Policías lanzan bombas lacrimógenas contra defensores del río El Naranjo, en Cotui
Cotui, 31 de mayo. – En un dramático operativo policial, múltiples bombas lacrimógenas fueron lanzadas este viernes contra los comunitarios que mantienen un campamento en defensa del río El Naranjo, en Zambrana, provincia Sánchez Ramírez, donde la minera Barrick Gold avanza con el desmonte del bosque para construir la llamada “carretera de la muerte” hacia una nueva presa de cola.
Los policías llegaron en convoy, portando armas largas, escudos y cascos, con el objetivo de dispersar a los manifestantes y garantizar el avance de las maquinarias. Según denunciaron los líderes locales, entre los afectados hubo mujeres y niños heridos tras ser empujados y atacados por las fuerzas del orden.
“Tenemos niños y mujeres que fueron heridos por los militares cuando los empujaron y les lanzaron bombas lacrimógenas a una población desarmada que está luchando por la protección del medio ambiente”, denunció Concepción Sosa, dirigente comunitaria.
La tala de árboles en la cabecera del río es cada vez más visible, aseguran los residentes, quienes lamentan que, pese a su resistencia, la minera continúe aceleradamente la construcción de la carretera.
“Barrick Gold nos ha quitado tanto que han querido humillar a todo un pueblo. Sé también que esta carretera de la muerte podrá transitoriamente enterrar la naturaleza, aplastar la vida, secar el río Naranjo, pero esta carretera es el cementerio de los que abusan, como Juana Barceló y los funcionarios que se hacen los ciegos y los sordos”, expresó Fernando Peña, Director del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Hasta el momento, ninguna autoridad del Ministerio de Medio Ambiente, la Procuraduría de Medio Ambiente ni el Ministerio de Energía y Minas se ha presentado en la zona para atender las denuncias y frenar las agresiones.
El Observatorio de Políticas Públicas de la UASD emitió una denuncia pública señalando que desde el pasado lunes 26 de mayo, tropas policiales, guardias de seguridad y paramilitares han atentado contra la vida de los ciudadanos del Campamento de la Resistencia, que lucha por la conservación del río El Naranjo.
Entre los agredidos se encuentran el líder comunitario Martín Guzmán Tejeda, el comunitario Billo Sosa, el sacerdote Ruddy Lora y el propio Fernando Peña. Además, se denunció el apresamiento nuevamente del dirigente Maximino Sosa, así como amenazas directas contra la activista Celin Octaviana Gil, mientras persisten las violaciones a los derechos de los habitantes.
En respuesta a los hechos, comunitarios de San Francisco, Bonao y localidades cercanas se han sumado al campamento para apoyar la lucha, detener la construcción de la carretera y frenar la destrucción del nacimiento del río provocada por retroexcavadoras y motosierras.
“El momento es ahora”, advierte el Observatorio, exigiendo al gobierno que garantice a los comunitarios su derecho a una vida justa, a la conservación de la naturaleza y a la preservación de los ríos que son patrimonio de todos.