Dominicano, abre los ojos
Por Charlie Núñez
Cuando el presidente Luis Abinader hace la invitación a los jefes de la oposición para dialogar acerca de la crisis haitiana, escribí un artículo que se titula “Punto para Luis, error del PLD y la FP”; en éste señalo que la oposición no tiene nada que ganar y que Luis repartiría su responsabilidad en la crisis entre todos e impondría su propia narrativa.
También dejaba expresado que Luis había escogido a estos, sabiendo que no eran los más autorizados para opinar del desorden migratorio en que hemos caído.
Al día de hoy ya tenemos resultados, una oposición cónsona con el discurso y acciones del presidente y su Gobierno, en lo que estos se dedican al coro mientras Luis es la voz líder.
Ahora todos vamos a una, a buscar solución a la crisis haitiana, una crisis más vieja que el de mayor edad de los que se están reuniendo, mientras tanto nos hemos olvidado de la crisis principal, la nuestra.
En el primer encuentro se dejó claro que la soberanía nuestra no estaba en peligro y tienen razón; lo único es que cuando hablaban se referían a una invasión armada en la frontera, pero nuestra soberanía ha sido vulnerada desde el primer momento en que los dominicanos estamos limitados a tomar decisiones que nos permitan librarnos de la presencia ilegal de haitianos sin que se nos juzgue y condene desde fuera y desde adentro.
Danilo, Leonel e Hipólito, aprovechen el diálogo, ya que están sentados en esa mesa. Vamos a discutir el endeudamiento externo e interno, vamos a hablar de narcopolítica, vamos a analizar el comportamiento del gasto público, vamos a hablar de la justicia dominicana, digan algo de la Barrick Gold, de los ajusticiamientos extrajudiciales, ¡waooo!, hablemos del desorden del tránsito y el transporte, del alto costo de la canasta familiar y los medicamentos, de las AFP hablemos.
Discutamos el irrespeto a las propiedades ajenas, las desapariciones de ciudadanos, el exceso de violencia; revisemos por qué el 4% en la educación no nos ha permitido avanzar, discutamos por qué han retornado los viajes en yola y la caída en la calidad de todos los servicios públicos.
Honorables, la parte de la crisis haitiana que nos toca, no es responsabilidad de la comunidad internacional, apliquemos las leyes, démosle un escarmiento a los traidores como se debe y dediquémonos a discutir la crisis dominicana en vez de estar perdiendo el tiempo en crisis ajenas.