en la figura de Jesús como el Buen Pastor, remarcando su mensaje de amor, entrega y cercanía a su pueblo. “Jesús se revela como el verdadero Pastor, que conoce, ama y da la vida por sus ovejas”, recordó.
Previo a estos actos públicos, el Papa celebró una misa en las Grutas Vaticanas, junto al altar situado en la tumba de San Pedro. Al concluir, se detuvo en oración ante las tumbas de varios de sus predecesores, en un gesto de comunión espiritual con la historia del pontificado.
La reapertura del apartamento papal marca simbólicamente el inicio pleno del ministerio de León XIV, y refuerza su voluntad de liderazgo basado en la paz, la escucha y la renovación espiritual de la Iglesia. Sus mensajes iniciales indican una clara línea pastoral centrada en la justicia, la inclusión y el fortalecimiento de la fe, especialmente entre las nuevas generaciones.